Desde que Biden robó la elección, estas élites realmente creen que van a controlar el mundo. No se dan por vencidas, alimentadas por la fantasía que serán los nuevos dueños del mundo y de toda la humanidad, en una sociedad esclavista. Esto sueñan todos los gobiernos izquierdistas.
Pero la verdad es que el Partido Comunista chino (PCCh) los usa para llegar a este sueño. Después, el PCCh los va a esclavizar, a ese grupo élite. Nadie es más ‘astuto’ que el PCCh…
Los que están abiertamente siguiendo estos pasos, además de Justin, son, entre otros, Merkel de Alemania, Johnson de Inglaterra, Sánchez de España, Macron de Francia. Van a ser sacudidos cuando el próximo presidente en los Estados Unidos resulte ser Donald J. Trump.
¿Cómo pueden esos líderes y muchos más aún tener tan corta visión? Ni pueden esperar al resultado oficial, que apresuradamente enviaron saludos para Biden. Ellos se van a arrepentir porque sí, habrá un ‘nuevo orden’ mundo, pero sin los izquierdistas y las élites, será un mundo nuevo. Porque Dios está llevando al mundo a un nuevo orden solo de bondad, verdad, rectitud, sinceridad, decencia, y sobre todo de respeto a Dios. ¡La humanidad necesita un nuevo orden bajo Dios!
El primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, sometería a Canadá al controvertido “gran reseteo” propuesto por Foro Económico Mundial, usando como justificación el virus PCCh (Partido Comunista de China).
“Creí que se suponía que esto era una teoría de conspiración. Pero aquí está, directamente de la boca de Trudeau. La pandemia es la excusa para un “gran reajuste” del mundo, liderado por la ONU, tuiteó el autor canadiense Ezra Levant el 15 de noviembre.
Efectivamente, este plan del Foro Económico Mundial no es una teoría conspiratoria sino un plan que pretende imponer un gobierno mundial respaldado por la ONU, y Trudeau es el primer líder mundial que habla de él públicamente, según el medio Westphalian Times.
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Entre los objetivos del “gran reseteo” se encuentran las tan criticadas teorías del “cambio climático”, las “energías verdes” y la “redistribución de la riqueza”.
Interpretado en términos de Levant, el “gran reseteo”: “Significa globalismo; significa socialismo; significa fronteras abiertas; significa reemplazar la soberanía local con organizaciones supranacionales. Significa más de la ONU, y menos de Canadá”.
No en vano el Arzobispo Carlo Maria Vigano, Ex Nuncio Apostólico de EE. UU., calificó esta iniciativa de peligrosa “conspiración global contra Dios y la humanidad”, en carta abierta dirigida al presidente estadounidense Donald Trump, recientemente.
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Vigano alude a un complot mundial perpetrado por las “Élites”, en el que participan líderes mundiales, agrupados alrededor del Foro Económico Mundial.
Uno de sus líderes sería el multimillonario Bill Gates, quien insiste en la vacunación obligatoria de todas las personas contra el virus PCCh (coronavirus).
“Quienes no acepten estas medidas serán confinados en campos de detención o sometidos a arresto domiciliario, y todos sus bienes serán confiscados”, describe Vigano.
Corroborando la afirmación del Arzobispo Vigano sobre los campos de detención, este es otro de los pasos que ya está dando Trudeau en Canadá.
Si bien inicialmente el gobierno candiense negó la construcción de tales campos, en el siguiente video se muestra uno de ellos, al parecer construido con el fin de aislar a las personas infectadas con el virus PCCh.
No obstante, a estos campos de concentración también serían enviadas otras personas de acuerdo con los “requerimientos” de las autoridades. Por su parte los medios no informan sobre estas preocupantes construcciones.
Frente a esta descripción aparecen similitudes con el comportamiento de regímenes comunistas, como el que impone el Partido Comunista de China (PCCh).
De hecho, el Foro Económico Mundial propone el gran reseteo, argumentando la pandemia, y respaldando políticas globalistas como la del controvertido cambio climático, según su página web.
Estos planes cuentan con el apoyo de empresas multinacionales como Coca Cola, Ikea, Alibaba Group, BASF, BBVA, Ecopetrol, Facebook, Huawei, y muchas empresas más, incluyendo a las vinculadas al Partido Comunista de China (PCCh).
Por su parte, el Arzobispo Vigano confía plenamente en que el complot será derrotado y que la reelección del presidente Trump será definitiva para este logro.
“Este gran reseteo está destinado a fracasar porque quienes lo planearon no entienden que todavía hay gente dispuesta a salir a la calle a defender sus derechos, a proteger a sus seres queridos, a dar un futuro a sus hijos y nietos”, pronosticó Vigano.
Finalmente, reconoce a Trump y a Estados Unidos como el baluarte destinado a contrarrestar esa conspiración.
“Los Estados Unidos de América son considerados el muro de defensa contra el que se ha desatado la guerra declarada por los defensores del globalismo”, declara Vigano.
José Hermosa
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