Los Países Bajos han sido el último país en rechazar los kits de pruebas de coronavirus y otros equipos de protección fabricados en China, calificando los artículos como de baja calidad y planteando serias dudas sobre la calidad de los suministros que Beijing está vendiendo al mundo.
Los Países Bajos se unen a España, Turquía, Georgia y la República Checa en su preocupación por las máscaras y los kits de pruebas. Las reclamaciones se producen a medida que el número de casos confirmados de COVID-19 aumenta en los Estados Unidos y Europa, lo que pone de relieve la dependencia de muchos países a las importaciones chinas.
El Ministerio de Salud holandés dijo el fin de semana que se vio obligado a retirar 600.000 mascarillas que fueron enviadas desde China el 21 de marzo después de que se encontraron defectuosas. Algunas de las mascarillas no se ajustaban bien a la boca, mientras que otras no tenían suficientes filtros, dijo el gobierno.
“Los trabajadores de la salud han sido informados y se les ha dicho que no usen las máscaras. Debido a la escasez, podemos encontrarnos en una situación en la que sólo se dispone de equipos de protección que no cumplen con los más altos estándares”, dijo el Ministerio de Salud en un comunicado. “Este es un problema en todos los países”.
“China crea el veneno y vende la solución”
Tweet
La semana pasada, el ministro español de Sanidad, Salvador Illa, dijo que el país había comprado a China 467 millones de dólares en suministros médicos, incluyendo 950 ventiladores, 5,5 millones de kits de pruebas, 11 millones de guantes y más de 500 millones de mascarillas de protección.
Poco después de recibir los suministros, el gobierno anunció que planea devolver 9.000 kits de pruebas de “resultado rápido” a China, porque se consideraban de baja calidad, concretamente la sensibilidad de la prueba era de alrededor del 30 por ciento cuando debería ser superior al 80 por ciento.
“China crea el veneno y vende la solución”, dijo el experto en asuntos exteriores Gordon Chang a Fox News.
Pekín admitió que los kits que vendieron a España fueron comprados a Bioeasy, una empresa china que no tiene licencia para fabricarlos.
El régimen chino anunció a finales de la semana pasada que estaba lanzando una investigación sobre Bioeasy.
Fuente: Fox News.