De manera virtual y con los ratings en caída libre, los demócratas cerraron esta semana su Convención Nacional. Un verdadero circo político, con el extremismo de izquierda capturando la velada y un Joe Biden que no pudo llegar a la media hora de discurso

Como todos los años electorales, el Comité Demócrata Nacional, órgano que gobierna el Partido Demócrata, llevó a cabo su Convención Nacional esta semana, con el objetivo de exponer su agenda y elegir formalmente a los candidatos presidenciales.

Con un periodo de duración de 4 noches, el Partido Demócrata eligió oficialmente al ex vicepresidente Joe Biden y a la senadora Kamala Harris como la fórmula de candidatos a Presidente y Vicepresidente, respectivamente.

Por la pandemia del coronavirus, se decidió realizar por primera vez en la historia una Convención 100% virtual, con videos pre-grabados, debates en vivo por Zoom, y múltiples conferencias de algunos dirigentes del partido. Pero para sorpresa de pocos, con lo corrido a la izquierda que están los demócratas, la Convención fue un verdadero circo.

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Se habló de feminismo, veganismo, ecologismo, justicia social, socialismo, comunismo, marxismo, sindicalismo, racismo y todos los demás “-ismos” que actualmente definen al Partido Demócrata como uno de los partidos más de izquierda del primer mundo.

Primera Noche: Sanders se volvió a doblegar y reapareció Michelle Obama.

La primera noche de la Convención contó con la presencia del senador de extrema izquierda Bernie Sanders, quien fracasó rotundamente en obtener la nominación del partido luego de perder sucesivas elecciones primarias contra un Joe Biden que ni siquiera hacía campaña ni daba discursos.

De manera muy similar a su también intento fallido en 2016, Sanders, que juró cmbatir el establishment demócrata, se doblegó y dio su total apoyo a Joe Biden. Muchos lo acusan de haber recibido dinero para hacer esto, y recuerdan que en el anterior ciclo electoral, luego de darle su apoyo a Hillary Clinton, se compró una mansión cerca del lago en Vermont.

En esta oportunidad, usó su discurso para tratar de convencer a sus votantes de extrema izquierda que apoyen la candidatura de Biden. El senador aseguró que el objetivo de su presencia en la Convención es “transformar la campaña de Biden en lo mas progresista posible.

También, reveló que Biden le prometió que si es elegido Presidente, tomará medidas socialistas “de manera inmediata” que consensuará directamente con Sanders, como el aumento del salario mínimo y la migración del país hacia un sistema de salud totalmente público.

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La Convención dio por culminada su primera jornada con el discurso de Michelle Obama, la ex-Primera Dama y esposa del ex presidente Barack Obama. 

Muchas expectativas estaban puestas en este discurso. Michelle Obama actualmente es quien mejor imagen positiva tiene dentro del Partido Demócrata, y hubo mucha especulación que este año ella iba a ser la candidata a Presidente. Sin embargo, se cree que los Obama saben que esta elección el presidente Trump es imposible de vencer y que decidieron guardar su candidatura para 2024. Según ella, después de 8 años en la Casa Blanca, se quiere dedicar a su familia y no quiere saber más nada con la política.

Sea cual fuere la razón, los medios progresistas asociados con el establishment demócrata siempre le han hecho un fuerte blindaje mediático a la ex-Primera Dama, ocultando diversos escándalos de su vida privada. Pero ni siquiera con este blindaje se pudo contener lo desastroso que fue su discurso en términos de falta de exactitud y desinformación en esta oportunidad.

Michelle Obama llegó hasta afirmar en su discurso que “Trump había ordenado separar a los padres inmigrantes ilegales de sus niños y colocar a esos niños en celdas“, cuando absolutamente todos saben que esa medida fue implementada en 2014 por su esposo, Barack Obama.Ni siquiera AP pudo evitar mencionar que su discurso tuvo enormes falsedades.

Segunda Noche: los escándalos sexuales de Bill Clinton

El día martes fue el turno del ex presidente Bill Clinton, que hasta la llegada de los Obama había sido el líder indiscutido dentro del Partido Demócrata.

Su discurso fue vacío, corto, y poco conciso. Atacó a Trump por su respuesta del coronavirus y mintió con los datos económicos de la pos pandemia. Por último, en tal vez uno de los comentarios más irónicos de la última década, aseguró que el presidente Trump convirtió a la Oficina Oval en un centro de “escándalos y tormentas”.

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Por demás curioso ya que Bill Clinton recibió un impeachment por haber mentido bajo juramento, cuando se demostró que había acosado sexualmente a una de sus asistentes en la misma Oficina Oval, en múltiples ocasiones.

Además, la participación de Bill Clinton ocurrió el mismo día que el diario británico Daily Mail difundiera fotos que lo comprometen aún más en el caso de la red de pedofilia del difunto multimillonario demócrata, Jeffrey Epstein. 

En las fotos difundidas se lo puede ver a Clinton recibiendo un masaje de Chauntae Davies, una mujer que ha denunciado extensamente esta red de pedofilia y ha demostrado que fue una esclava sexual de Jeffrey Epstein, desde sus 16 años hasta sus 25.

La foto, que se presume que se sacó en 2002, muestra a una Davies de 22 años en un aeropuerto en Portugal, junto al ex presidente, en un viaje que hizo en representación de la Fundación Clinton. Según los registros de vuelo, este viaje lo hizo con el avión Lolita Express, cuyo dueño es Jeffrey Epstein.

Pese a las evidencias que involucran a Clinton en uno de los casos de abuso sexual más grandes de la historia, el Partido Demócrata decidió defender al ex presidente y mantener su discurso programado en la Convención. 

Tercera Noche: velada para la comunidad afroamericana, con Barack Obama y Kamala Harris

En la tercera noche, el plato fuerte fueron las del el ex-presidente Barack Obama y la compañera de formula de Joe Biden, Kamala Harris, ambas figuras que representan con más fuerza a la comunidad afroamericana dentro del Partido Demócrata, a pesar de haber llevado a cabo pésimas políticas en su contra. 

El discurso de la flamante candidata a Vicepresidente, duró alrededor de 25 minutos y fue una de las pocas que lo dio en vivo, desde el edificio demócrata en Delaware.

Según los mismos analistas políticos y militantes demócratas, fue uno de los más pobres y con menor impacto de la Convención, habló de las líderes feministas dentro del Partido Demócrata, de su madre, que no es afroamericana si no de la India, de su marido, de su carrera como abogada y Fiscal, y le dedicó algunos insultos al presidente Trump.

Por su parte, Barack Obama ofreció un discurso contundente, aunque con muchas partes innecesarias, como los ataques directos y de gran bajeza moral contra el presidente Trump.

Quebró una tradición presidencial que perduraba en Estados Unidos, la de abstenerse de comentar sobre el desempeño de su sucesor en el cargo en eventos políticos de gran envergadura.Obama se adjudicó el éxito en el manejo de las pandemias de los virus del Ébola y el H1N1, aunque fueron insignificantes ante el nivel de propagación del coronavirus, y llamó en su discurso a combatir el cambio climático, la pobreza y el terrorismo, aunque se negó a hablar de terrorismo islámico. 

Hacia el final del discurso, llamó a votar por Joe Biden, y con ojos llorosos dijo que “esto no se parece a Estados Unidos de América“, en referencia a las enormes reformas que llevó a cabo Donald Trump en los últimos años.

Cuarta Noche: Joe Biden sigue mostrando su demencia senil

La última noche de la Convención estuvo marcada por el discurso del ahora candidato oficial a la Presidencia por el Partido Demócrata, Joe Biden. 

Biden responsabilizó a Trump por los muertos de la pandemia del coronavirus y por la pérdida de empleos en el país, a pesar de que, per capita, Estados Unidos no está ni entre los 5 países que más muertos ha tenido, y el desempleo está bajando con firmeza. 

A su vez, el candidato aseguró que “Trump podría haber hecho mucho más para frenar a esta pandemia“, pese a que él mismo se opuso en enero a la medida de Trump de prohibir vuelos provenientes de China.

Biden se comparó con FDR, el presidente más importante de la historia demócrata, llamó a que la gente “vote desde sus corazones” y, entre varios furcios, aseguró que Estados Unidos “está atravesando cuatro crisis al mismo tiempo: la peor pandemia en 100 años, la peor recesión económica desde la Gran Depresión, la crisis racial más convincente desde los 60s y la verdad indenegable del cambio climático”.

Su discurso estuvo plagado de comentarios que no le interesan al trabajador promedio; no explicó cómo encararía la pos pandemia de ser electo Presidente, no habló de cómo solucionaría el desempleo ni cómo sus impuestos al carbón o su “Green New Deal” permitirían al país salir de la recesión.

En medio de las especulaciones por el estado de salud y mental de Biden, según datos de la cadena CSPAN, el discurso de Biden fue el más corto dado por un candidato presidencial desde 1984, contando con tan solo 24 minutos.

Todavía se mantiene la pregunta, ¿cómo va a hacer para sobrevivir 2 horas de debate ininterrumpido contra Donald Trump?

Además de las participaciones de las figuras prominentes del partido, la Convención albergó debates y paneles que trataban temas específicos de la nueva agenda demócrata, dado por dirigentes dentro del partido, generalmente durante el día y con casi nula televización de lo ocurrido.

En uno de ellos, enfocado en el funcionamiento de la policía, se propuso la abolición total de la fuerza policial y de las cárceles como la agenda oficial del Partido Demócrata.

En otro, integrado por las figuras jóvenes del partido, se abogó “por la destrucción total del capitalismo y la supremacía blanca“. 

Desde el punto de vista de la audiencia, el evento tampoco obtuvo los resultados que se esperaban. Los datos televisivos muestran que los ratings de la primera noche de la Convención fueron un abrumador 48% menos respecto de 2016. 

El discurso de Biden, el momento más importante de toda la velada, obtuvo un 21% menos de audiencia comparado al de Hillary Clinton en 2016, que ya de por sí había sido históricamente bajo. Sin lugar a dudas, un mal augurio para los Demócratas de cara a noviembre.

La elecciones estadounidenses de fin de año parece que serán una victoria o una derrota de Donald Trump, pero de ninguna manera una victoria por parte del Partido Demócrata, que no tiene el entusiasmo que debería tener un candidato presidencial. Pocas veces en la historia hubo un voto más útil en el país, con la mayoría de los demócratas votando en contra de Trump y no a favor de Biden.

Fuente: La Derecha Diario

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