Bajo la intensa presión internacional por obtener la vacuna contra el virus PCCh (Partido Comunista de China) una empresa farmacéutica vinculada al régimen chino utiliza a sus empleados “voluntarios” como conejillos de indias en los ensayos previos.
La farmacéutica SinoPharm anunció las pruebas en sus empleados, generando serios cuestionamientos éticos por la presunción de coacción sobre ellos, dados los altos riesgos de la aplicación de la sustancia antes de que el régimen chino apruebe el uso en las personas, de acuerdo con Fox23 News, del 16 de julio.
Aunque SinoPharm alude a un “espíritu de sacrificio” los empleados de la gran farmacéutica “podrían sentirse presionados a participar”, a juicio de Yanzhong Huang, un experto en salud global del Consejo de Relaciones Exteriores, entidad sin ánimo de lucro con sede en EE. UU
.”La idea de gente dispuesta a sacrificarse… es bastante esperada en China”, agregó Huang.
Este proceso, que podría implicar una flagrante violación de las normas éticas internacionales, es una muestra de la importancia de la apresurada carrera por obtener la primera vacuna que rompa el destructivo ciclo iniciado por el virus del PCCh, del que se acusa a Beijing.
“La competición política por ser el primero no es menos importante que la carrera por la luna entre los Estados Unidos y Rusia”, a juicio de Lawrence Gostin, un especialista en legislación sobre salud pública global de la Universidad de Georgetown, ubicada en Washington D. C, Estados Unidos.
El régimen chino es un fuerte competidor en la búsqueda de la vacuna, y al parecer no tiene reparos en tomar “atajos”para ganar la carrera.
Así, concedió una aprobación especial para que los militares usen una vacuna experimental hecha por CanSino Biologics, saltándose las pruebas finales necesarias para probar si realmente funciona, de acuerdo con la agencia AP.
Esta misma empresa habría realizado ensayos en sus los investigadores el 29 de febrero, antes de que los reguladores dieran el visto bueno al estudio.
El PCCh también ha intentado el robo de información relacionada con el desarrollo de la vacuna en otro países, según informó el FBI.
“El FBI y CISA [Agencia de Seguridad de Ciberseguridad e Infraestructura] han observado a los actores afiliados a la RPC [República Popular de China] intentando obtener investigaciones de salud pública relacionadas con los tratamientos de #COVID19 [virus PCCh]. El posible robo de esta información pone en peligro la entrega de opciones de tratamiento seguras, efectivas y eficientes”, informó el FBI en un tuit del 13 de mayo.
José Hermosa
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