Luego de haber cerrado su última fábrica de teléfonos inteligentes el año pasado en China, ahora también cerrará la última fábrica de computadoras.
Los crecientes costos laborales bajo el régimen chino ya habían provocado que el año pasado la empresa surcoreana, Samsung, decidiera cerrar su última fábrica de teléfonos inteligentes en China. Ahora se suma el golpe que dio a la economía el virus del PCCh y la guerra comercial con Estados Unidos, un combo explosivo que está haciendo reconsiderar dónde ubicar las cadenas de producción y suministro de una gran cantidad de grandes firmas, como es el caso de Samsung que decidió recientemente cerrar también su última fábrica de computadoras en el gigante asiático.
Según informó el South China Morning Post (SCMP), la línea de montaje de computadoras de Samsung en Suzhou, China, dejará de producir y se centrará más en la investigación y el desarrollo.
Tal como notifica un aviso dirigido al personal de la compañía al que tuvo acceso el SCMP, “A excepción de los empleados del departamento de investigación y desarrollo, todos los demás contratos de trabajo se verán afectados”.
El año 2012, fue el mejor momento de la fábrica en cuanto a su facturación, contaba con 6500 empleados. Actualmente, son 1700 los empleados que están viendo con temor su futuro laboral a raíz de los recientes anuncios de Samsung. De los cuales sólo la mitad estaría afectado a las tareas de fabricación y ensamble.
La planta comenzó a trabajar en Suzhou en el año 2002, al poco tiempo de que el régimen chino se uniera a la Organización Mundial del Comercio. Los envíos al extranjero desde que comenzó a producir fueron incrementándose exponencialmente hasta el año 2012 cuando llegó a su apogeo de facturación con 4300 millones de dólares, llegando a estar en el top 20 en la lista de los mayores exportadores de China.
En el 2018 la facturación ya había caído a 1000 millones de dólares y los costos laborales, por el contrario, habían incrementado considerablemente. Algunos meses después, Samsung, cerró su planta de teléfonos móviles y la trasladó a Vietnam.
Samsung aún mantiene en Suzhou una planta considerable de fabricación de pantallas LCD y recientemente abrió una fábrica de chips de memoria en la ciudad china, Xi’an.
La reorganización del conglomerado surcoreano, es un fiel reflejo de los cambios que está sufriendo china como país productor e industrial, el cuál está perdiendo considerables ventajas en el ensamblaje y fabricación, a medida que aumentan sus costos laborales y el virus del PCCh pone en riesgo constante la continuidad de las cadenas de suministro mundial. A ésto se suma la guerra comercial con Estados Unidos que abre la posibilidad de la restricción a un mercado clave de exportación de productos electrónicos fabricados en China.
Por Andrés Vacca
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