Al menos 13 personas en Israel han sufrido parálisis de Bell como efecto secundario posterior a la vacunación contra el coronavirus, informó WION.
Los síntomas de la parálisis de Bell incluyen una debilidad repentina en los músculos faciales. En la mayoría de los casos, la debilidad es temporal y mejora significativamente con el transcurso de las semanas. La debilidad hace que la mitad de la cara se vea caída. La sonrisa se dibuja de un solo lado y uno de los ojos no cierra por completo.
Según la Clínica Mayo, la parálisis de Bell, también conocida como parálisis facial periférica aguda de causa desconocida, puede suceder a cualquier edad. No se conoce con exactitud la causa. Se cree que es resultado de la hinchazón e inflamación del nervio que controla los músculos de un lado de la cara. También puede ser una reacción después de una infección viral.
El Ministerio de Salud israelí dijo que el número real de personas que sufren estos efectos secundarios podría ser mayor al informado.
Los expertos ahora están preocupados por dar la segunda dosis de la inyección a estas personas, a pesar de que el Ministerio de Salud ha insistido en aplicar el siguiente pinchazo una vez que se cure la parálisis.
Esto ocurre solo un mes después de que la FDA informara reacciones similares en los sujetos del ensayo, pero descartó las reacciones como una coincidencia.
La parálisis de Bell generalmente afecta a 1 de cada 10,000 personas; sin embargo, esta frecuencia no se correlaciona con la cantidad de casos que se ven como resultado de la vacuna.
¿Coincidencia? Estadísticamente, esto parece muy poco probable.
Ynet citó a la profesora Galia Rahav, directora de la Unidad de Enfermedades Infecciosas del Centro Médico Sheba, quien dijo que no se sentía «cómoda» con la administración de la segunda dosis a alguien que había recibido el primer pinchazo y posteriormente sufría de parálisis.
Sin embargo, la narrativa en curso de todos los medios de comunicación es, ‘no se preocupe, vacúnese de todos modos’.
Fuente: trikooba.com