El representante Jim Banks (R-Ind.) ha dado a conocer una resolución bipartidista para condenar al régimen chino por restarle importancia intencionalmente al brote del virus del PCCh a través de la censura y la desinformación, permitiendo así que se transformara en una crisis mundial.

“Mientras el Partido Comunista Chino (PCCh) empuja la propaganda y las mentiras para tratar de culpar a Estados Unidos por el coronavirus, tenemos que hacer ver al mundo que China es en última instancia responsable de este brote”, dijo Banks a The Epoch Times en una declaración por correo electrónico.

“Trataron de encubrir las noticias del virus, encarcelaron a los médicos que advirtieron de una posible pandemia e impidieron que los CDC fueran a estudiar la enfermedad”, continuó.

“En total, esto le costó al mundo dos meses de tiempo para prepararse para este virus”.

The Epoch Times se refiere al nuevo coronavirus, que causa la enfermedad COVID-19, como el virus del PCCh porque el encubrimiento y la mala gestión del PCCh permitieron que el virus se propagara por toda China y creara una pandemia mundial.

Banks dijo que esperaba que la resolución “abra un debate sobre cómo se puede responsabilizar a China por su negligente respuesta al coronavirus”.

Codirigida por el representante Seth Moulton (D-Mass.), la resolución ha sido aprobada hasta ahora por un total de 15 copatrocinadores, incluidos los representantes Kevin Hern (R-Okla.), Austin Scott (R-Ga.), Trent Kelly (R-Miss.), Brian Babin (R-Texas), Barry Loudermilk (R-Ga.), Adam Kinzinger (R-Ill.), Greg Steube (R-Fla.), Larry Bucshon (R-Ind.), Mike Rogers (R-Ala.), Dan Crenshaw (R-Texas), Mike Gallagher (R-Wis.), Kelly Armstrong (R-N.D.), Guy Reschenthaler (R-Pa.), Michael Waltz (R-Fla.), y Jason Smith (R-Mo.)

Beijing cometió “múltiples y graves errores en las primeras etapas” del brote que “aumentaron la gravedad y la propagación” de la pandemia, según la resolución.

Declara que los documentos del gobierno revelaban que el primer paciente apareció en la provincia china de Hubei el 17 de noviembre de 2019.

Más tarde, en diciembre, varios médicos dieron la alarma sobre el brote y fueron silenciados por las autoridades y amonestados por “difundir rumores”, añadió la resolución.

Después de que Li Wenliang, un médico denunciante, alertó a sus colegas médicos sobre un virus similar al SARS en la red social WeChat, la policía lo citó por difundir rumores y le hizo firmar una declaración en la que prometía no repetir la transgresión. Li finalmente murió por el virus del que había advertido.

El 1 de enero, un funcionario de la comisión de salud provincial de Hubei ordenó al menos a una compañía de genómica que dejara de analizar muestras de virus y destruyera todas las muestras existentes, según la resolución.

La resolución añadió que los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de EE.UU. primero solicitaron enviar expertos a China para estudiar el virus el 6 de enero, pero no se les permitió entrar al país hasta un mes después.

Un estudio realizado en marzo por investigadores de la Universidad de Southampton, actualmente en fase de preimpresión, sugirió que las autoridades chinas podrían haber reducido el número de infecciones totales en un 95 por ciento si hubieran promulgado medidas para contener la propagación del virus tres semanas antes de que finalmente lo hicieran a finales de enero.

“China debería pagar un severo precio por esa negligencia, por su papel en el asunto de permitir que esto ocurra”, dijo Banks en una reciente entrevista con The Epoch Times.

En la resolución también se pone de relieve la amplia campaña de desinformación del régimen en su intento de desviar la culpa del brote.

El portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores chino, Zhao Lijian, impulsó en múltiples ocasiones la infundada teoría de la conspiración de que el virus se originó primero en los Estados Unidos y fue introducido en Wuhan por el ejército de los Estados Unidos.

En la resolución se señalaba que otros funcionarios chinos, incluidos los científicos que trabajan en el equipo de respuesta al brote de Beijing, el embajador de China en Sudáfrica y el embajador de China en Australia, también han afirmado que el brote no comenzó en China.

La resolución fue presentada hoy temprano, según la oficina de Banks.

FuenteThe Epoch Times (en español)

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