La Organización Mundial de la Salud se encuentra en el centro de las críticas tanto por su mal accionar respecto a la pandemia provocada por el virus del PCCh, como por sus conexiones y encubrimientos con el régimen comunista chino. 

Con una mirada retrospectiva, activistas de derechos humanos y expertos en salud están cuestionando los signos de aprobación que ha dado la OMS, en reiteradas ocasiones, al polémico programa de donación de órganos del régimen chino.

Manifestación simulada, frente a la Casa del Parlamento en Canberra, Australia, el 28 de noviembre de 2012, en la que se expone la tortura y persecución de los practicantes de Falun Gong por parte del PCCh y la extracción de órganos de cuerpos vivos (minghui.org)

A principios de año, un Tribunal Independiente con sede en Londres, establecido para investigar la Sustracción Forzada de Órganos a los Prisioneros de Conciencia en China, sentenció que: “Los miembros del Tribunal están seguros, por unanimidad y más allá de toda duda razonable, de que en China se ha practicado la sustracción forzada de órganos a presos de conciencia durante un período de tiempo considerable, y que involucra a un número muy importante de víctimas”.

En la sentencia de más de 500 páginas se detallan infinidad de pruebas contundentes y testimonios desgarradores, que dan prueba de la extracción forzada de órganos a una escala significativa y los practicantes de Falun Gong han sido una, y probablemente la principal, fuente de suministro de órganos. 

El Tribunal no ha tenido evidencia de que la importante infraestructura asociada con la industria de trasplantes del régimen chino haya sido desmantelada, y sin una explicación satisfactoria sobre la fuente de los órganos fácilmente disponibles, concluye que la extracción forzada de órganos continúa hasta hoy.

Según una nota de FOX News, el Partido Comunista Chino reconoció el uso de prisioneros de conciencia durante décadas, para cosechar órganos para una industria valuada en más de 1 mil millones de dólares. En 2015, luego de enfrentar presiones por parte de organizaciones de Derechos Humanos y grupos de activistas sociales, el PCCh anunció que su política oficial había cambiado y sólo extraerían órganos después de la muerte del donante. 

“La industria ha seguido creciendo a un ritmo rápido durante la última década, y se convirtió en una gran industria lucrativa para el PCCh. No lo detendrán a menos que sus crímenes estén completamente expuestos, enjuiciados y sancionados por las comunidades internacionales”, dijo a Fox News Xiaoxu Sean Lin, un microbiólogo y activista portavoz de la Asociación de Falun Dafa con sede en Washington.

Numerosos grupos de Derechos Humanos hicieron reiterados pedidos a la OMS y Naciones Unidas para que se investigue sobre las terribles denuncias al régimen chino. En cambio, y para frustración de muchos, la OMS lejos de investigar, elogió el programa de donación de órganos en reiteradas ocasiones.

Estos son algunos de los signos de aprobación por parte de la OMS al cuestionado sistema de trasplante de órganos recopilados por Fox News:

  • En el 27º Congreso Internacional de la Sociedad de Trasplantes en España, el Dr. José Núñez, que supervisa la recopilación de datos de trasplantes de órganos a nivel mundial para la OMS, criticó las acusaciones relacionadas con la sustracción de órganos en China como “rumores”.
  • Meses después de que el Tribunal de China publicara sus conclusiones preliminares que revelaban la sustracción de órganos, Núñez informó a medios chinos: “la reforma de trasplante de órganos del país ha logrado resultados notables en un corto período (…) La experiencia de China puede servir de modelo para toda la región asiática y el mundo “.
  • Dr. Francis L. Delmonico, Presidente del Grupo de trabajo de la OMS sobre donación y trasplante de órganos, dijo: “la característica más importante de la experiencia china en el trasplante de órganos es el fuerte apoyo del gobierno chino, que es un ejemplo que muchos países deben seguir.”
  • El Dr. Edward Kelley, director del Departamento de Prestación de Servicios y Seguridad en la sede de la OMS, según la prensa estatal del régimen chino, afirmó que China y otros países que participan en la reunión son “modelos globales en el campo del trasplante de órganos”. 

HISTORIA SOBRE LA SUSTRACCIÓN DE ÓRGANOS A PRACTICANTES DE FALUN GONG

Fue en marzo de 2006 cuando por primera vez se escuchó hablar de esta atrocidad. Una mujer china denunció que alrededor de 4000 practicantes de Falun Gong habían sido asesinados por sus órganos en el hospital donde ella trabajaba. También dijo que su esposo, un cirujano en el mismo hospital en las afueras de la ciudad de Shenyang, le contó a ella que él le había sacado las córneas a unos 2000 cuerpos vivos de practicantes de Falun Gong.

Repetición en 2018 en Viena, Austria, para demostrar la extracción forzosa de órganos de los practicantes de Falun Gong en China por parte del partido comunista chino. (minghui.org)

Una semana después, un médico militar chino no solo corroboró la historia de la mujer sino que dijo que estas atrocidades estaban ocurriendo en 36 campos de concentración diferentes de todo el país. El más grande, dijo, retenía 120 mil personas. Dijo que fue testigo de cómo transportaban practicantes de Falun Gong masivamente por todo el país en trenes para ganado, por la noche y bajo estricta seguridad.

Simpatizantes de Falun Gong y activistas de derechos humanos comenzaron inmediatamente a investigar los alegatos. Hicieron llamadas a hospitales chinos pretendiendo ser compradores de riñones o hígados. Para su horror, uno tras otro, los médicos confirmaron abiertamente: tenemos stock de Falun Gong; simplemente vengan y pueden tener su órgano en una semana.

Estremecidos por estos reportes, dos prominentes abogados de derechos humanos canadienses lanzaron su propia investigación. En julio de 2006, el ex secretario de estado para Asia Pacífico, David Kilgour y el abogado de derechos humanos, David Matas publicaron su informe de 140 páginas, el cual concluía: “Llegamos a la lamentable conclusión de que los alegatos son verdaderos”. Su investigación también concluía que un gran número de órganos trasplantados en China desde que comenzó la persecución en 1999, no podrían haber sido provistos por donantes voluntarios o prisioneros ejecutados.

A fines de mayo, después de una investigación sobre los vínculos de la OMS con el régimen chino, en medio de un brote masivo del virus del PCCh, el presidente Trump retiró los fondos de la organización.

Andrés Vacca

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