Traducido de lacrunadellago.net por TierraPura.org
Aparentemente, Suiza no es el único país que jugó un papel importante en la operación internacional de hackeo contra las elecciones de EE. UU.
El autor e investigador suizo-americano, Neal Sutz, explicó cómo Suiza ha tenido un papel fundamental en el golpe internacional contra Trump.
Suiza compró recientemente los derechos exclusivos de Scytl, la empresa vinculada a Dominion Voting System que, según varios análisis estadísticos, había cambiado cientos de miles de votos de Trump a Biden.
Suiza conocía perfectamente los defectos estructurales de Scytl pero no advirtió a la administración de Trump sobre el mal funcionamiento técnico de este software.
Sin embargo, hay otro país que podría haber tenido un papel aún más crucial en esta historia y ese país es Italia.
Al respecto, hay una versión interesante y sensacional de la trama del fraude proporcionada por Bradley Johnson, ex agente de la CIA y jefe de una de las estaciones de la agencia.
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Brad Johnson explica el esquema de piratería
Según Johnson, básicamente Italia estuvo directamente involucrada en la manipulación de los votos en las elecciones de EE.UU..
El analista de inteligencia confirma parcialmente la historia sobre la incursión de las fuerzas especiales estadounidenses para recuperar los servidores de Dominion alojados en la estación de Frankfurt (Alemania), perteneciente a la CIA.
Otras fuentes confirmaron la autenticidad de la historia y aparentemente la redada tuvo éxito en la recuperación de los servidores, que constituyen una prueba irrefutable del fraude.
El general Thomas McInerney afirmó que tras la redada se produjo una violenta lucha entre los paramilitares de la CIA llamados desde Afganistán para defender la estación y el grupo de fuerzas especiales de los Estados Unidos.
Cinco militares habrían perdido sus vidas en la dura batalla.
Johnson ofrece otra versión, incluso más impactante si es posible. El ex agente de la CIA no niega esta operación pero afirma que los datos hackeados fueron trasladados de Frankfurt a Roma, en la embajada de los EE.UU. situada en la calle central de via Veneto.
De acuerdo con Johnson, los servidores de Frankfurt sólo albergaban rastros parciales del hackeo, pero el verdadero protagonista del ataque habría sido Roma.
Durante el día de las elecciones, ocurrió algo sin precedentes en la historia de las elecciones de EE.UU.
De repente, el recuento de votos en los estados claves se detuvo simultáneamente en medio de la noche, cuando en Italia ya era de mañana.
La operación de hackeo estaba en curso, pero los perpetradores se dieron cuenta de que algo estaba mal.
“Trump estaba recibiendo un número récord de votos” dice Johnson, y el cambio de votos de Trump a Biden no fue suficiente para entregar definitivamente la “victoria” al candidato demócrata.
La embajada de EE.UU. en Roma supuestamente involucrada en el ataque de hackeo
En ese momento, Roma entró en escena recibiendo los datos de Frankfurt, pero fue necesaria una nueva elaboración de algoritmos para cambiar finalmente el resultado a favor de Biden.
Por lo tanto, la operación para recalibrar el ataque de piratería informática habría tenido lugar en la Via Veneto, y si este hecho se confirmara, la embajada americana en Roma estaría directamente involucrada en un intento de derrocar al Presidente.
En este escenario, los poderes subversivos infiltrados en el gobierno de los EE.UU., el Estado profundo, habían planeado un golpe de Estado contra su comandante en jefe.
En este momento, el embajador de los Estados Unidos en Italia es Lewis Eisenberg, antiguo miembro de Goldman Sachs y colaborador de la primera campaña de Trump, pero al mismo tiempo cercano a los grupos de presión sionistas neoconservadores, que son enemigos acérrimos del Presidente por su actual plan de retirada del ejército estadounidense en Oriente Medio.
Johnson afirma que durante la noche de las elecciones en la embajada de EE.UU. en Roma, había un hombre del departamento de Estado de EE.UU..
El ex agente de la CIA muestra en el video la foto de este hombre, aparentemente tomada por las autoridades italianas que estaban llevando a cabo una operación de vigilancia centrada en este funcionario.
Este funcionario habría estado directamente involucrado en la coordinación del ataque de hackeo.
El papel de Leonardo y el gobierno italiano en el fraude
En este punto, Johnson ofrece una revelación aún más impactante.
Hay otro actor que jugó un papel crucial en esta operación y es Leonardo, una compañía del gobierno italiano líder en el sector aeroespacial y de defensa.
Una vez que los hackers crearon los nuevos algoritmos para cambiar más votos de Trump a Biden, enviaron “estos nuevos números de vuelta a un satélite militar italiano operado por Leonardo” afirma el Sr. Johnson.
Después de hacer esto, los nuevos datos manipulados fueron enviados de vuelta a las máquinas de votación de Dominion en los EE.UU..
Por lo tanto, si esta versión es correcta, el gobierno italiano estaría directamente involucrado en este ataque.
El mayor accionista de Leonardo es el gobierno italiano, porque el Ministerio de Economía italiano posee el 30% de esta compañía.
El CEO de Leonardo, Alessandro Profumo, fue nombrado en 2017 por el ex Primer Ministro italiano Gentiloni, aparentemente involucrado en el Spygate como se mencionará más adelante, y confirmado en 2020 por el gobierno actual de Conte.
El Sr. Profumo también fue recientemente encontrado culpable de cometer fraude por un tribunal italiano y recibió una sentencia de seis años de prisión.
Por lo tanto, el gobierno de Conte habría jugado un papel decisivo en la operación de piratería porque supuestamente habría proporcionado la tecnología de Leonardo para perpetrar un ataque directo contra la soberanía de los Estados Unidos.
Al respecto, es importante mencionar que el gobierno de Conte fue uno de los primeros en felicitar a Joe Biden, cuando no había, y aún no hay, confirmación oficial de su supuesta victoria.
Italia en violación directa de la orden ejecutiva de 2018
Si las declaraciones del Sr. Johnson son ciertas, Italia estaría violando directamente la Orden Ejecutiva de 2018 contra la interferencia electoral extranjera firmada por el Presidente Trump.
El Presidente no estaba desprevenido ante la eventualidad de que países extranjeros y fuerzas internas de los Estados Unidos trataran de inmiscuirse en las elecciones.
El decreto ejecutivo establece claramente que después de 45 días desde el día de las elecciones, un informe detallado sobre esta interferencia tiene que ser entregado al Presidente.
Al posponer la entrega del informe a Trump, la comunidad de inteligencia de EE.UU. puso en marcha un sabotaje.
Sin embargo, parece que el director del Departamento de Defensa, Ratcliffe, podría haber entregado a Trump algunas partes del informe y que Trump ofrecería el puesto de consejero especial a Sidney Powell.
El consejero especial tendría poderes relevantes con los que podría incautar las máquinas de votación, especialmente las de Dominion, acusar a los autores del fraude e incautar las propiedades de las compañías directamente involucradas en el ataque de hackeo.
La orden ejecutiva fue claramente concebida para sancionar a los actores extranjeros y nacionales que participaron en la interferencia, y si la versión de Johnson es correcta, Italia, estaría violando directamente esta orden al haber perpetrado un ataque directo contra la soberanía nacional de los Estados Unidos.
Si se confirman estas escandalosas acusaciones, podría abrirse una crisis diplomática sin precedentes entre Italia y los Estados Unidos.
El gobierno de los EE.UU. podría sancionar severamente a Italia por esta intromisión.
El estado profundo italiano ha estado planeando un golpe de estado permanente contra Trump
Resulta que el Estado profundo italiano podría ser el elemento clave para resolver el crimen del fraude electoral contra Trump, pero también sería fundamental la figura de Spygate, el primer sabotaje internacional contra el Presidente.
Spygate es la operación de espionaje ilegal concebida contra Trump en 2016 y en la que Italia tuvo una participación importante, porque los servicios secretos italianos, bajo las administraciones de Renzi y Gentiloni, habrían ayudado a su homólogo estadounidense en un intento de presentar falsamente a Trump como un “agente ruso”.
Por lo tanto, hay un hilo rojo que une el primer sabotaje contra Trump y el segundo, y este hilo rojo es Italia y su estructura subversiva infiltrada en el corazón de las instituciones italianas.
En Italia, hay un encubrimiento del Spygate porque aparentemente incluso la llamada “oposición” no tiene un interés particular en arrojar ninguna luz sobre este caso.
Raffaele Volpi, senador de la Liga y presidente de Copasir, la institución italiana que supervisa los servicios secretos italianos, declaró que Spygate es una historia inflada por los medios de comunicación, a diferencia de la administración Trump que lo definió como un intento de golpe de estado.
Al parecer, el primer partido de la oposición en Italia, la Liga, no tiene interés en hablar de Spygate, probablemente porque Salvini, el líder de la Liga, parece bastante cercano a Renzi, una de las supuestas figuras principales de este escándalo.
Es interesante notar cómo tanto Renzi como Salvini han creado una especie de alianza para allanar el camino a Mario Draghi como próximo Primer Ministro de Italia, y Draghi sería el hombre enviado por el globalismo para desencadenar el “Gran Reinicio” y dar el golpe de gracia a Italia.
El Estado profundo de Italia es un pantano donde los rangos más altos del Estado están profundamente entrelazados con la mayoría y la oposición.
Este poder subversivo dentro de las instituciones italianas fue usado para perpetrar un golpe de estado permanente contra Trump.
Los medios de comunicación italianos no tienen interés en exponer estos poderes porque están atados a ellos.
Por lo tanto, se abre un nuevo capítulo inquietante en la historia del golpe internacional contra Trump.
Este capítulo parece revelar que todos los caminos del fraude electoral en EE.UU. conducen a Roma.
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