Los temores de una segunda oleada de infecciones por el virus del PCCh aumentan en China, ya que varias zonas han vuelto a aplicar recientemente restricciones en respuesta a ciertos grupos localizados.

Desde abril, un condado de la provincia de Henan, en el centro de China, ciudades de la provincia situada al norte, Heilongjiang, y partes de la ciudad de Guangzhou, en el sur de China, han sido sometidas a un bloqueo semanas después de que se levantaran las restricciones en gran parte del país.

Mientras tanto, el creciente número de portadores asintomáticos —aquellos infectados que no muestran síntomas de la enfermedad COVID-19— ha alimentado la preocupación de una segunda ola de infecciones.

“Portadores silenciosos”

“Lo más probable es que tengan una segunda oleada”, dijo a The Epoch Times la Dra. Aimee Ferraro, investigadora de enfermedades infecciosas y miembro principal de la facultad del programa de Maestría en Salud Pública de la Universidad Walden. “Y será de casos asintomáticos o importados de fuera”.

Ferraro dijo que una segunda ola podría producir un crecimiento exponencial de las infecciones, justo lo que ocurrió durante el brote inicial.

Las autoridades chinas solo empezaron a reportar casos asintomáticos a partir del 1 de abril, antes de esta fecha, estos pacientes no fueron registrados. En ese momento, la Comisión Nacional de Salud dijo que había 1541 casos asintomáticos bajo observación médica. Desde entonces, se han reportado cientos de nuevos casos asintomáticos.

Mientras que el jefe de epidemiología del país, Wu Zunyou, ha dicho que tales casos representan el 4,4 por ciento del total de pacientes confirmados, los datos clasificados del gobierno chino mostraron que los portadores asintomáticos pueden formar hasta un tercio de aquellos que dan positivo, informó el South China Morning Post.

Los datos mostraron que más de 43,000 pacientes que dieron positivo en China a finales de febrero eran asintomáticos. Estos pacientes fueron puestos en cuarentena y vigilados, informó el periódico.

Ferraro dijo que la falta de pruebas a gran escala en China, que habrían detectado más casos de portadores asintomáticos, significaba que probablemente había “un sistema fantasma de propagación de la enfermedad” en la comunidad.

“Las [autoridades chinas] o bien son conscientes de ello y no se lo dicen a los demás debido a las implicaciones políticas, o simplemente no tienen los recursos para hacerlo [pruebas a gran escala]”, dijo.

Nuevos bloqueos, hospitales provisionales

Durante semanas, el régimen chino ha informado sobre pocas nuevas infecciones en el país, alegando que la mayor parte de los nuevos casos proceden de repatriados que se infectaron en el extranjero.

Sin embargo, las entrevistas con ciudadanos chinos y los informes internos obtenidos por The Epoch Times han revelado que las autoridades locales a menudo no reportan los casos.

Por ejemplo, un conjunto de datos de las autoridades sanitarias de Wuhan mostró que la ciudad analizó 16,000 muestras de pacientes el 14 de marzo, de las cuales 373 resultaron positivas. Pero las autoridades solo reportaron públicamente cuatro infecciones para esa fecha.

En la provincia del norte de China, Heilongjiang, las autoridades cerraron la ciudad de Suifenhe, que limita con Rusia, el 7 de abril, lo cual, según las autoridades, fue parte de un intento de detener la propagación de los casos importados de Rusia.

Del 27 de marzo al 9 de abril, la ciudad registró más de 100 casos importados, así como 148 pacientes asintomáticos que eran casos importados. Durante ese período solo se registraron tres nuevas infecciones domésticas.

Sin embargo, los datos de la comisión provincial de salud ponen en duda el bajo número de infecciones domésticas.

La comisión anunció el 9 de abril que 1051 personas de la provincia acudieron a los hospitales con síntomas de fiebre del día anterior. Pero el 8 de abril, la provincia informó solo 40 nuevas infecciones, que eran todos casos importados. También dijo que 878 personas fueron admitidas en los hospitales por fiebre el 7 de abril, pero ese día solo se registraron 25 nuevas infecciones, todas ellas como casos importados.

Mientras tanto, el 11 de abril se construyó un hospital provisional en Suifenhe, con capacidad para 600 camas.

La comisión provincial de salud también se está preparando para poner a disposición casi 4000 camas en otros lugares de la región, según un documento interno consultado por The Epoch Times.

Suifenhe y Harbin, la capital de Heilongjiang, exigirá ahora a todos los que lleguen del extranjero que se sometan a 28 días de cuarentena, así como a pruebas de ácido nucleico y anticuerpos.

Harbin añadió que cerrará durante 14 días las unidades residenciales donde se encuentren casos de virus confirmados y asintomáticos.

En Jiamusi, otra ciudad de Heilongjiang, los residentes dijeron recientemente a la edición en chino de The Epoch Times que muchos complejos residenciales en el distrito de Xiangyang de la ciudad se habían vuelto a cerrar el 2 de abril, después de que se levantaran las medidas el 12 de marzo. Aunque las autoridades locales no dieron ninguna razón para el cambio de política, los residentes creían que se debía a nuevas infecciones.

En la región cercana de Mongolia Interior, la ciudad de Manzhouli, situada a lo largo de la frontera con Rusia, dijeron que las autoridades estaban preparando un nuevo hospital para tratar a los pacientes con el virus, con la construcción por terminarse el siguiente martes.

Mientras tanto, la ciudad sureña de Guangzhou, que alberga una gran comunidad de inmigrantes procedentes de países de África, ha registrado un aumento de nuevas infecciones entre los ciudadanos africanos en las últimas semanas.

El creciente número de portadores asintomáticos ha alimentado la preocupación de una segunda ola de infecciones en China.

Las autoridades de la ciudad de Guangzhou han ordenado a los bares y restaurantes que no sirvan a clientes que parezcan de origen africano, dijo el consulado de Estados Unidos en Guangzhou en una declaración el 12 de abril.

Además, cualquier persona con “contactos africanos” debe someterse a pruebas del virus obligatorias seguidas de una cuarentena, independientemente de su historial de viajes recientes o de su aislamiento previo.

El consulado de Estados Unidos recomendó que “los afroamericanos o quienes crean que los funcionarios chinos pueden sospechar que tienen contacto con ciudadanos de países africanos, eviten el área metropolitana de Guangzhou hasta nuevo aviso”.

Muchos africanos han sido desalojados de sus hogares por los propietarios y se han quedado sin lugar donde vivir, según revelaron los vídeos compartidos en las redes sociales.

El Sr. Zhou, un residente de la aldea de Yaotai, distrito de Yuexiu en Guangzhou, dijo al periódico chino Epoch Times el 7 de abril: “Nuestra aldea ha sido cerrada de nuevo desde hace dos días. Todas las tiendas, excepto los supermercados, han sido cerradas. Necesitamos pasar un control de temperatura corporal cuando salimos o entramos en nuestra localidad… La policía que patrulla las calles arresta a los africanos cuando los ven”.

Zhou dijo que el pueblo fue puesto en aislamiento a finales de enero. Las medidas de cuarentena fueron levantadas a principios de marzo.

Fuente: The Epoch Times en español

Le recomendamos:

Envía tu comentario

Subscribe
Notify of
guest
0 Comentarios
Inline Feedbacks
Ver todos los comentarios

Últimas