Por Mamela Fiallo Flor para Panam Post

«Este gobierno demuestra que no le importa nada los españoles, sólo los quiere como peones a los que adoctrinar y controlar», acusa Carla Toscano, diputada de Vox

Medio año más estarán encerrados los españoles en sus hogares por causa de la pandemia. En medio del claustro, el gobierno de coalición socialista aprobó una ley para quitar a las familias aún más libertad, esta vez a los padres la libertad de educar a sus hijos.

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Así lo denuncian desde la sociedad civil, Ciudadanos, el Partido Popular y Vox. Por causa del coronavirus, tomaron las calles de España manifestándose en automóviles. Y las acciones espontáneas continúan.

El proyecto de ley orgánica educativa se conoce por el nombre de la ministra de Educación y Formación Profesional, Isabel Celaá. Desde junio del 2020 ha enfrentado en el Congreso a las enmiendas de los partidos ya mencionados.

Los tres partidos acusan que la «ley Celaá» busca ideologizar a la educación, quitar la patria potestad a los padres y sobre todo suplantar ese rol con el de un Estado todopoderoso.

PanAmPost se comunicó con Carla Toscano, diputada de Vox en el Congreso, portavoz de la Comisión de Violencia de Género para conocer más detalles.

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¿En qué consiste la ley Celaá y por qué se oponen a ella?

En primer lugar porque es una ley totalitaria que atenta contra el derecho de los padres a elegir la educación de sus hijos como garantiza el artículo 27.3 de la Constitución española.

No garantiza la enseñanza de español en regiones como Cataluña, País vasco, la Comunidad Valenciana, Galicia o Baleares, ignorando la voluntad de los padres. Esto es un pago del Gobierno a sus socios separatistas.

Se ataca la enseñanza concertada eliminando la «demanda social» para abrir nuevos centros concertados o que estos aumenten sus plazas, y no podrán percibir cuotas de las familias, cuando el poder elegir colegio es un derecho fundamental.

Esta ley quiere vaciar y acabar cerrando los colegios de educación especial, planteando de forma exclusiva la educación inclusiva.

En resumen, es una ley que ataca la excelencia y sobre todo las libertades de los españoles.

¿Qué refleja el hecho que se propone dicha ley en plena pandemia?

Que esta ley se plantee en este momento significa que el gobierno está únicamente preocupado por su agenda ideológica y por mantenerse en el poder. Dada la actual situación de crisis económica y sanitaria, cuando han muerto decenas de miles de españoles en las condiciones más trágicas, y siguen muriendo, cuando el virus sigue sin estar controlado y millones de familias están sin trabajo, es miserable que el gobierno plantee una ley que en nada mejora las condiciones de vida de los ciudadanos y que sólo sirve para rebajar el nivel educativo para fabricar futuros votantes. Este gobierno demuestra que los españoles no le importan nada, sólo como peones a los que adoctrinar y controlar.

¿Cómo pretende cambiar la ley la visión de los jóvenes respecto al rol del Estado y qué fin ideológico tiene?

Esta ley, como otras leyes autonómicas aprobadas por distintos partidos, pretenden usurpar el lugar de los padres y que sea el Estado / Gobierno quien decida cómo y qué deben pensar nuestros hijos. Violando el derecho fundamental y constitucional de los padres a ser ellos quienes decidan qué valores transmiten a los menores, el Estado o Gobierno se presenta como la autoridad moral que guía las mentes de nuestros hijos. De esta forma, se imparten contenidos ideológicos, feministas y sexuales en contra de la voluntad de los padres, sin que se pueda disentir. Por este motivo Vox propone el Pin Parental, que consiste en un permiso que los padres pueden firmar o no cuando a sus hijos se les imparta algún contenido ideológico; sin esa autorización parental los menores no pueden recibir dicho contenido. En España nos han llamado fascistas por esta propuesta, cuando en realidad somos los únicos que defendemos la libertad de los padres frente a un Estado totalitario.

Al exigir cambios en la educación privada (en particular religiosa), ¿haría que el Estado se exceda en sus funciones?

El Estado ya se está excediendo en sus funciones. España ya es un Estado totalitario. Un ejemplo es privar de valor académico la asignatura de religión, porque no encaja con la moral o ideología que el gobierno socialcomunista quiere imponer a los ciudadanos. El gobierno está implantando una ideología feminista y de izquierdas, y al igual que utilizan otros métodos en los medios de comunicación, de propaganda en las calles y campañas varias con el dinero de los ciudadanos, los colegios son la base para “fabricar” futuros votantes: se contradice a los padres y se les deslegitima si disienten del consenso progre, se les enseñan contenidos ideológicos aberrantes y así se destroza a la infancia para que puedan ser en el futuro manejados por el Estado. Para ellos atacar la educación privada es esencial, porque en teoría es una educación “disidente” que está fuera de su control, por eso tienen que eliminarla.

¿Cuál sería su mensaje para España y cuál para Hispanoamérica sobre la resistencia la legislación como esta?

La izquierda es totalitaria por definición. En España y en muchos países de Hispanoamérica como Argentina o México estamos viviendo la dictadura de la agenda globalista que imponen en nuestros países los gobiernos de izquierdas. Mi mensaje es que hay que rebelarse, no ceder. Con todos los medios democráticos a nuestro alcance. Tenemos la obligación de defender con uñas y dientes nuestra libertad, porque si no lo hacemos, no nos merecemos esa libertad.

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