Redacción Tierra Pura – La amenaza global que ha traído la pandemia debido principalmente a la mala gestión del PCCh, el encubrimiento de información relevante, así como el silenciamiento de aquellos que tomaron la decisión de dar un paso adelante para informar sobre lo que esta sucediendo ha causado que el mundo se encuentre paralizado en medio de la incertidumbre.
La pandemia por el virus del PCCh (Partido Comunista Chino), conocido también como nuevo coronavirus hasta ahora ha acabado con la vida de miles de personas a nivel global, causando estragos en cientos de ciudadanos que aún continúan viviendo bajo confinamiento.
En palabras de Christopher Francis Patten, quien fue una destacada figura de la política en Reino Unido, el virus del PCCh ha matado familias, destruido negocios, acabado economías y se ha convertido en una gran amenaza para los países más pobres.
En una reciente columna publicada en el Daily Mail, Patten afirma que hay que tener en claro que el pueblo chino, entre quienes se encuentran muchos valientes enfermeros, médicos y ciudadanos que han dado lo mejor de sí para atender la emergencia, no son los culpables del desastre causado por el PCCh.
“Cuando algunos intentaron denunciar lo que estaba sucediendo, los funcionarios comunistas utilizaron los servicios de seguridad para callarlos”, dijo Patten.
“Mientras el personal médico estaba amordazado, la pandemia comenzó a extenderse a través de Wuhan a fines de enero y febrero. Millones abandonaron la ciudad y la provincia circundante de Hubei para sus vacaciones de Año Nuevo. Viajaron dentro de China y a otras partes del mundo. Esa es la razón fundamental por la que hoy todos los países están amenazados”, añadió.
La personalidad británica que al día de hoy ocupa un cargo como Canciller de la Universidad de Oxford, fue reiterativo al señalar a la dictadura comunista china como responsable de la pandemia más no a los ciudadanos chinos que se encuentran dentro como fuera del país.
Del mismo modo hizo mención especial de aquellos ciudadanos africanos que se encuentran en China, a quienes el régimen comunista ha utilizado como chivos expiatorios con el fin de incriminarlos de su negligencia y armar una cortina de humo mediática para desviar su responsabilidad.
También aprovechó para destacar el liderazgo que ha llevado a cabo Taiwán en medio de la pandemia, resaltando sus medidas y disposiciones para tratar con el brote como país democrático que es, logrando anticiparse a la alarma por el brote del virus del PCCh.
“Taiwán, una comunidad china, ha tratado la enfermedad de manera muy efectiva. ¿Por qué? Porque es una sociedad abierta y una democracia con una prensa libre”, resaltó Patten en el artículo.
El político retirado resaltó que si bien algo como una pandemia debería prevenirse en el futuro, aclaró que la cooperación con un régimen que ha mentido deliberadamente al mundo debería ser diferente, remitiéndose a situaciones similares que ocurrieron en el pasado, como la emergencia que ocasionó el SARS.
“Covid-19 no es el primer ejemplo de este riesgo. En 2002-04, el SARS comenzó de la misma manera y sus causas y propagación se cubrieron inicialmente. Afortunadamente, los resultados no fueron tan malos como lo han sido esta vez”, acotó Patten.
A la luz de los hechos ocurridos por el virus del PCCh, el Canciller de la Universidad de Oxford aseguró que debería de haber un trabajo conjunto con la ONU, así como otros países para investigar de manera abierta las causas que hay en el medio, señalando las preocupaciones que ha traído para la comunidad internacional la manera como la Organización Mundial de la Salud ha actuado en favor de China.
“Si dudas de eso, solo mira la manera en que la OMS se ha confabulado con el régimen comunista para congelar a Taiwán, con una población de casi 24 millones, fuera de la organización”, afirmó Patten, quien a su vez condenó la manera como la OMS ignoró las advertencias de Taiwán sobre un posible virus que se transmitía de persona a persona.
Por otro lado Lord Patten hizo mención de la manera como el régimen chino actúa a conveniencia en asuntos diplomáticos, citando una disputa que se presentó entre la embajada china en Canberra, Australia, sobre las medidas de prohibición de los viajes desde china impuesta por el gobierno.
Sin embargo al mismo tiempo el régimen chino había dispuesto desde comienzos del mes de enero el envío y compra de enormes cantidades de suministros médicos desde Australia.
La manera como el régimen chino ha manejado el coronavirus terminó por suscitar una investigación por parte del Primer Ministro Scott Morrison, una decisión que fue altamente cuestionada por Beijing, quien amenazó con dejar de comprar productos australianos.
“Este es el tipo de táctica de intimidación que hemos llegado a esperar de China. El mundo debería denunciarlo para variar”, expresó Patten.
“Todos los amigos de Australia deberían decir que estamos de acuerdo con la propuesta de Canberra. En cuanto a los temas comerciales y económicos, deberíamos tratar con China juntos. El crecimiento económico de China depende en gran medida de los minerales de Australia”, agregó.
De acuerdo con Patten, la China Comunista odia las democracias y todo lo que representan, señalando que poco después de que Xi Jinping se convirtiera en el dictador de China dio a conocer una serie de disposiciones para tratar el desafío planteado por las democracias occidentales, así como la libertad y el estado de derecho.
En ese sentido señaló que no era nada raro que hubiese utilizado el coronavirus como excusa para ‘atornillar’ aún más la democracia en Hong Kong arrestando a sus líderes y pasando por alto el acuerdo que hizo ante la ONU que otorgaba autonomía soberana hasta el 2047.
“La violación por parte de China de este tratado es otro motivo de profunda preocupación. Gran Bretaña tiene la obligación moral y legal de plantear este tema enérgicamente en el escenario internacional. Deberíamos alentar a nuestros amigos y a otros a hacer lo mismo”, escribió Patten.
“Un día este régimen desagradable y peligroso desaparecerá. Hasta entonces, todos los amigos de la libertad y la decencia tendrán que estar en guardia”, concluyó el artículo de opinión.
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