Redacción Tierra Pura – Agentes de Aduanas y Protección de Fronteras (CBP) de EE. UU. arrestaron al oficial del ejército del Partido Comunista de China (PCCh), Xin Wang, quien intentaba salir del aeropuerto de Los Ángeles con una visa obtenida mediante mentiras.
De acuerdo con las acusaciones, Wang también espió la disposición de las instalaciones del laboratorio de la Universidad de California, con sede en San Francisco (UCSF), y llevaba la información consigo para entregarla a sus colegas en China, informó el Departamento de Justicia de EE. UU., el 11 de junio.
A fin de obtener la visa en 2018 Wang afirmó haber sido Profesor Asociado de Medicina en su país durante 14 años, pero se descubrió que era un Mayor del ejército que trabajaba como técnico, hechos sobre los cuales mintió para propiciar la obtención de la visa.
Asimismo, durante el año de estudios que cursó en la Universidad de California Wang recibió compensaciones económicas de la universidad, del Consejo de Becas de China, y del ejército del régimen chino.
Parte de los trabajos de laboratorio efectuados por Wang fueron subvencionados por el Departamento de Salud y Servicios Humanos de los Estados Unidos y por los Institutos Nacionales de Salud (NIH).
Los agentes del CBP también descubrieron que, al llegar al aeropuerto de Los Ángeles, Wang había borrado todos los mensajes recibidos desde China a través de la red WeChat.
De ser condenado podría pasar hasta 10 años en la cárcel y ser multado con la suma de 250 mil dólares.
Estados Unidos ha sido víctima del flagelo del espionaje organizado por el PCCh durante años, al extremo de que para el FBI se ha convertido en “la mayor amenaza” para su país.
“Creemos que ningún país representa una mayor amenaza que la China comunista”, enfatizó el jefe de contrainteligencia del FBI, John Brown, según Radio Free Asia.
La gran cantidad de agresiones y conflictos que el régimen chino a generado alrededor del mundo, incluidas las graves acusaciones por el manejo irregular de la pandemia del virus PCCh, han puesto a muchos países en guardia.
En la actualidad se adelantan varias legislaciones y proyectos para salvaguardar los derechos y las libertades habituales en los países occidentales, y protegerlos de las influencias del PCCh, consideradas amenazantes.