El Departamento de Justicia publicó el martes una acusación de 11 cargos contra dos ciudadanos chinos, acusados de llevar adelante una campaña de piratería para robo de información y extorsión.

Los laboratorios estadounidenses que llevan adelante los estudios que investigan las vacunas para combatir el virus del PCCh (Partido Comunista chino), se encuentran entre las cientos de entidades que fueron víctimas de los hackeos para robar información.

El Departamento de Justicia, advierte que un informe de un juzgado federal en Spokane, Washington, emitió una acusación a principios de este mes en la que se culpaba a dos hackers informáticos, de piratear los sistemas informáticos de cientos de empresas, gobiernos, organizaciones no gubernamentales y disidentes individuales, clérigos y activistas democráticos y de derechos humanos de los Estados Unidos y del extranjero, incluidos Hong Kong y China.  

Los acusados son dos hombres de origen chino, LI Xiaoyu (34) y DONG Jiazhi (33), en el acta de acusación figuran con 11 cargos en su contra. Se alega que recibieron formación en tecnologías de aplicaciones informáticas en una universidad china donde fueron compañeros. Luego llevaron a cabo una campaña de piratería informática que duró más de diez años hasta el presente, dirigida a empresas de países con industrias de alta tecnología, entre ellos los Estados Unidos, Australia, Bélgica, Alemania, Japón, Lituania, los Países Bajos, España, Corea del Sur, Suecia y el Reino Unido.  

Las industrias objetivo incluían, entre otras, la fabricación de alta tecnología; la ingeniería de dispositivos médicos, civil e industrial; el software empresarial, educativo y de juegos; la energía solar; los productos farmacéuticos; la defensa.  

Más recientemente, los acusados investigaron las vulnerabilidades de las redes informáticas de las empresas que desarrollaban las vacunas COVID-19, probando la tecnología y los tratamientos.

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Los acusados, en algunos casos, actuaron para su propio beneficio financiero personal, y en otros para el beneficio del Ministerio de Seguridad del régimen chino y otros organismos gubernamentales chinos, continúa diciendo el informe.

“El régimen chino está decidido a utilizar todos los medios a su alcance, incluido el robo de propiedad intelectual de compañías, laboratorios y universidades estadounidenses, para degradar las ventajas económicas, tecnológicas y militares de los Estados Unidos. La escala y el alcance de la actividad de pirateo patrocinada por los servicios de inteligencia de la RPC (República Popular de China) contra Estados Unidos y nuestros socios internacionales es diferente a cualquier otra amenaza que enfrentamos hoy”, aseguró el subdirector del FBI, David Bowdich.

Los dos acusados continúan libres en China. Los funcionarios federales admitieron el martes que lo más probable es que nunca pisen una corte estadounidense. Pero la acusación conlleva una carga simbólica importantísima. Debido a que la investigación llevada a cabo por los Estados Unidos y los cargos con los que se acusa a los dos hombres chinos afecta a muchas potencias del mundo y a empresas e instituciones de gran peso.

El régimen chino está siendo acusado por el gobierno de los Estados Unidos de ser cómplice de estos hackers y también de otros casos de piratería y robo de información denunciados recientemente. 

La Embajada de China en Washington aún no hizo una declaración formal al respecto de este último caso. Pero, según informó Reuters, el portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de China, Wang Wenbin, solicitó este miércoles a los Estados Unidos que deje de hacer acusaciones infundadas en su contra.

Andrés Vacca

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