Redacción Tierra Pura
La posible llegada de 202 médicos cubanos a la Argentina para atender las consecuencias del coronavirus en la provincia de Buenos Aires, ha generado fuertes críticas dentro y fuera del sector sanitario argentino.
Esta fue una decisión que tomó el gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof, pero fue avalada por el ministro de Salud Ginés González García. “Es para desocupar a los profesionales de la salud experimentados”, justificó González García tras avalar las misiones de La Habana.
En cambio, María Berude, médica cirujana e integrante de la Red Integrada de Médicos Argentina (REDIMA), no está de acuerdo y expresó: «Si nosotros seguimos trayendo personal de cualquier lado y no tomamos las medidas de bioseguridad adecuadas, esta medida no nos va a sumar, nos va a restar. Vamos a tener cada vez más personal infectado, incluso de otros países”, recogió Infobae.
Es que no solo que Argentina no necesita traer médicos de afuera sino que necesita cuidar más a los que ya tiene, ya que -en proporción – es el país con más personal sanitario infectado en todo el mundo, ya que según un informe al menos el 15% de los infectados en Argentina pertenecen al sector sanitario. Muchos médicos y enfermeros reclaman que no tienen suficiente protección en sus equipos médicos y muchos se han tenido que comprar sus propias mascarillas protectoras. Además hay suficientes médicos en Argentina y no están bien remunerados.
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Por otro lado, el presidente de la Confederación Médica de la República Argentina (COMRA), doctor Jorge Alberto Coronel, expresó, de acuerdo a Infobae, que en otras oportunidades se amenazó con traer profesionales provenientes de Cuba y su posición fue siempre rechazar estas medidas. “Consultando a distintas asociaciones médicas de Latinoamérica, se vio que no se podía determinar la validez de la capacitación de estos supuestos médicos y hemos denunciado que los requisitos que se les pedían a estos médicos no eran los suficientes”, expresó.
Esta es otra de la sospecha, que entre los médicos siempre llegan agentes del régimen castrista, que no tienen el título ni el conocimiento para ser médicos, sino que llegan infiltrados en el grupo enviados por el gobierno.
Es una práctica habitual del comunismo – que siempre deviene en regímenes totalitarios- exportar su ideología a través de la cultura o de los servicios. El régimen comunista chino lo hace por ejemplo con los Instituto Confucio y Cuba lo hace con los médicos.
Controversia
Una petición ciudadana en la plataforma Change.org pidiendo que no se importen a los médicos cubanos, en menos de una semana ha recogido casi 200.000 firmas. “Esta medida me parece innecesaria ya que, Argentina es un país con uno de los mayores índices de médicos por habitante del mundo”, expresa una línea del descargo.
A pesar del fuerte rechazo, Kicillof – un reconocido marxista – insiste con la operación médicos cubanos y asegura que llegarán con el pico de la pandemia en Buenos Aires. En la Habana solo aguardan sus ordenes para embarcar y aterrizar en Ezeiza.
Pero ¿qué más hay detrás de todo esto? un oscuro entramado y una especie de esclavitud moderna, tal como los mismos testigos pueden relatar.
Alioski Ramírez Reyes es un médico cubano que durante muchos años formó parte de las misiones de médicos cubanos que exporta el castrismo y desertó en el 2017 para quedarse en Brasil, saturado del régimen de la isla.
De acuerdo a declaraciones recogidas por Infobae, Ramírez Reyes dijo: “Los argentinos deben valorar su sistema de salud y en cualquier caso mejorarlo por ustedes mismos. Pero ningún médico extranjero va a resolver sus problemas y mucho menos si se trata de un sistema de misiones médicas como el de Cuba que genera corrupción, esclaviza a la gente y promueve la propaganda comunista”.
A la vez, Ramírez Reyes, desde Brasil, explicó en diálogo con Infobae que “las misiones de médicos cubanos forman parte de un gran negocio del régimen castrista que se queda con el 95% de los salarios de cada uno de los profesionales que les paga el Estado contratante”.
Esta es solo una de las denuncias de un oscuro entramado de trata de personas, corrupción, vigilancia paraestatal, propaganda socialista, represión e instrumentación de trabajos forzados es coincidente en el relato de las misiones de médicos cubanos que describió tanto Ramírez Reyes como su par cubano Carlos Moisés Avila y Javier Larrondo que lidera Prisioners Defenders.
Esta asociación radicada en Madrid ya presentó en Naciones Unidas y la Corte Penal Internacional de La Haya denuncias de 450 casos de trata de personas y trabajos forzados contra el régimen de Cuba que lidera esas misiones de médicos de exportación.
Moisés Avila expresó desde su exilio en Miami, que “la Argentina no tiene necesidad de médicos cubanos con todos los profesionales que tiene por habitante más los que están varados en el exterior. Está claro que aquí hay un montaje de propaganda para mejorar la imagen del gobierno como sucedió con Chávez o Dilma Rousseff en su momento”.
Moisés Avila es un médico cubano que decidió exiliarse en Miami después de varias misiones a Venezuela y hace cuatro años participó de una última misión en Brasil. Desde allí no regresó más a La Habana. “El régimen cubano nos usa como moneda de cambio y para penetrar ideológicamente en los países. Los médicos de las misiones son sometidos a un estatus de esclavitud moderna con bajos salarios, restricciones humanitarias, de familia e incluso en vigilancia permanente”, explicó Moisés Avila.
La Confederación Médica Argentina ya se opuso al ingreso de estas misiones de médicos cubanos. Sin embargo no hay caso. La decisión ya está tomada y la llegada de esos profesionales de Cuba a la Argentina para atender la pandemia del coronavirus es inminente, aunque la idea no resulta nada recomendable ni para los profesionales argentinos ni para los médicos exiliados de la isla.
Parece ser que comunismo, socialismo y corrupción son elementos que están indisolublemente unidos, que se nutren y se complementan.
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