Redacción Tierra Pura

El primer ministro británico, Boris Johnson, ordenó a los funcionarios del gobierno que elaboren un plan para poner fin a la dependencia hacia China respecto a suministros médicos y otros productos chinos que se importan al Reino Unido, de acuerdo a The Telegraph.

De esta manera, el Reino Unido se uniría a Estados Unidos, a Japón y a otros países que están tratando de cortar de raíz el ‘Made in China’ y apuntar a la producción local, luego del fiasco del régimen chino con los insumos médicos defectuosos enviados al mundo y el mal manejo en cuanto al coronavirus (también llamado virus PCCh) originado en Wuhan, China.

Asimismo, luego de que el virus PCCh haya devastado a las economías de todo el mundo, Johnson está tratando de recuperar el control de la cadena de suministro del Partido Comunista de China (PCCh).

Los planes, cuyo nombre en código es “Proyecto de Defensa”, buscan identificar las principales vulnerabilidades económicas de Gran Bretaña hacia gobiernos extranjeros potencialmente hostiles como China, según un reporte del viernes en el periódico The Times.

Según el reporte, se establecieron dos grupos de trabajo como parte del proyecto. Una fuente le dijo a The Times que el objetivo era diversificar las líneas de suministro para no depender más de China para elementos esenciales.

Johnson dijo a los legisladores que tomaría medidas para proteger la base tecnológica de Gran Bretaña y se espera que la revisión del gobierno también incluya equipos de protección personal y medicamentos, agrega el informe.

En esa línea, Japón comenzó un «éxodo masivo» de manufacturas de China a medida que el país se mueve para ser más autosuficiente y menos dependiente de la cadena de suministro del Partido Comunista Chino.

Por su parte, el presidente de EE. UU. Donald Trump, dio un paso histórico al trasladar la producción de productos farmacéuticos a América y alejarla de los «paraísos de explotación» de China y la India, firmando un contrato multimillonario para llevar de vuelta a los Estados Unidos la elaboración de productos farmacéuticos.

El Reino Unido depende estratégicamente de China para una serie de bienes críticos. Estos incluyen ingredientes farmacéuticos necesarios para producir analgésicos, antibióticos y medicamentos antivirales. Otros bienes importantes son productos químicos industriales, metales y productos electrónicos, de los que se intentará desligar.

El régimen chino ha estado abordando crecientes críticas internacionales sobre su manejo del brote de coronavirus, que comenzó en China antes de extenderse al resto del mundo. 

EE. UU. y otros países plantean que el régimen chino creó una campaña de “desinformación” que ayudó a difundir el coronavirus en todo el mundo. 

El virus apareció por primera vez en la ciudad china de Wuhan, provincia de Hubei,  en diciembre pasado y se extendió rápidamente por todo el mundo, provocando la muerte de más de 300.000 personas y provocando un gran daño económico.

El mundo tiene que despertarse y alejarse del PCCh así como lo están haciendo algunos países y organizaciones. Para sobrevivir, el PCCh tiene que ser totalitario, engañando y manipulando no solo a los chinos, sino al resto del mundo. 

Llegó la hora de despertarse, de reconocer la razón de la maldad y el deterioro de la moral en todo el mundo (gente inocente sigue muriendo en todo el planeta por el virus PCCh).

Si China no estuviera gobernada por una dictadura totalitaria comunista, sería imposible que exista un laboratorio desarrollando investigaciones secretas ni encubriendo la información crucial para prevenir una pandemia que terminó afectando primero a las vidas de Wuhan, luego la de otros chinos y, finalmente, a la gente de todo el mundo.

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