Traducido de Zero Hedge por Tierrapura.org
Por Tyler Durden
Mientras la Administración Trump trabaja para mantener un flujo de titulares relacionados con China, que circulan por las redes sociales, Politico informó el martes que la administración está evaluando la posibilidad de calificar el trato de Beijing a la minoría musulmana uigur como un “genocidio”.
Por supuesto, para que esta etiqueta tenga algún poder o efecto real, tendría que ser respaldada por el Consejo de Seguridad de la ONU. Y considerando que China tiene un escaño permanente y poder de veto, las probabilidades de que esto llegue a suceder en la ONU son virtualmente imposibles.
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Sin embargo, la historia -que casi con toda seguridad provocará una reprimenda de Beijing, y en la prensa controlada por el Estado- también muestra otras alternativas más probables que ponen de relieve el hecho de que la Administración Trump, está tomando muy en serio la cuestión de las violaciones de los derechos humanos de los uigures a manos de un régimen que no rinde cuentas.
El contraste es claro: Trump está luchando por preservar la condición de Estados Unidos como bastión de la libertad a los ojos del mundo, mientras que los estudiantes universitarios blancos trabajan con delincuentes y otros “radicales” confundidos, para socavar el orden y la confianza en los Estados Unidos, argumentando que la elección de Trump fue una “afrenta a la democracia” tan grande que nada de lo que diga o haga cambiará las cosas.
Artículo de Politico:
“Los Estados Unidos están considerando formalmente calificar la brutal represión de China contra la minoría musulmana uigur como un “genocidio”, dijeron dos funcionarios de la administración Trump.
Activistas y legisladores han estado presionando para la designación de genocidio en los últimos meses, pero la mera consideración de esta posibilidad por parte del gobierno de EE.UU. podría dañar aún más los maltrechos lazos entre Beijing y Washington. También se produce en el medio de la campaña presidencial de 2020, en la que ambas partes han competido por ver qué candidato sería más duro con China. Un portavoz de Joe Biden señaló que el ex vicepresidente apoya la calificación, un factor que podría influir en los cálculos del presidente Donald Trump.
La discusión, que supuestamente involucra a varios departamentos del poder ejecutivo junto con el NSC y la Casa Blanca, está todavía en sus “primeras etapas”.
Las discusiones internas de la administración están todavía en sus primeras etapas, involucrando a funcionarios del Departamento de Estado, el Consejo de Seguridad Nacional y el Departamento de Seguridad Nacional, según los funcionarios de la administración que hablaron con POLITICO bajo condición de anonimato. Si no hay suficiente consenso para utilizar el término genocidio, la administración podría en cambio acusar a los dirigentes chinos de otras atrocidades, como “crímenes contra la humanidad” o “limpieza étnica”.
El asesor de seguridad nacional de la Casa Blanca, Robert O’Brien, ha acusado a los líderes comunistas de China de dirigir “campos de concentración” para uigures en Xinjiang, una provincia noroccidental que alberga a millones de uigures. Un miembro de un panel de derechos humanos de las Naciones Unidas dijo en 2018 que China había “convertido la región autónoma uigur en algo que se asemeja a un campo de reclusión masivo”, donde las personas son retenidas sin cargos y con pocos recursos para obtener representación legal para ser liberadas. Se cree que más de un millón de uigures están detenidos en esas instalaciones.
Los grupos de defensa de los derechos de los uigures han acusado al Gobierno chino de torturar a muchos uigures, obligar a las mujeres uigures a abortar y a ser esterilizadas, alimentar pobremente a algunos detenidos y tratar de borrar su cultura étnica distintiva, lo que incluye obligar a muchos a denunciar el islam y recitar consignas del Partido Comunista. Beijing también utiliza una amplia tecnología de vigilancia para rastrear a los uigures.
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Las declaraciones de genocidio son poco comunes, jurídicamente difíciles y muy sensibles políticamente. Los funcionarios de los Estados Unidos han tratado a veces de evitar esas declaraciones en el pasado, entre otras cosas porque, en teoría, el derecho internacional obligaría a algún tipo de intervención estadounidense, aunque no necesariamente de tipo militar”.
Dado que Político no es un lugar frecuente para las primicias de la administración, es posible que quien filtró esta historia podría tener un hacha para atacar al Secretario de Estado Mike Pompeo. Tal vez es un burócrata militante frustrado con el abordaje de la política real del Secretario.
“El portavoz de la NSC John Ullyot tampoco abordó la discusión sobre el genocidio, pero dijo en una declaración: “Las atrocidades del Partido Comunista Chino también incluyen la mayor reclusión de una minoría étnica desde la Segunda Guerra Mundial. Mientras la administración anterior y muchos otros líderes mundiales pronunciaron discursos y retórica vacía, el Presidente Trump ha tomado medidas audaces”. Un portavoz del DHS (Departamento de Seguridad Nacional), se negó a hacer comentarios.
El término “limpieza étnica” no se encuentra en el derecho internacional, así que efectivamente no tiene valor. Pero EE.UU. lo ha usado para denunciar violencia étnica en el pasado. Por ejemplo, la Casa Blanca de Trump ya lo ha usado para denunciar la persecución de los musulmanes rohingya en Myanmar por el gobierno dirigido por la Premio Nobel de la Paz Aung San Suu Kyi. Aparentemente, el Secretario de Estado Mike Pompeo decidió no calificar la persecución de los rohingya como un genocidio por temor a que eso acercara a Myanmar a Beijing”.
Pero incluso a Politico le cuesta reconciliar el apoyo inquebrantable de Trump a los Uighers, un grupo minoritario musulmán en una región que no es ajena al terror, con las acusaciones de “islamofobia” frecuentemente lanzadas contra Trump y su administración.
No es de extrañar que no hayamos visto esta historia en la CNN o en otros medios de comunicación.