El Centro de Control de Enfermedades (CDC) de Estados Unidos reveló este fin de semana que solo el 6% de los pacientes que aparecen entre los fallecidos por COVID-19 murieron exclusivamente por la enfermedad que causó la infección del coronavirus.
Esto quiere decir que de los 167.558 muertes registradas en Estados Unidos a la fecha de publicación del reporte, el pasado 28 de agosto, solo 10.053 fueron causadas por COVID-19, mientras que el resto, unas 157.505 personas, murieron con el coronavirus en el cuerpo, pero por otras razones, principalmente enfermedades cardiovasculares, complicaciones con la diabetes, obesidad mórbida, insuficiencia renal o hasta otras infecciones respiratorias distintas al COVID-19.
Lea también: Argentina, nación vendida a globalistas y al régimen chino: las verdaderas razones de la cuarentena interminable
Además, el CDC asegura que entre las 167.558 muertes reportadas, en promedio 2,6 causas de muertes adicionales fueron encontradas. Lo cual implica que la gran mayoría de los fallecidos que fueron registrados, en específico un 94%, probablemente se hubiera muerto de entre 2 o 3 enfermedades distintas al COVID-19, por más que no se lo hubiera contagiado.
Este reporte de la CDC viene en medio de un escepticismo mundial a la verdadera tasa de mortalidad del coronavirus. De ser cierto este número, solo 10.053 muertes podrían ser vinculadas explícitamente al COVID-19, lo que implica que solo el 0,18% de los casos positivos habría fallecido por la enfermedad que causa el virus por sí mismo, a diferencia del 3,03% que se reporta oficialmente hoy. Esto es unas 17 veces más.
Esta revelación contribuye a los múltiples reportajes que indican que en la gran mayoría de la gente que se infecta, el virus ni siquiera presenta síntomas, siendo la pérdida del olfato (anosmia) y del sabor (hiposmia) como la mayor complicación.
Lea también: Matar o curar: Vacunas made in China
De este grupo, menos de un 25% presenta un cuadro febril, y un 25% de este 25% necesita ser hospitalizado, casos que están casi siempre vinculados a una complicación previa, en particular diabetes, hipertensión, obesidad o cáncer, o cualquier complicación que contribuya a la acción del virus que es el de des-oxigenar la sangre.
En definitiva, todo parecería indicar que el virus es más contagioso de lo que se pensaba pero al mismo tiempo, mucho menos mortal.
Actualmente, Estados Unidos es el país que más casos ha registrado del virus chino, estadística íntimamente relacionada a que el gobierno de Trump es el que más tests ha hecho en el mundo per capita, junto con Singapur, Israel y Rusia, pero el único con una población y un nivel de hacinamiento tan grande, en particular en las grandes ciudades costeras.
Pero si este reporte de la CDC es cierto, Estados Unidos tendría menos muertos exclusivamente por COVID-19 que Rusia, Reino Unido, China, España y Francia, cambiando totalmente la concepción de la respuesta sanitaria del Gobierno.
Fuente: Derecha Diario.
Le recomendamos: