Artículo traducido por Tierra Pura de Minghui.org (en chino)

La historia siempre es sorprendentemente similar y nos ha dejado demasiadas lecciones. Si se pudiera volver el tiempo atrás, la gente buena no volvería a elegir un ciclo de reencarnación así.

La retribución del emperador Yu Wenyong de la dinastía Zhou del Norte por exterminar la creencia budista

Hay una historia en el libro budista chino de la dinastía Tang, “Fayuan Zhulin”. En el undécimo año de la dinastía Sui, Zhao Wenchang, el primer ministro del Templo Mayor, murió repentinamente, pero su corazón se quedó ligeramente caliente, y justamente, después de un rato, volvió a la vida y le dijo a su familia que había ido a la morada del Rey del Infierno. Fue salvado de la muerte, porque ese Rey lo alabó por su devoción al budismo y porque pudo memorizar una escritura budista sin que falte una sola palabra.

Zhao también le contó a su familia que había visto a dos personas en el infierno. Una de ellas era Bai Qi, un general de la nación Qin, que estaba encarcelado en un gran pozo de excrementos con su pelo flotando en la superficie del agua; era una situación trágica. Bai Qi estuvo pagando sus pecados en el infierno por haber matado a 40.000 personas.

Otra persona que Zhao reconoció fue Yu Wenyong, el joven emperador de la Dinastía Zhou del Norte, que murió de una violenta enfermedad después de perseguir y destruir el budismo. Una vez, Zhao fue escolta del emperador Yu, por eso lo reconoció en el infierno. Zhao vio que el emperador ya no tenía un aspecto imponente como antes. Estaba encerrado en una habitación lateral con tres pesadas cerraduras de pinza.

Retrato del emperador Yu Wenyong por Yan Liben

El emperador Yu le rogó a Zhao que enviara un mensaje al emperador Yang Jian de la dinastía Sui: “He hecho muchas cosas malas en mi vida que podrían ser excusables, y pude justificarlas delante del Rey del Infierno, pero la persecución y destrucción a la creencia budista fue un pecado grave que no se me pudo perdonar”. El emperador Yu estaba muy arrepentido y le dijo a Zhao: “Espero que el emperador de la dinastía de Sui pueda hacer algunas buenas acciones por sí mismo y realizar ceremonias rituales para que pueda salir del infierno”.

Durante su vida terrenal, el emperador Yu declaró que no temía ir al infierno por su prohibición y destrucción de las creencias budista y taoísta. En 574, después de su conquista de la dinastía Qi del Norte, destruyó todas las estatuas y escrituras budistas, y todas las propiedades budistas fueron confiscadas para convertirse en residencias de funcionarios. Expulsó a tres millones de monjes y monjas de los monasterios para que trabajen en los campos y paguen impuestos. Al año siguiente, el emperador Yu murió de una violenta enfermedad a la edad de 35 años.

Poco después de que el emperador Yu destruyera la creencia budista, su reino fue completamente destruido y casi todos los integrantes de la familia real fueron asesinados. ¿No fue esto una retribución?

La historia del emperador Yu de Zhou, que se arrepintió en el infierno y buscó ayuda del emperador Yang Jian de la dinastía Sui, se encuentra en los libros antiguos y clásicos como “La Crónica del Inframundo”, “Libros Ilustrados Antiguos y Modernos” y “El Libro de la Paz”.  También en la historia oficial de la dinastía Sui, “Libro de Sui”, fue registrado que el emperador Yang Jian, de hecho, pagó una ceremonia de rituales para el fallecido emperador Yu de la dinastía Zhou.

La religión budista experimentó cuatro exterminaciones desde que se comenzó a difundir en China por órdenes del emperador Tuoba Shao del norte de la dinastía Wei, del emperador Yu Wenyong del norte de la dinastía Zhou, del emperador Li Yan de la dinastía Tang, y del emperador Cai Rong del Reino Posterior de la dinastía Zhou. Durante el reinado de estos cuatro emperadores, las estatuas de Buda y templos fueron destrozados, las escrituras budistas fueron quemadas, y los monjes y monjas fueron asesinados y obligados a abandonar su fe. En esos tiempos, el Cielo se enojó, el pueblo lo lamentó y los gobernantes perdieron la confianza del pueblo. Sin embargo, estos emperadores no escucharon las voces del pueblo e insistieron en seguir su propio camino, lo que finalmente condujo a graves consecuencias. Los cuatro emperadores murieron a una temprana edad media. Tuoba Shao fue asesinado por su ministro, Yu Wen Yong murió de una úlcera supurante, Li Yan murió envenado y Cai Rong enfermó y murió repentinamente.

La desaparición de la religión budista en la India

La religión budista ha sido objeto de muchas supresiones por parte de reyes y otras vías religiosas en la India, donde se originó.

La religión budista alcanzó su apogeo durante la época de Ashoka III, el tercer rey de la Dinastía Maurya de la India. Toda su vida, Ashoka construyó templos, ayudó a los pobres y, por eso, despertó los celos de muchas otras vías religiosas. Después de la muerte del Rey Ashoka, el gran general Vasumitra se hizo rey después de matar a la reina y estableció el brahmanismo como religión de Estado, comenzando la destrucción del budismo y las masacres. Más de 800 monasterios fueron destruidos y los asesinatos grupales de monjes budistas dejaron ríos de sangre. Los creyentes laicos fueron encarcelados y flagelados.

Durante la dinastía Gupta, el brahmanismo evolucionó gradualmente hacia el hinduismo en la India, y los hunos del norte de la India eran extremadamente hostiles con la religión budista y perseguían a sus creyentes.

Durante la Dinastía Harsha, el Rey Sasanka de la India Oriental inició un proceso de invasión hacia el oeste y quemó, destruyó y mató a todo lo que encontró de la religión budista. Incluso encontró el árbol de Bodhi, donde Sakyamuni se iluminó. Allí quemó los monasterios budistas y mató a los monjes. En el siglo XI, cuando el Rey Muhámmad de Afganistán invadió la India, el islam se infiltró en el país y todos los creyentes de otras religiones fueron quemados. Los budistas, particularmente, sufrieron grandes tribulaciones y fueron obligados a optar entre convertirse al islam o ser asesinados. En el siglo XII, la vía budista Tantra escapó a Nepal y al Tíbet.

Después de más de mil años, el budismo gradualmente se fue extinguiendo en la India, y hoy en día, menos del 1% de la población india es budista. El resto de los indios cree en cualquier cosa. En una ciudad en el norte de la India incluso hay un templo de adoración a las ratas, conocido como el Templo de Karni Mata. Durante los últimos 600 años, cientos de devotos han estado adorando ratas en el templo todos los días. ¿Cómo puede un animal salvar a un ser humano?

La gran plaga de la historia provocada por la destrucción de la creencia budista

El ser divino conocido en la tierra como el Buda se reencarnó en un ser humano para difundir las enseñanzas de la Ley de los Budas en el mundo con el objetivo de salvar a los seres. La denigración, supresión, falta de respeto y mala interpretación de las enseñanzas de Buda por parte de todas las personas, ya sea desde el exterior o desde el interior, se convirtieron en un mismo karma para todos los seres que estuvieron en contra de las enseñanzas de Buda. Cuando involucra mucha gente, este pecado se convierte en una retribución compartida por todos, y las reencarnaciones llevarán inevitablemente a la formación de la pobreza, el atraso, los desastres naturales, pestes y otras aflicciones de la Tierra.

Desde principios del siglo XIX hasta el presente, la peste casi nunca estuvo ausente en India. La epidemia de cólera de 1817 que se originó en el delta del Ganges, se transformó en una pandemia mundial. Le siguió el horror de la peste negra medieval europea, que duró casi todo el siglo XIX y se cobró entre 15 y 38 millones de vidas en India.

Río Ganges, India. (Foto de archivo)

En 1898, un trabajador de un silo de cereales en Bombay (India) mostró síntomas de peste, lo que provocó un brote que mató a 500.000 personas. En el transcurso de aproximadamente 10 años, esta peste mató a decenas de millones de personas en India. En los 30 años siguientes, otros 12,5 millones de indios murieron a causa de la peste. En 1994, la peste volvió a estallar en India, matando de 300.000 a 500.000 personas. Entre 1926 y 1930, la viruela causó una epidemia devastadora en la India. El número de muertos fue 500.000.

En 1918, cuando la Gripe Española se propagó en el país, un indio relató: “El Ganges estaba lleno de cadáveres. Mi esposa también estaba ahí. No había suficiente madera para la cremación, fue uno de los momentos que nunca pude olvidar en mi vida. Mi familia desapareció en un parpadeo”. Kingsley Davis, demógrafo estadounidense, estima que el número de personas muertas en la India durante esta pandemia fue de unos 20 millones, o sea, en ese momento, representaba al 5% de la población total con una tasa de mortalidad superior al 10%.

Foto actual del río Ganges, India

Actualmente, la India tiene la tercera epidemia de SIDA más grande del mundo, con unas 2 millones de personas infectadas. En la India, entre 10.000 y 20.000 personas mueren de malaria cada año. Al mismo tiempo, enfermedades como el dengue, la leptospirosis, la fiebre tifoidea y la encefalitis son también brotes frecuentes en el país. La epidemia también fue bastante grave durante el brote del virus PCCh (también conocido como coronavirus); en Internet aparecieron videos de personas en las calles de la India colapsando en el suelo.

La India se ha convertido casi en un bastión de las epidemias humanas, que han provocado la muerte de unas 70 millones de personas en los últimos tiempos en el país asiático. Además de los factores epidemiológicos como la alta densidad poblacional, la pobreza y la contaminación del medioambiente, una razón esencial de la aparición de constantes epidemias allí puede ser la persecución a la religión budista original. La religión budista enseñó que la pecaminosidad es una de las causas más profundas de las calamidades humanas.

La Antigua Roma, afectada varias veces por epidemias

A la Antigua Roma, que persiguió a los cristianos durante 300 años, le cayeron 3 veces las plagas y 60 millones de personas murieron. En 313, el cristianismo fue reivindicado pero el pecado de todos los que participaron en la persecución contra los cristianos no desapareció. La plaga de Justiniano, que duró de 541 a 591 causó la muerte de 30 a 50 millones de personas.

En aquel tiempo, la persecución a los cristianos era una locura espantosa al extremo. De la misma manera, el horror de la plaga fue suficiente para conmocionar a la humanidad.

Los cristianos bondadosos que hicieron buenas obras fueron incriminados como incendiarios y calumniados como herejes por los que estaban en el poder. Los emperadores romanos ordenaron que los cristianos fueran arrojados a los anfiteatros para alimentar a los leones y fueran quemados vivos atados en maderas secas. Los firmes creyentes fueron encarcelados, torturados, tratados como desviados y locos. Las autoridades recompensaban a los informantes y el show del ataque de las bestias salvajes que mordían, destrozaban y devoraban a los cristianos se convirtió en un estímulo para los romanos en su búsqueda de diversión. No había ningún lugar donde los discípulos de Dios pudieran huir, y tuvieron que aceptar una muerte mortificante.

Sin embargo, la retribución también llegó como una sombra, como una ola abrumadora. Según los relatos de la época, a veces, mientras las personas se miraban en una conversación, de repente empezaban a temblar y se caían en la calle o en su casa.

Asimismo, muchas personas sufrían repentinamente secreciones en sus entrañas, adenitis inguinal, abscesos y fiebre alta; morían en tan solo 2 o 3 días o incluso solo minutos.

La gente de cada reino, cada territorio, cada región y cada ciudad fuerte, fue tocada por la peste; ningún área se salvó.

Los emperadores romanos que persiguieron a los cristianos tampoco terminaron bien; Nerón se suicidó en un motín; Decio murió en una batalla; Antonino Pío, Claudio y otros emperadores del Imperio Romano murieron por la plaga. Galerio murió de la plaga, con gusanos creciendo en sus células.

Sin embargo, la humanidad no aprendió la lección después de aquella trágica época.

La persecución contra Falun Dafa por parte del Partido Comunista ha resultado en dos grandes epidemias

El Partido Comunista Chino (PCCh), que predica el ateísmo, se ha convertido en la tribulación de la humanidad y el factor crucial que determinará si la humanidad puede o no llegar al futuro. En 1999, lanzó la persecución contra los 100 millones de creyentes de la vía milenaria de la Escuela Buda llamada Falun Dafa, e involucró a casi todos los chinos a cometer estos crímenes contra la humanidad, llegando incluso a planificar la sustracción de los órganos de estas personas (mientras aún están con vida) para su posterior comercialización. A lo largo de los años, a muchas personas que perseguían a los practicantes les llegaron malas retribuciones.

La sustracción de órganos es uno de los crímenes que forman parte de la persecución religiosa contra los practicantes de Falun Dafa en China

Hay demasiados casos sobre la retribución de la gente que persigue creyentes. En el caso de la persecución a Falun Dafa, el PCCh instiga y exige que todos expresen su odio contra los practicantes de Falun Dafa y si son activos, les da la oportunidad de hacerse ricos y corruptos, por ejemplo, con la venta de órganos sustraídos de practicantes vivos. El PCCh ha llevado al pueblo chino a un abismo de perdición y desesperación sin salvación.

Teniendo en cuenta las lecciones de la historia, uno puede ver fácilmente que las causas subyacentes del SARS en 2003 y del coronavirus de Wuhan en 2019 se debieron a que el PCCh persigue a Falun Dafa y otra gente de fe. Sin embargo, durante estas dos epidemias, el PCCh siguió difundiendo grandes mentiras, afirmando falsamente que la batalla contra la epidemia había tenido éxito y continuó presumiendo de sí mismo. Su intención es mantener su control totalitario, pero el peligro es que los chinos serán sorprendidos sin preparación en la próxima gran eliminación.

No se supone que la historia se deba repetir de esta manera. Solo aquellos que ven la maldad del PCCh y creen en la divinidad de los humanos y los dioses podrán sobrevivir.

Referencias:

1. Heart’s Edge: “La historia es un espejo: La revelación de la destrucción del Imperio Romano por la plaga”, Minghui.org.

2. “Las tres grandes plagas de la Antigua Roma”, Minghui.org.

3. Qingquan: “La Admonición del Yin Si”, Minghui.org

4. Wu: “Persecución de Dioses y Budas al Infierno”, Minghui.org

5. “La historia de la F 5. “La historia de los cuatro exterminios de Buda, la repetición de las similitudes y consecuencias”, Minghui.org

6. Li Fang: El Libro de la Paz y Guangji

7. “La gran plaga en la historia moderna de la India”, Epoch Times

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