Por Mamela Fiallo Flor

En medio de la tensión racial vivida en EE.UU., impulsada por grupos como Black Lives Matter, políticos conservadores apelan a la historia de la nación para hacer justicia. Esto incluye la prohibición del Partido Demócrata por su rol en la esclavitud africana y la creación del Ku Klux Klan.

«Una gran parte de la historia del Partido Demócrata está llena de racismo y odio», dijo el congresista republicano de Texas, Louie Gohmert.

«Dado que la gente exige que nos deshagamos de las entidades, los símbolos y los recordatorios de los aspectos repugnantes de nuestro pasado, ha llegado el momento de que los demócratas reconozcan el pasado repugnante e intolerante de su partido, y consideren cambiar el nombre de su partido por algo que no esté tan descaradamente y ofensivamente relacionado con la esclavitud, Jim Crow, la discriminación y el Ku Klux Klan», continuó.

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Gohmert presentó el jueves 23 de julio una resolución frente a la Cámara de Diputados que insta a los legisladores a prohibir las organizaciones o grupos políticos que históricamente han apoyado la esclavitud en los Estados Unidos.

La resolución fue copatrocinada por los legisladores republicanos Andy Biggs (Arizona), Jody Hice (Georgia), Randy Weber (Texas) y Andy Harris (Maryland), luego de que la Cámara votó el miércoles para eliminar del Capitolio las estatuas de personas que defendieron la esclavitud.

Los legisladores republicanos destacaron cómo la legislación demócrata era tan frontalmente segregacionista que imponía multas de mil dólares (28 mil al precio de hoy) contra los oficiales permitían escapar a los esclavos.

Aunque es muy improbable que la resolución prospere, en Fox News se lee que «parece entenderse más como una crítica a la supuesta ‘hipocresía descarada’» en torno al voto contra las estatuas de personas que defendieron en su momento la esclavitud.

Tal como detalla History.com, el Ku Klux Klan (grupo que perseguía a los esclavos para evitar su escapatoria) nació en el Partido Demócrata, en contraposición a las reformas del Partido Republicano, que fue fundado en conjunto con esclavos liberados como el renombrado Frederick Douglas (cuya estatua fue derribada en el marco de las protestas de Black Lives Matter):

“(el KKK) se convirtió en un vehículo para la resistencia blanca del sur a las políticas de la era de la Reconstrucción del Partido Republicano destinadas a establecer la igualdad política y económica para los negros. Sus miembros emprendieron una campaña clandestina de intimidación y violencia dirigida a los líderes republicanos blancos y negros. Aunque el Congreso aprobó una legislación diseñada para frenar el terrorismo del Klan, la organización vio su objetivo principal, el restablecimiento de la supremacía blanca, cumplido mediante victorias demócratas en las legislaturas estatales de todo el Sur en la década de 1870…

… A partir de 1867, la participación afroamericana en la vida pública en el Sur se convirtió en uno de los aspectos más radicales de la Reconstrucción, ya que los negros ganaron las elecciones para los gobiernos estatales del sur e incluso para el Congreso de los Estados Unidos. Por su parte, el Ku Klux Klan se dedicó a una campaña clandestina de violencia contra líderes y votantes republicanos (blancos y negros) en un esfuerzo por revertir las políticas de Reconstrucción Radical y restaurar la supremacía blanca en el Sur”.

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El vínculo entre el Partido Demócrata y el KKK se mantuvo hasta la actualidad. Hillary Clinton, aspirante a la presidencia en el 2016 y secretaria de Estado del gobierno de Obama, se refirió a un miembro del KKK como su «mentor». Llamó «el corazón del Senado», al legislador demócrata Robert Byrd, líder del Partido Demócrata y miembro más longevo dentro del Senado, quien tuvo un alto grado de jerarquía dentro del Ku Klux Klan.

Para Byrd, veterano de la Segunda Guerra Mundial, servir en el ejército junto a soldados negros era una forma de manchar la bandera de los EE.UU. Pese a su legado racista pudo ser senador vitalicio hasta su muerte en el 2010.

Mientras el Partido Republicano busca hacer justicia entorno a la historia, el Partido Demócrata pretende negarla. El aspirante a la presidencia Joe Biden acusó a Donald Trump de ser el primer presidente racista de la historia de los EE.UU., lo cual causó profunda indignación entre la población negra.

El periodista Charlemagne, al cual Biden dijo de frente «si no sabes si votar por mí o por Donald Trump, entonces no eres negro», reprochó al demócrata por negar la historia de la nación.

Un ejemplo destacado es el presidente demócrata Woodrow Wilson. «El racismo de Wilson fue significativo e impactante incluso para los estándares de su propio tiempo», anunció la Universidad de Princeton cuando retiró su nombre de los alumnos destacados.

Con las elecciones presidenciales en noviembre, una acción política contra los demócratas que hoy se abanderan de la causa de Black Lives Matter —pagando incluso las fianzas de los detenidos durante los destrozos y saqueos— podría causar impacto en las urnas.

Pues pese a la historia racista de la izquierda de EE.UU. obtiene el 90 % de los votos de la población negra, acción que con la verdad a la luz podría cambiar.

Fuente: Panam Post.

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