Por Andrés Vacca

Un desgarrador informe destaca el nacimiento de varios bebés con vida luego de abortos fallidos en el estado de Texas durante el año 2019. Los aberrantes hechos ponen nuevamente en evidencia la gravedad de las prácticas abortivas y las terribles consecuencias que puede tener tanto para la madre como para las principales víctimas, los niños por nacer. 

Un nuevo informe estadístico elaborado por el Texas Health and Human Services, sobre abortos en el estado de Texas, indica el nacimiento de varios bebés con vida luego de abortos fallidos durante el año 2019.

En 2019, el gobernador de Texas, Greg Abbott, firmó un proyecto de ley que exige que los médicos presentes durante un aborto fallido deben “ejercer el mismo grado de habilidad profesional, cuidado y diligencia para preservar la vida y la salud” de un bebé nacido vivo como si hubiera nacido bajo circunstancias normales. 

Lamentablemente durante el año 2019, al menos 6 bebés han nacido vivos luego de prácticas abortivas fallidas y murieron más tarde. 

El representante estatal de Texas, Jeff Leach, autor de la legislación, solicitó que se realice una profunda investigación sobre la atención brindada a los bebés nacidos vivos en 2019 a pesar de los intentos de abortarlos, y también agregó que las cifras del informe deberían “conmocionar la conciencia colectiva”. 

“Hago un llamado al Fiscal General de Texas y a las agencias policiales apropiadas, con todo el peso y fuerza de la ley de Texas, para que investiguen y desaten el infierno sagrado sobre los responsables de estos crímenes atroces”, escribió Leach en una declaración que publicó en su cuenta de Twitter.

El informe también destaca otras complicaciones durante los abrotos en Texas, entre las que se encuentran más de 100 “abortos incompletos” y más de 50 hemorragias e infecciones en las mujeres abortantes.

Acorde con el informe, al menos 56.600 bebés murieron en Texas durante el 2019 gracias a la industria abortista en clínicas habilitadas para hacerlo.

De los cuales se destaca que 4.788 abortos se realizaron en mujeres adolescentes de entre 16 y 19 años de edad, y más de 300 fue en niñas entre 11 y 15 años.

Durante mucho tiempo quedó a criterio de cada estado decidir la suerte de los bebés nacidos vivos luego de abortos fallidos. De hecho, según un estudio realizado recientemente, 16 de los 50 estados no cuentan con leyes que protejan a los niños nacidos luego de intentar abortarlos. 

Pero cabe recordar que el 25 de septiembre, Donald Trump, el presidente que más ha luchado contra el aborto en la historia de los EE. UU., anunció la firma de una orden ejecutiva para asegurar que los bebés que nacen vivos, incluyendo los que sobreviven al aborto, reciban el cuidado médico que necesitan para resguardar su integridad.

“Todo bebé nacido vivo, sin importar las circunstancias de su nacimiento, tiene la misma dignidad y los mismos derechos que cualquier otro individuo y tiene derecho a las mismas protecciones bajo la ley federal”, expresa la orden ejecutiva.

Ahora queda que los diferentes estados, sobre todo aquellos gobernados por demócratas generalmente dominados por la agenda abortista, hagan cumplir el mandato y garanticen los derechos brindados por el presidente.

Envía tu comentario

Subscribe
Notify of
guest
1 Comentario
Más antiguos
Recientes
Inline Feedbacks
Ver todos los comentarios

Últimas