Redacción Tierra Pura
“Sólo un borracho aceptaría estos términos”, dijo el presidente del país africano de Tanzania, John Magufuli, cuando llegó a la decisión de cancelar un préstamo de 10 mil millones de dólares del PCCh.
El acuerdo con la China comunista – que se trata de la construcción de un puerto en el arroyo Mbegani en Bagamoyo de Tanzania – fue con China Merchants Holdings International, el mayor operador portuario de China. El contrato tiene una garantía de 30 años para el préstamo, es válido por 99 años y no puede ser revocado por ningún gobierno posterior.
Las organizaciones y ciudadanos africanos manifestaron un fuerte descontento por estas condiciones. Sin embargo, el presidente anterior, Jakaya Kikwete, ignoró todas las advertencias y preocupaciones e igualmente firmó el contrato.
El número favorito para el PCCh (Partido Comunista chino) cuando se trata con préstamos o alquileres en otros países es “99”. En otras palabras, 99 años es casi “para siempre”. Con este ‘mágico’ número, el PCCh puede engañar a los países africanos y latinoamericanos pobres, creándoles deudas a partir de inversiones en importantes proyectos de infraestructura, de los cuales después podrá tomar el control total, sabiendo que estos países no van a poder pagar la deuda a tiempo. Así tranquilamente el PCCh tiene después 99 años para ejecutar la cobranza.
De esta manera el PCCh consigue todos los recursos naturales casi gratuitamente. Tiene 99 años para enviar todos los recursos naturales de estos países hacia China, que se valoran miles y miles de veces más que un préstamo o inversión en América del Sur y en África.
Y si los gobiernos no revelan los contenidos de las ‘letras chicas’ de los contratos con el PCCh, no tienen el bien de la nación en el corazón y no hay transparencia en cómo se contabiliza este tipo de “préstamo”, estos contratos son todos una ‘trampa de deuda’ con alto interés junto con todas las demás demandas que se ponen en letras chicas. Y cualquier pago parcial preliminar contiene un buen soborno para aquellos que llevaron a cabo la firma del contrato -para los dos lados-. Aquellos que concretan un contrato entre el PCCh y un país, debido a la “cultura comunista”, tienen sus comisiones.
Esta “cultura de soborno del Partido” se ha desplegado en muchos países. Su gran promesa de llevar prosperidad a los países con su iniciativa el “One Belt y One Road” (la Franja y la Ruta) nunca se cumplió sino que las compañías chinas entraron por toda Europa con inversiones como ‘trampas de deuda’ y se beneficiaron solo de su lado; también por esa ruta llegó después el virus PCCh.
Pero Dios no permite que el PCCh pueda salirse con la suya cuando este no respeta las vidas humanas y no tiene un comportamiento moral. El mundo se ha despertado del sueño de que viene gran riqueza asociándose al PCCh.
Magufuli tiene otra queja.
Los kits de prueba del virus PCCh pueden incluso testear cabras y pawpaws
El presidente Magufuli no solo tuvo el coraje de rechazar el préstamo, también sabe cómo sacar evidencias de las decepciones de “algún país”. Cuando muchos tanzanos que no estaban infectados con el virus, pero que daban ‘positivo’ después de ser testeados con kits que provienen de “algún país”, el presidente quiso averiguar la calidad de los kits de prueba del virus. Entonces ordenó que se envíen al laboratorio muestras de una cabra y una fruta llamada pawpaw, similar a una papaya. Estas estaban etiquetadas con nombres humanos para ocultar el origen.
Y de estas ‘pruebas ciegas’, los resultados fueron totalmente una extraña sorpresa, ya que estas dos muestras dieron “positivo”. Hasta hoy, que las frutas puedan contraer el virus PCCh nunca ha sido confirmado, aunque fue detectado en casos aislados de animales domésticos, como gatos y perros.
Magufui sólo dijo que los kits fueron recientemente importados sin identificar el país. Sin embargo, se sabe desde hace tiempo que China, el epicentro del virus, se ha convertido, irónicamente, en el proveedor del mundo de los insumos médicos para la protección en contra el virus. La China comunista está produciendo insumos sanitarios a gran velocidad sin ninguna base de buenas normas de fabricación ni instalaciones apropiadas, con el único propósito de ganar la enorme cantidad de dinero que pueden generan las exportaciones.
Pero ahora todos los países que compraron insumos médicos del PCCh han recibido productos defectuosos e inclusive peligrosos porque dañan aún más la salud, primero porque no aportan la protección necesaria y segundo porque pueden matar los usuarios. Un ejemplo, son los ventiladores chinos defectuosos que pueden matar la gente porque la presión funciona mal en los aparatos.
Respuesta de la OMS al presidente de Tanzania
Como era de esperarse, el “socio” del PCCh, la OMS negó este jueves las quejas planteadas por el presidente de Tanzania.
Con respecto a la declaración del director de la OMS para África: “Estamos convencidos de que las pruebas (…) no están contaminadas por el virus“… Ya de por sí su declaración puede mostrar cuán defectuosos son los kits de test, si ni siquiera pueden distinguir una muestra de una cabra y una fruta de una muestra de un ser humano. Dijo que estaba seguro que “las muestras” no están contaminadas, pero no explicó cómo un kit no detecta la inmensa diferencia entre las células de un ser humano respecto a las de un animal o una fruta.
Y con respecto a las declaraciones del director de los Centros para el Control de Enfermedades (CDC) de la Unión Africana, quien dijo que Tanzania está usando la “misma prueba que todos” confirma de alguna manera que los kits son los que salen de China hacia el mundo, quien abastece a la mayoría de los países.
Este comportamiento de muy baja moral del PCCh, de ganar dinero con la salud del mundo, cuando él mismo fue el causante de esta pandemia, es lo que despertó la ira del mundo.
A pesar de eso, el PCCh no se rinde y está luchando con todas sus fuerzas para mantener su cara y su reputación para lograr en el futuro cercano ser la “gran nación” que regirá sobre el mundo entero.
Sin embargo no le será sencillo porque esta pandemia ha despertado al mundo, quien ha podido ver la verdadera cara del PCCh.
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