Por Mamela Fiallo Flor

Cuando un aborto se practica a partir de la semana 20 de gestación, el bebé (es feto hasta que nace) tiene el desarrollo suficiente para sobrevivir el procedimiento y nacer vivo. De modo que dejarlo morir implica infanticidio, crimen permitido bajo esta circunstancia en EE.UU. hasta ahora.

Como es legal el aborto en los EE. UU. y se considera la voluntad de la madre como motivo suficiente para poner fin de la vida de su hijo, el personal médico no podía intervenir para salvar a ese bebé nacido vivo.

Gracias a una orden ejecutiva anunciada por el presidente Donald Trump los sobrevivientes de abortos serán protegidos. Hasta el momento los republicanos intentaron lograr esta protección mediante el Congreso y Senado pero han fracasado por los votos negativos del Partido Demócrata.

Vale destacar cómo en los estados donde gobiernan los demócratas el aborto se ha legalizado incluso hasta el nacimiento, es decir, sin límites de tiempo y los parlamentarios demócratas obstaculizaron todo intento de limitar los plazos para practicar el aborto (incluso cuando ya siente dolor el feto).

Por ello, desde el poder ejecutivo, Trump anunció que va a garantizar esa protección mediante un decreto ejecutivo.

Trump: «se asegurará de que todos los preciosos bebés nacidos vivos reciban la atención médica que merecen»

Donald Trump se ha consolidado como el presidente más provida de la historia de los EE. UU. Fue el primero en asistir a una marcha y mediante la orden ejecutiva titulada «Born Alive (nacido vivo)», el presidente anunció que se asegurará de que todos los preciosos bebés nacidos vivos» después de un intento fallido de aborto «reciban la atención médica que merecen».

Lo dijo en el Desayuno Nacional de Oración Católica, que fue virtual debido a la pandemia del coronavirus. Trump llamó a esta medida «nuestro sacrosanto deber moral».

“También estamos aumentando los fondos federales para la investigación neonatal para asegurar que cada niño tenga la mejor oportunidad de prosperar y crecer”, continuó Trump.

La importancia del voto católico

El presidente no solo habló de política, también mostró su gratitud a la comunidad católica. La importancia de sus palabras trasciende en cuanto su rival político, Joe Biden, exvicepresidente bajo Barack Obama, busca el voto católico. Puesto que Biden fue criado católico. Sin embargo, al adoptar la postura pro aborto del Partido Demócrata, esto lo excomulga.

En la Convención Nacional Republicana la campaña de Trump no solo terminó con el canto del Ave María, también incluyó la intervención de una líder provida como Abby Johnson (recientemente convertida a la fe católica) y una monja, Deirdre Byrde, que en su juventud fue doctora del ejército de EE. UU.

Byrde resaltó: «Biden-Harris son la dupla más anti-vida de la historia, apoyan incluso el horror del aborto tardío y el infanticidio».

En su apelación a la comunidad católica Trump destacó: “Crecí junto a una iglesia católica en Queens, Nueva York, y vi cuánto trabajo increíble hizo la Iglesia Católica por nuestra comunidad”, dijo, después de expresar su “profunda gratitud a cada persona que ora por mí y por la primera dama”, así como por los Estados Unidos.

“Estas son personas asombrosas”, dijo sobre los católicos. «Son grandes, grandes personas».

“Las escuelas católicas brindan a muchos niños desatendidos la oportunidad de alcanzar su potencial dado por Dios”, continuó Trump. “Los católicos de todos los orígenes comparten el amor de Cristo con los más vulnerables al cuidar de los ancianos, las personas sin hogar y los vecinos necesitados. Nuestra nación es fuerte gracias a los católicos y todas las personas de fe”.

“Creemos en el gozo de la familia, la bendición de la libertad y la dignidad del trabajo y la verdad eterna de que cada niño nacido y no nacido está hecho a la santa imagen de Dios”, dijo el presidente. «Siempre protegeré el papel vital de la religión y la oración en la sociedad estadounidense, y siempre defenderé el sagrado derecho a la vida».

Melania Trump es la primera católica que habita la Casa Blanca desde Kennedy

Citando al Papa polaco, animó a los católicos a dejar que “la buena nueva de Cristo irradie de vuestros corazones y la paz que solo él da permanezca para siempre en vuestras almas”.

“Estamos muy agradecidos por los millones de católicos en todo Estados Unidos que viven de acuerdo con estas hermosas palabras y traen esperanza, alegría, luz y gracia al mundo”, agregó Trump.

También señaló: “Melania y yo visitamos recientemente el santuario de San Juan Pablo II, un hombre que tuvo un impacto tan profundo en nuestro país y el mundo. Fue una visita increíble”.

Melania Trump, su esposa, migrante eslovena, es la primera católica en habitar la Casa Blanca desde el presidente John F. Kennedy y su esposa Jacqueline.

Faltando poco más de un mes para las elecciones presidenciales, Trump busca diferenciarse de su rival, primero como el presidente de la ley y el orden frente al caos de las manifestaciones de Black Lives Matter y segundo como el líder que enfrenta a la agenda globalista de control de población, del cual es partícipe el Partido Demócrata.

Pero sobre todo manifiesta cómo el derecho no es aquello que da el Estado sino lo que es tan sagrado que el Estado no debería tener el poder de arrebatarlo, los derechos naturales, comenzando por la vida.

Fuente: Panampost.com

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