Por José Hermosa 

El primer ministro de Reino Unido, Boris Johnson, endureció su postura frente al régimen chino en temas tan delicados como la prohibición de Huawei, la empresa de telecomunicaciones vinculada al Partido Comunista de China (PCCh), y la defensa de la autonomía de Hong Kong.

En este sentido, el Secretario de Cultura Oliver Dowden confirmó que Huawei será prohibido de la red 5G del Reino Unido, ya que este no puede “confiar” en la empresa, y avisó que “a partir de finales de este año los operadores de telecomunicaciones no deben comprar ningún equipo 5G de Huawei”, según Independent del 14 de julio.

En la toma de la decisión influyeron los riesgos para la seguridad nacional que implica el posible espionaje por parte del PCCh a través de Huawei, las sanciones de EE.UU. a la empresa y el acercamiento comercial al mercado estadounidense, luego de la separación de la Unión Europea (UE).

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Por otro lado, el apoyo brindado por Reino Unido a los derechos humanos de los hongkoneses luego de la entrada en vigor de la draconiana ley de seguridad impuesta por el PCCh en su antigua colonia, tensa aún más las relaciones con el régimen chino, al grado de que algunos pronostican el comienzo de una nueva guerra fría.

“Nos dirigimos hacia una Guerra Fría; no hay duda de ello”, manifestó Tobias Ellwood, presidente del Comité de Defensa de los Comunes, de acuerdo con Independent.

Es de esperar que el régimen chino aplique su acostumbrado sistema de retaliaciones, como lo hizo con Australia.

El Reino Unido arriesga un mercado de $ 86.000 millones de dólares anuales con el régimen chino y miles de millones más en inversiones internas chinas.

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Asimismo, están en juego el turismo y la cantidad de estudiantes que llegan desde China a las universidades británicas, que podrían disminuir drásticamente por la intervención del PCCh, y no sería difícil que aumentaran los ciberataques.

De todas maneras la situación comercial del régimen chino no debería ser muy fácil, tampoco.

“El talón de Aquiles de China es que su crecimiento depende absolutamente del comercio mundial”, afirmó Ellwood. “Pero aún así les permitimos tomar las decisiones; les permitimos cambiar las reglas o torcer las reglas”, agregó, según Politico. 

Para el Reino Unido un tratado comercial con Estado Unidos sería un importante apoyo comercial. También busca vincularse al Acuerdo Integral y Progresivo para la Asociación Transpacífica.

Esta alianza une 11 países, incluidos Japón, Canadá y Australia, y es vista por algunos en Westminster como otro refuerzo importante en la nueva postura de Gran Bretaña frente al impacto que podría generar el endurecimiento de sus relaciones con el régimen chino.

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