Se trata de Xu Zhangrun, de 57 años, profesor de leyes veterano en la reconocida Universidad de Tsinghua. Es uno de los pocos académicos en China que se han atrevido a criticar duramente el manejo del coronavirus del régimen chino.
El 6 de julio pasado, alrededor de 20 policías en decenas de coches se presentaron en su residencia alrededor de las 5 a.m. para llevarlo bajo custodia. Las autoridades lo acusan de haber solicitado una prostituta, cargos que son vistos por sus amigos cercanos como una movida para denigrar su persona.
Lea también: El primer joven arrestado en Hong Kong bajo la nueva ley impuesta por el régimen chino es acusado de “terrorismo”
Según la BBC, confiscaron su computadora y escritos.
Xu estaba bajo prisión domiciliaria por publicar un artículo a comienzos de febrero de 2020, criticando el manejo del régimen sobre la pandemia. Incluso ya desde marzo de 2019, la Universidad le inició una investigación a Xu por publicaciones que hizo en 2018, donde se expresaba en contra de la eliminación de los límites del período presidencial, que permitiría que Xi Jinping se quede en el poder de por vida.
Consecuentemente desde ese momento a este profesor de leyes se le prohibió enseñar, investigar y desempeñarse como referente de alumnos en la universidad.
Lea también: Declarar ilegal al PCCh y confiscar sus bienes en el exterior: influyente hongkonés pide ayuda a Trump para lograrlo
El 27 de junio, Xu publicó su libro Seis capítulos del Año del Perro 2018” en Nueva York. El libro es una colección de sus escritos que destacan la necesidad de un cambio político en China, como también las amenazas de un régimen dictatorial. Algunos opinan que la publicación de este libro fue la gota que colmó el vaso para que las autoridades chinas fueran tras él.
Xu intentó publicar el libro en Hong Kong, pero la casa editorial cedió ante la presión y canceló su publicación.
Cercanos al profesor comentaron que estaba listo y preparado para que se lo lleven, al punto de tener un bolso con cepillo de dientes y ropa colgado en la puerta.
Al presente se desconoce su paradero.
Por Álvaro Colombres Garmendia
Le recomendamos:
Envía tu comentario
Últimas
