Por José Gregorio Martínez

El poder que se ha arrogado Jack Dorsey no tiene límites. El CEO de Twitter es en estos tiempos –sin despreciar a Mark Zuckerberg– el dueño de la verdad. El propietario de Facebook y su conglomerado que incluye Instagram y WhatsApp no se queda atrás. Pero Dorsey ha sido en las últimas horas el centro de la polémica por su plan confeso de ir “mucho más allá” de una sola cuenta. Se refería a la de Donald Trump. Después de eliminar permanentemente al presidente de Estados Unidos de Twitter y hacerlo desaparecer del ciberespacio con la ayuda del resto de las redes sociales y las big tech, Dorsey parece haber fijado su siguiente objetivo: el presidente de Brasil, Jair Bolsonaro.

La excusa ya no es el cuestionamiento a un resultado electoral o un presunto llamado a la violencia. La falta del mandatario brasileño habría sido publicar “información engañosa y potencialmente perjudicial” relacionada con un posible tratamiento para combatir el COVID-19.

“Estudios clínicos demuestran que el tratamiento temprano para el COVID con antipalúdicos puede reducir la progresión de la enfermedad, prevenir la hospitalización y está asociado con una reducción de la mortalidad”, publicó Bolsonaro en su cuenta en Twitter, mencionando y adjuntando un video del periodista Alexandre García, en el que defiende esta tesis, citando incluso The American Journal of Medicine.

Twitter no tardó en cuestionar las palabras del presidente brasileño, agregando una advertencia similar a la que se incluía en los mensajes de Trump cuando se inició la campaña para silenciarlo. «Este Tweet violó las Reglas de Twitter sobre la publicación de informaciones engañosas y potencialmente perjudiciales relacionadas con el COVID-19. Sin embargo, Twitter determinó que puede ser del interés público que ese Tweet continúe accesible».

Las cifras sobre el COVID-19 en Brasil

Con más de 8,3 millones de casos y 208.246 muertos, Brasil es el tercer país más afectado por la pandemia, según el conteo del Centro de Recursos de Coronavirus de la Universidad Johns Hopkins. Sin embargo, para una nación con más de 212 millones de habitantes, la proporción en los fallecimientos es baja.

El gigante sudamericano no aparece entre los 20 países con más muertes por cada 100.000 habitantes. En la lista mundial que encabeza Bélgica sí se encuentran otras naciones latinoamericanas con menor población como Perú, Panamá, México y Argentina, de acuerdo con un artículo publicado el pasado lunes por el medio español RTVE, en el que se cotejan datos de la Universidad Johns Hopkins y el Banco Mundial.

Adicionalmente, este medio muestra una alta tasa de recuperación en Brasil. De los 8.324.294 casos registrados para la fecha, el número de recuperados se ubicaba en 7.277.195, es decir, 87,4 %.

La «información engañosa» de la OMS

Y si de etiquetar información “engañosa” sobre el coronavirus se trata, la Organización Mundial de la Salud (OMS) habría salido muy mal parada. El organismo encargado de velar por la salud del planeta dijo recién se detectó el brote en la ciudad china de Wuhan que las posibilidades de que el virus saliera de la zona donde se originó eran escasas.

La OMS también señaló que no había pruebas concluyentes de que el coronavirus se transmitiera entre personas. Y otra imprudencia de la organización, quizás la más grave, fue haber recomendado el uso de mascarillas solo para contagiados y personal sanitario.

Un año después, los resultados demuestran que la Organización Mundial de la Salud mintió, o en el mejor de los casos, cometió errores con consecuencias letales. El número de contagios por COVID-19 en el mundo ya llega a 94 millones, mientras que la cifra de muertos pasó de los dos millones este viernes.

Trump, el ensayo de Twitter para la censura selectiva

Por distintas razones, primero fue Donald Trump, ahora le toca el turno a Jair Bolsonaro. En un video filtrado por Project Veritas (organización dedicada a destapar escándalos por irregularidades en instituciones públicas y privadas) el CEO de Twitter, Jack Dorsey, asegura que lo que comenzó con Trump “irá mucho más allá de una sola cuenta, y continuará por mucho más tiempo”.

Esta red social –sin despreciar el resto– parece estar convirtiéndose en un tribunal de la verdad. No obstante, la evidente parcialidad ideológica a la hora de filtrar información y sancionar usuarios echa por la borda su aparente misión de proteger al mundo de la “mentira”.

Dorsey ha hecho la vista gorda –por ejemplo– con la OMS y su nefasto manejo de la pandemia, ha permitido la difusión de mensajes de seguidores de Antifa y Black Lives Matter (BLM), responsables de la violencia tras la muerte de George Floyd, que dejó 19 muertos en los primeros 14 días de protestas y más de 1000 millones de dólares en pérdidas significativas en 20 estados de la Unión Americana, sin contar la libertad de la que gozan en esta red social regímenes violadores de derechos humanos como el cubano y el venezolano.

Fuente: panampost.com

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