Traducido de chinadaily.com por Tierra Pura
Se administran más de mil millones de vacunas a los chinos cada año, pero por cada vida que ayudan a salvar de alguna enfermedad, la temida inyección daña a más de 1.000 niños, según el Centro Chino para el Control y la Prevención de Enfermedades.
Esos niños afectados sufren de secuela por vacuna, es decir, una afección o suceso que puede abarcar desde daño nervioso hasta la muerte.
En China todos están de acuerdo que hay que mejorar el sistema de vacunación del país.
Wang Yu, director del Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades (CCDCP) de China, dijo que existen tecnologías de vacunas avanzadas y que algunos otros países las están utilizando. Pero la tecnología de vacunas de China se actualiza muy lentamente o no se actualiza en absoluto. China todavía está utilizando técnicas de producción de vacunas de hace 30 años.
El profesor de la Universidad de Pekín Wang Yuedan culpa a la falta de capacidad. “La principal disparidad está en el conocimiento. Ha habido una seria fuga de cerebros en el campo de la inmunología debido a los bajos salarios y al desarrollo de la carrera. La inmunología es el área central de la biomedicina y Occidente nos oculta su tecnología de vacunas. Si no cambiamos el sistema, el potencial seguirá disminuyendo y no habrá mejoras sustanciales en este campo”.
Li Baoxiang, cuyo hijo quedó paralizado después de una vacuna contra la gripe H1N1 en la ciudad de Linyi, provincia de Shandong, escribió: “La aguja de la vacuna cayó sobre nuestra familia como una bomba nuclear y destruyó a nuestros hijos y nuestra familia … Ya que ningún país puede garantizar que la vacuna sea 100 % segura, debe existir un sistema de ayuda eficaz para quienes sufren reacciones adversas”.
El Southern Metropolis Daily hizo un seguimiento durante 3 años a casi 50 familias con casos similares. Las siguientes son algunas de sus historias.
Matar o curar: vacunas en China
Caso 1: Lu Jiarun, niña nacida en la ciudad de Shangqiu, provincia de Henan el 25 de mayo de 2009.
Vacuna Antimeningocócica
Cuando Lu Jiarun tenía solo 7 meses, podía estar de pie y se despertaba cada mañana diciendo “papá”. Lu Weiwei sintió que estaba entre los hombres más felices del mundo, pero una vacuna destinada a prevenir que su pequeña se enfermara hizo todo lo contrario y terminó con su felicidad para siempre.
En 2009, su madre llevó a la niña a un centro de salud local para vacunarla contra la meningitis. Al regresar a casa, la niña comenzó a llorar antes de sufrir convulsiones. Después del tratamiento en diferentes hospitales, su estado se deterioró y los médicos dijeron que fue causado por una reacción a la vacuna.
Después de numerosas idas y vueltas en los reclamos para una indemnización, finalmente la familia obtuvo 120.000 yuanes (aprox. 17.500 dólares estadounidenses) del gobierno local. Pero el dinero solo podría costear su tratamiento hasta finales de 2012, cuando volvieron a enfrentarse a dificultades extremas. Después de años de tratamiento, la niña no se recuperó.
Caso 2: Fei Jingming, mujer, nacida en la ciudad de Yancheng, provincia de Jiangsu el 26 de julio de 1992.
Vacuna contra la influenza tipo A H1N1
En 2009, Fei, de 17 años, tenía una buena voz de ópera y estaba ansiosa por unirse a una escuela de arte. En noviembre, preguntó a sus padres si debería vacunarse contra la gripe H1N1. Su padre ya había recibido la vacuna y le aconsejó que lo hiciera. Pero fue una decisión de la que se arrepintieron.
Después de la inyección, empezó a tener dolores en las articulaciones. Al día siguiente, empezó a sangrar por los ojos y le diagnosticaron un trastorno sanguíneo. Los médicos dijeron que el único tratamiento posible era un trasplante de médula. Pero no se encontró a tiempo una compatibilidad de médula ósea exitosa y el 8 de marzo de 2010, su enfermedad se deterioró y murió.
Más tarde, la madre de la niña descubrió que la empresa productora de la vacuna fue suspendida por fabricar vacunas falsas.
“¿Cómo pudieron las vacunas falsas pasar los controles y ser compradas por el gobierno? ¿Cuántas familias más como yo han perdido a sus hijos debido a vacunas falsas?” preguntó la madre.
Caso 3: Dong Zixin, niña nacida en la ciudad de Shangqiu, provincia de Henan, el 4 de mayo de 2009.
Vacuna Antimeningocócica
En mayo de 2009, el nacimiento de Dong trajo una gran alegría a la familia. Siete meses después, fue vacunada contra la meningitis, pero pronto desarrolló complicaciones. Ese mismo día, le dio fiebre y luego tuvo convulsiones.
Unos días después, el médico les dijo que la niña tenía lesiones cerebrales irreversibles, que no tenía tratamiento alguno. La familia recibió una indemnización por 300.000 yuanes (aprox. 43.700 dólares estadounidenses) .
Caso 4: Zhang Wen, mujer, nacida en la ciudad de Jingmen, provincia de Hubei el 11 de abril de 1997
Vacuna contra el sarampión, virus vivo atenuado
Zhang Wen era una vez una niña sana que tocaba la batería y estaba ansiosa por ingresar a la escuela de arte.
En octubre de 2009, una vacuna contra el sarampión cambió su vida. Una semana después de la inyección, Zhang comenzó a toser y a moquear por la nariz. Más tarde tuvo dolor de espalda y tuvo dificultades para ir al baño. Zhang dijo que sentía que estaba usando zapatos hirviendo, y que prefería morir. Ella pidió abandonar el tratamiento al que estaba siendo sometida, varias veces.
Después de años de tratamiento, Zhang todavía está débil y solo puede ir a la escuela medio día. Su batería está desechada en el sótano, cubierta de polvo.