Por Andrés Vacca
Los funcionarios del Distrito de Columbia, ante la mega marcha que se anuncia para el 6 de enero en defensa del presidente Trump y la democracia, pretenden categorizarla como un evento organizado por extremistas y racistas buscando difundir miedo y por tanto menos concurrencia. Por el contrario, el evento es organizado por conservadores pacifistas, que luchan por la verdad y la democracia.
El fiscal general del Distrito de Columbia y demócrata manifiesto, Karl Racine, en diálogo con CBS News, dijo estar preocupado por la multitudinaria marcha que se espera el próximo miércoles cuando miles y miles de ciudadanos partidarios de Trump se acerquen al DC para reclamar por el escandaloso fraude electoral en las elecciones presidenciales.
En un intento de difundir miedo infundado, el fiscal declaró tener un “alto grado de ansiedad” y temor porque grupos supremacistas blancos lleguen al DC para “provocar peleas y causar daños a la propiedad”. De este modo buscó, como tantos otros demócratas hacen, catalogar a los seguidores de Trump como racistas y violentos. Nada más alejado de la realidad.
Según el sitio web de la manifestación, ésta contará con una amplia gama de conservadores, incluidos Jenny Beth Martin de Tea Party Patriot; el presidente de Phyllis Schlafly Eagles, Ed Martin; fundadora y presidenta de Moms for America, Kimberly Fletcher; y Andrew Pollack, un activista de seguridad escolar cuya hija fue asesinada en el tiroteo masivo de la escuela secundaria Marjory Stoneman Douglas.
Todos ellos grandes luchadores por la democracia y los valores tradicionales y rectos, justamente contrarios a la idea de llegar a las metas utilizando la violencia.
Además habrá muchos congresistas republicanos que también serán oradores durante el evento. A ninguno de ellos les sería conveniente participar en una manifestación violenta.
Resulta curioso que el fiscal se manifieste con “temor” por los activistas de Trump, cuando las autoridades demócratas del DC le han dado libertades a grupos como Black Lives Matter y Antifa para manifestarse libremente. Al punto que la plaza central donde se convocan los manifestantes se ha pasado a llamar BLM, por orden de la propia alcaldesa del DC, Muriel Bowser.
El propio presidente estadounidense Donald Trump convocó a sus seguidores a sumarse a la movilización masiva del 6 de enero en Washington D. C. Los organizadores han adelantado que podría tratarse del evento “más grande en la historia” de la capital del país.
“Nos vemos en Washington D. C., el 6 de enero. No te lo pierdas”, escribió el presidente Trump en un tuit.
El 6 de enero de 2021 tendrá lugar la sesión conjunta de la Cámara de Representantes y el Senado para contar los votos electorales.
En caso de que un representante y un senador presenten una objeción a los votos electorales, la sesión deberá entrar en receso y ambas cámaras debatirán durante un máximo de dos horas si la aceptan o no.
Para que tenga éxito la petición, deberá contar con el apoyo de la mayoría de votos en cada cámara.
En el caso de que las objeciones tengan éxito y ningún candidato alcance los 270 votos electorales, la Cámara de Representantes es la que elegirá al próximo presidente.
Al parecer una inmensa multitud de personas que aman al país se prepara para viajar a Washington D.C., en apoyo al presidente, Donald Trump, quien defiende la constitucionalidad electoral, violada de muchas maneras este año.
La cofundadora de la organización política Tea Party Patriots, Jenny Beth Martin, denunció en su cuenta de Twitter que las autoridades demócratas están poniendo trabas y difundiendo el miedo para impedir la convocatoria:
“WOW: Están trabajando horas extras para evitar que la gente venga a Washington DC para protestar contra el fraude electoral. – Comedor cerrado del alcalde de DC – Aumento de precios con aerolíneas y hoteles – Ahora algunos hoteles están CERRANDO durante las fechas del evento ¡Seguiremos allí para #StopTheSteal!”
Y agregó: “No tienen nada que temer de los patriotas, es de ANTIFA y de BLM de lo que deben preocuparse. Ellos saquean y queman, pero nadie se atreve a quejarse”.