En 1936, el periodista estadounidense Edgar Snow, de 30 años de edad, pasó tres meses en la región noroeste de China, controlada por el Ejército Rojo. Sus extensas entrevistas con Mao Zedong y otros altos dirigentes del partido comunista chino (PCCh) dieron origen, un año después, al libro Estrella Roja sobre China.
Este libro fue elogiado por los comunistas: “Quiero instarles con toda mi fuerza a leer este nuevo libro de Edgar Snow”, escribió Victor A. Yakhontoff en la revista marxista New Masses en 1938.
Aunque las narraciones eran tendenciosas, los lectores en general no lo supieron hasta muchos años después. “Y debido a que el Sr. Snow se convirtió en el editor asociado del Saturday Evening Post, sus lectores quedaron, por ende, completamente indefensos”, escribió John T. Flynn su libro del 2018 While You Slept: Our Tragedy in Asia and Who Made It (Mientras dormías: nuestra tragedia en Asia y quién la causó).
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El libro de Snow se publicó por primera vez en Londres en octubre de 1937 y fue tan popular que se reimprimió muchas veces. Cientos de miles de ejemplares se vendieron en los Estados Unidos. Se convirtió en uno de los escritos más influyentes sobre la opinión pública occidental de la época respecto del partido comunista chino. Fue el evento de relaciones públicas más exitoso en la historia del PCCh.
Después de leer el libro, el presidente Franklin D. Roosevelt se reunió con Edgar Snow tres veces entre 1942 y 1945. Después de eso, la mayoría de los países occidentales adoptaron una política de apaciguamiento hacia la China comunista. Al admitir a China en la Organización Mundial del Comercio en 2001, muchos creían que el desarrollo económico de China promovería una reforma política que eventualmente llevaría la democracia a China.
Desafortunadamente, no resultó ser el caso.
La amenaza del PCCh
Snow no estaba solo. Hubo otros autores, incluidos periodistas, que no solo ignoraron las brutalidades en la Unión Soviética y la China comunista, sino que también defendieron los regímenes. Estos escritos están “total y sorprendentemente equivocados y … desvían a este país por el camino hacia el desastre más terrible de su historia”, escribió Flynn.
Sin embargo, después de que China se convirtiera en la segunda economía más grande del mundo en 2010, su ambición global comenzó a aflorar. Esto incluye la Franja y la Ruta (BRI, por sus siglas en inglés) en las estrategias regionales, “Made in China 2025” (Hecho en China 2025) en la cadena de suministro de fabricación, la diplomacia del dinero en la influencia financiera y el estilo de diplomacia “Lobo guerrero”. Junto con la guerra sin restricciones y la abrumadora propaganda en el extranjero lanzada por el PCCh, el mundo entero ha despertado ahora a la ambición del PCCh de dominar el escenario mundial.
El asesor de seguridad nacional de Estados Unidos, Robert O’Brien, dijo a principios de este año: “A medida que China se hiciera más rica y fuerte, creíamos que el partido comunista chino se liberalizaría para satisfacer las crecientes aspiraciones democráticas de su pueblo… este error de cálculo es el mayor fracaso de la política exterior estadounidense desde la década de 1930”.
En un comentario del 16 de julio de 2020, el fiscal general William Barr advirtió que la ambición global del PCCh es el tema más importante para el mundo en el siglo XXI. “China ya no esconde su fuerza, ni espera su momento… La República Popular China ahora está inmersa en una guerra relámpago económica”, aseguró. A medida que China se convirtió en el mayor fabricante del mundo, el PCCh se ha convertido en el “arsenal de la dictadura” del mundo.
La comunidad internacional tardó varias décadas en ver finalmente la verdadera naturaleza del PCCh y reconocer la amenaza que representa para el mundo libre.
El partido comunista chino se enfrenta a una resistencia global
China ha estado ejerciendo su influencia a través de las Naciones Unidas durante mucho tiempo. El presidente chino, Xi Jinping, propuso la noción de una “comunidad con un futuro compartido para la humanidad” en un discurso ante el Foro Económico Mundial en enero de 2017. La frase incluso se introdujo en una resolución de la ONU sobre la prevención de una carrera armamentista en el espacio exterior ese año.
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No fue hasta septiembre de 2020 que, debido a las firmes objeciones de seis países, incluidos Estados Unidos e India, el presidente de la Asamblea General de la ONU decidió no incluir la frase en la resolución de la 75a sesión de la Asamblea General de la ONU (AGNU 75). Estos países creen que la frase refleja las aspiraciones de política exterior del PCCh de difundir el comunismo en todo el mundo.
También en la AGNU 75, el presidente de Estados Unidos, Trump, dijo: “Debemos responsabilizar a la nación que desató esta plaga en el mundo: China”. También criticó al PCCh por su rápido desarrollo económico a expensas del medio ambiente mundial.
En el pasado, las empresas y los políticos europeos se preocupaban de no poder permitirse perder el mercado chino, imponiéndose así muchas limitaciones para evitar provocar el distanciamiento de Beijing. Por ejemplo, eludieron criticar abiertamente el historial de violaciones a los derechos humanos de Beijing.
Sin embargo, ahora las cosas han cambiado drásticamente y Europa está adoptando una posición más firme sobre los abusos contra los derechos humanos en China. El presidente francés, Emmanuel Macron, solicitó en la AGNU 75 una misión internacional bajo los auspicios de las Naciones Unidas para visitar Xinjiang con el fin de abordar las preocupaciones sobre la situación de la minoría musulmana uigur.
Cuando el presidente del Senado de la República Checa, Milos Vystrcil, visitó Taiwán en agosto de este año, China tomó represalias cancelando una venta de 5,3 millones de coronas checas al fabricante de pianos checo Petrof. Sin embargo, esto no logró intimidar a los funcionarios checos. Karel Komarek, un rico empresario checo, compró los 11 pianos del pedido cancelado y los donó a las escuelas. “La República Checa es un país libre. Esto es lo que más valoro, y simplemente quiero recordárselo a mis compatriotas checos”, dijo Komarek.
Las visiones desfavorables de China alcanzan un máximo histórico
El Centro de Investigación Pew lleva a cabo encuestas de opinión pública sobre temas y tendencias mundiales. Desde 2002, publica anualmente un “Informe de la Encuesta Internacional sobre la Imagen” de los principales países industrializados, incluida China.
La última encuesta de 14 países mostró que la opinión negativa de China ha alcanzado un récord desde que el Centro comenzó a hacer encuestas sobre este tema hace 18 años. El hallazgo se basa en encuestas realizadas a 14.276 adultos entre el 10 de junio y el 3 de agosto de 2020 en Estados Unidos, Canadá, Bélgica, Dinamarca, Francia, Alemania, Italia, Países Bajos, España, Suecia, Reino Unido, Australia, Japón y Corea del Sur.
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Sorprendentemente, los países con las opiniones más negativas sobre China son Japón (86%), Suecia (85%), y Australia (81%), los que tienen lazos estrechos con China.
Japón ha tomado una postura clara al considerar al PCCh responsable de la pandemia de COVID-19. Las recientes alianzas con los EE. UU., Australia y la India, y la visita del primer ministro Suga a la India, reflejaron la profunda desconfianza de Japón hacia el PCCh. A principios de este año, el gobierno japonés propuso invertir 243.500 millones de yenes (2.200 millones de dólares) para ayudar a las empresas a trasladar la producción fuera de China.
La respuesta de Suecia es aún más dura. El 20 de octubre, Suecia prohibió oficialmente a los grupos de telecomunicaciones chinos Huawei y ZTE en sus redes móviles 5G siguiendo el consejo de las fuerzas armadas y los servicios de seguridad del país. Se convierte en el primer país de la UE en cortarle el paso completamente a las compañías de telecomunicaciones chinas. Es interesante notar que Suecia fue el primer país occidental en establecer formalmente relaciones diplomáticas con China hace décadas. El primer Instituto Confucio en Europa se estableció en Suecia en 2005.
La relación de Australia con China sigue deteriorándose. China culpa de la agria relación a las críticas de Australia al historial de derechos humanos de China en Hong Kong y Xinjiang, a su presión para que Taiwán sea admitido en la OMS, a sus llamamientos para que se realice un examen internacional independiente de los orígenes del coronavirus, y así sucesivamente.
Entre los países de la UE que tienen una opinión muy negativa de China se encuentran Alemania (71%), Gran Bretaña (74%) y Francia (70%), siguiendo la tendencia de los últimos años. Sus políticas exteriores con respecto a China también reflejan esa opinión. Muchos países se han dado cuenta de que depender excesivamente de China puede ser peligroso.
Por ejemplo, China es el mayor fabricante de ropa y mascarillas de protección médica, por lo que desempeña un papel vital en la cadena mundial de suministro médico. Sin embargo, durante esta pandemia, China ha estado eludiendo su responsabilidad y jugando a la diplomacia de las máscaras.
Desacoplamiento del mercado chino
En la Conferencia de Empresas Alemanas de Asia y el Pacífico (APK), celebrada el 19 de octubre, la Canciller alemana Angela Merkel instó a las empresas alemanas a encontrar nuevos mercados y a diversificarse más en la región de Asia y el Pacífico sin mencionar explícitamente a China. El Ministro de Economía alemán Peter Altmaier expresó una opinión similar. Hizo un llamamiento a las empresas alemanas para que evitaran depender de una sola cadena de suministro, citando el brote de COVID-19 como ejemplo del riesgo de depender de una sola cadena.
El Gobierno alemán anunció a principios de octubre un plan para introducir la Ley de Seguridad de las Comunicaciones, que exigirá a los proveedores de equipo de telecomunicaciones que pasen revisiones técnicas y políticas. La mayoría de los analistas creen que Huawei no podrá aprobar la revisión una vez que el proyecto de ley entre en vigor.
Además, Gran Bretaña firmó un acuerdo con la CNE para desarrollar su red móvil 5G después de prohibir a Huawei. Italia también prohibió el equipo de Huawei de su red. El 23 de octubre, los Estados Unidos firmaron un acuerdo de seguridad 5G con Bulgaria, Macedonia del Norte y Kosovo como parte de la iniciativa “Red Limpia”.
Retirada masiva de empresas extranjeras
El papel de China en la cadena de suministro global de la economía mundial ha ayudado a que crezca enormemente en las últimas décadas. Ahora, muchas empresas extranjeras que contribuyeron a esa prosperidad están buscando salir de China.
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De acuerdo con la última encuesta de Standard Chartered de las empresas en el Área de la Gran Bahía de China, el 43% están considerando seriamente la posibilidad de salir de China debido a la guerra comercial entre EE. UU. y China y la pandemia, mientras que otro 25% de las empresas lo están considerando por otras razones.
La encuesta también mostró que Vietnam se ha convertido en el destino preferido de las empresas por su capacidad de producción diversificada y sus ventajas laborales. Muchas grandes empresas, como Philips, Samsung, Nokia, Sony, Seagate, etc., han cerrado sus fábricas en China y las han trasladado a Vietnam, India y otros lugares. Como resultado, más y más chinos están dejando China y eligiendo trabajar en esos países vecinos.
El partido comunista chino, el único partido político gobernante en China hoy en día, no representa los intereses del pueblo chino. Con la desintegración del PCCh, el pueblo chino recuperará su libertad, y el mundo se dirigirá una vez más hacia la prosperidad y la paz.
Fuente: Minghui.org
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