La armada del régimen chino realizó nuevos ejercicios simulados de ataque, haciendo debutar a sus bombarderos recientemente adquiridos.
Desde la semana pasada, la fuerza aérea del régimen chino está realizando simulacros de fuego real y envió más aviones de combate a sus bases en el Mar del Sur de China.
Tal como informó el South China Morning Post (SCMP), el portavoz militar con sede en Hong Kong, Song Zhongping, dijo que los ejercicios tenían como objetivo enviar una advertencia a la Marina de los Estados Unidos sobre sus recientes patrullajes en el área, ya que los bombarderos fueron diseñados para atacar buques de guerra en el mar.
Tal como informó el medio digital del régimen chino Global Times, en los ejercicios de simulacro participaron nuevos aviones de combate afiliados a la Armada del Ejército Popular de Liberación, incluidos los bombarderos H-6G y H-6J. La ubicación específica de los ejercicios no fue revelada.
El coronel Ren Guoqiang en una conferencia de prensa con medios chinos el día jueves dijo que durante los simulacros, los aviones de combate del Ejército de Liberación Popular (EPL) del Sur, del Comando de la Marina de Aviación, completaron con éxito los ejercicios de entrenamiento. Los cuales incluyen despegue y aterrizaje durante el día y la noche, ataques a larga distancia y ataques a objetivos de superficie.
Los militares que hablaron con Global Times dijeron que el personal que participó de los ejercicios de entrenamiento, demostraron estar muy preparados para el combate. Lo que confirma que el H-6J, que hizo su primer aparición pública ésta semana, ya tiene la capacidad para llevar a cabo misiones de combate en todo clima, y también es capaz de atacar con precisión objetivos marítimos en movimiento.
Según argumentaron, los simulacros se produjeron en respuesta a los ejercicios de la Marina estadounidense en las aguas en disputa el 16 de julio, en los que participaron dos portaaviones estadounidenses, el USS Nimitz y el USS Ronald Reagan.
Ambos portaaviones comenzaron a operar en la región el 4 de julio tal como informaron diversos medios, cuando Estados Unidos realizó su primer ejercicio de dos portaaviones en el Mar del Sur de China en al menos cuatro años, en medio de una creciente tensión con el régimen chino por su invasión ilegal en las aguas internacionales.
Antecedentes en el Mar del Sur de China
El régimen chino, bajo la presidencia de Xi Jinping, se embarcó en una ambiciosa ola de construcción de islas en el Mar del Sur de China, extendiendo sus reclamos de soberanía en gran parte del área, desafiando los reclamos lógicos de sus vecinos del sudeste asiático.
Esquivando todo tipo de acuerdo y norma internacional, el régimen chino ha desplegado misiles y equipos de bloqueo en islas artificiales, y ha desafiado a los barcos y aviones estadounidenses que operan en la región en pos de garantizar la libre circulación.
Durante el pasado fin de semana, el secretario de Estado Mike Pompeo volvió a manifestar la postura de la administración Trump al respecto en un mensaje vía Twitter: “La política de los Estados Unidos es muy clara: el Mar del Sur de China no es el imperio marítimo de China. Si Beijing viola el derecho internacional y las naciones libres no hacen nada, como lo muestra la historia, el PCCh simplemente tomará más territorio. Las disputas del Mar de China deben resolverse mediante el derecho internacional”.
Por Andrés Vacca