Redacción Tierra Pura – Los médicos en los Países Bajos ahora podrán quitar la vida a los pacientes afectados por demencia grave, sin temor a ser enjuiciados, a pesar de la controversia generada por el procedimiento.
El tribunal supremo del país habilitó la opción luego de fallar el 21 de abril a favor de un médico que dió muerte a una mujer de 74 años, quien había autorizado el proceso antes de que se agravara el Alzheimer que ya la afectaba, según el medio holandés Trouw.
A la mujer, que había repetido en días anteriores que no quería morir, se le suministró un soporífero en un café, a pesar de lo cual reaccionó físicamente cuando se le insertó la aguja hipodérmica y se puso de pie, por lo que tuvo que ser retenida por sus parientes.
No obstante su autorización previa, los fiscales demandaron al médico argumentando que este no había consultado a la paciente si había cambiado de opinión sobre la muerte inducida, dado que la autorización contenía las condiciones “cuando crea que es el momento adecuado”, y “a petición mía”, emanadas de la anciana.
“Un médico puede llevar a cabo una solicitud por escrito de antemano para la eutanasia en personas con demencia avanzada”, fue el dictamen del tribunal de La Haya que también declaró que la autorización podría ser interpretada por el médico, aboliendo la obligación anterior para seguir la autorización al pie de la letra.
La aplicación de la eutanasia genera polémica aún en las asociaciones médicas, dado que se estima que viola la ética.
Así lo declaró la Asociación Médica Mundial (AMM) al reiterar que tanto la eutanasia como el suicidio con ayuda de médicos violan “los principios de la ética de la medicina”, en la asamblea sostenida en Tiflis, Georgia, en octubre de 2019.
En esta ocasión la AMM también consideró que el profesional debe respetar el “derecho básico” del paciente “a rechazar el tratamiento médico” y que retirarle la asistencia para que muera, no se considerará un acto “contrario a la ética” para un facultativo.
En este sentido, el presidente de la organización internacional, el Dr. Frank Ulrich Montgomery señaló: “Creemos que esta redacción revisada está de acuerdo con las opiniones de la mayoría de los médicos de todo el mundo”.
Desde que los Países Bajos legalizaron la eutanasia hace casi 20 años, los médicos han cobrado la vida de miles de ancianos cada año. En la cultura holandesa de la muerte, por lo tanto, no es sorprendente que miles de ciudadanos lleven tarjetas que prohíben a los médicos practicar la eutanasia, y algunos ciudadanos de edad avanzada expresan su temor de acudir a la atención médica básica debido a la posibilidad de la eutanasia.
Igualmente, la mayoría de las tradiciones morales y religiosas desaprueban la práctica de la muerte asistida, aunque sea legalmente permitida.
Así lo demostró una declaración firmada en Portugal por representantes de comunidades judías, musulmanas, católicas, hinduístas y budistas, en mayo de 2018.
En la misma convienen en que la vida humana es inviolable y que rechazan la “muerte asistida en cualquiera de sus formas, sea el suicidio asistido, sea la eutanasia”.
También enfatizaron en que esas prácticas se originan en “una sociedad que abandona, que deshumaniza, y que se torna indiferente”.
De acuerdo con su experiencia estos grupos afirman que quien se siente acompañado no se desespera ante la muerte y no pide que le causen la muerte.
Ary Alegre
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