Por Miguel Díaz
Al menos 140 legisladores republicanos se opondrán a la votación del colegio electoral que tendrá lugar el 6 de enero, según predicen algunos legisladores y periodistas.
La esperada sesión conjunta será la encargada de contar formalmente los votos electorales de cada estado, tres días después de la toma de posesión del nuevo Congreso.
Cuando el vicepresidente Mike Pence anuncie los resultados, se podrán presentar objeciones, que deberán contar con el aval de al menos un representante y un senador.
Trump ha pedido repetidamente a los senadores republicanos que se opongan a los votos electorales teniendo en cuenta la vasta cantidad de pruebas que presentó su equipo legal sobre el fraude electoral generalizado en al menos siete estados.
En caso de que se presenten objeciones, ambas cámaras debatirán durante un máximo de dos horas si las objeciones son válidas o no. Los planteos se tomarán en cuenta si logran alcanzar el apoyo de la mayoría de ambas cámaras.
En el caso de que las objeciones tengan éxito y ningún candidato alcance los 270 votos electorales, la Cámara de Representantes elegirá al próximo presidente.
Pero hay que tener en cuenta un dato sumamente importante: los 435 miembros de la Cámara no tendrán un voto cada uno. Sino que se formarán delegaciones por cada uno de los 50 estados y cada una de estas tendrá solo un voto. Es decir, serán 50 votos -uno por cada estado- los que definirán quién será el presidente.
Entonces, si bien ese día los demócratas serán mayoría en la Cámara, los republicanos controlarán más delegaciones estatales (30 sobre un total de 50). Por lo que de llegar a esta instancia, es probable que sea reelecto el presidente Trump.
“La ley es muy clara, la Cámara de Representantes en combinación con el Senado de los Estados Unidos tiene la autoridad legal para aceptar o rechazar las presentaciones de votos del Colegio Electoral de estados que tienen sistemas electorales tan defectuosos que no son dignos de nuestra confianza”, explicó el representante republicano Mo Brooks.
“Y en este caso, con lo que ha sucedido a nivel nacional, estoy bastante seguro de que si solo contamos los votos legítimos emitidos por ciudadanos estadounidenses elegibles, Donald Trump ganó el Colegio Electoral, y no deberíamos estar contando los votos ilegales y colocando un voto ilegítimo al Presidente de los Estados Unidos”, continuó el congresista por Alabama.
En ese sentido, Brooks adelantó que presentará una objeción: “El 6 de enero, voy a objetar las presentaciones de votos del Colegio Electoral de varios estados que, a mi juicio, tienen sistemas electorales tan defectuosos que sus recuentos de votos no son dignos de nuestra ratificación en el Congreso de los Estados Unidos”.
“Si tenemos un miembro de la Cámara y un senador, entonces por Dios, eso obliga a una votación en la Cámara y un voto en el piso sobre si aceptar este sistema electoral sistemáticamente defectuoso o rechazarlo”, añadió.
Es muy probable que las objeciones puedan ser consideradas por ambas cámaras, ya que el senador Josh Hawley (R-MO) ya anunció que se unirá a los representantes para oponerse a los votos del colegio electoral.
“No puedo votar para certificar los resultados del colegio electoral el 6 de enero sin mencionar el hecho de que algunos estados, particularmente Pensilvania, no siguieron sus propias leyes electorales estatales”, dijo Hawley en un comunicado.
“Como mínimo, el Congreso debería investigar las denuncias de fraude electoral y adoptar medidas para asegurar la integridad de nuestras elecciones”, expresó.
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En este marco, de acuerdo a informes en los medios, se espera que al menos 140 miembros republicanos de la Cámara se unan al esfuerzo de objetar la certificación.
“Ciertamente 140 parece posible… No me sorprendería si fuera un poco más alto”, le dijo a Forbes el representante Denver Riggleman (R-VA), quien perdió la nominación de su partido a principios de este año.
Se espera que una multitud de simpatizantes del presidente Donald Trump se convoque en Washington D. C. en apoyo a la reelección del mandatario y su demanda de que se esclarezcan las múltiples demandas por fraude electoral.
Ali Alexander, organizador principal del movimiento “Detengan el Robo”, espera que se reúnan 1,5 millones de personas. “Este puede ser el evento más grande en la historia de Washington D. C.”, afirmó al respecto.