Por Sabrina Martín Rondon

Por primera vez un reportaje, amplio, revela que las elecciones de Estados Unidos fueron escenario de una gran conspiración contra el presidente Donald Trump para lograr su derrota. La revista TIME publicó “la historia secreta” que unió a personas poderosas, diferentes sectores e ideologías para controlar el flujo de información con el propósito de perjudicar al candidato republicano.

Increíblemente la revista TIME lo calificó como un acto laudable —”esta es la historia de la conspiración para salvar la elección del 2020″—, sin embargo, dejó en evidencia cómo la conspiración no fue un “sueño paranoico” sino una realidad que terminó por darle el poder a la izquierda en los Estados Unidos.

Según los autores de conjura, la democracia es frágil. Debía ser defendida. “El sistema no funciona mágicamente”. Por ello, “los participantes querían que la historia secreta de las elecciones se contara”.

Ocurrió, aunque parezca inverosímil. Hubo un complot: “Una camarilla bien financiada de personas poderosas, que abarcan industrias e ideologías, que trabajan juntas detrás de escena para influir en las percepciones, cambiar las reglas y leyes, dirigir la cobertura de los medios y controlar el flujo de información”. Lo revela TIME, en un reportaje a partir de entrevistas y acceso a documentos inéditos. El esfuerzo fue amplio y al final terminó por darle la victoria al demócrata Joe Biden.

TIME: “Trump tenía razón”

De manera sorprendente la revista dice que “Trump tenía razón”. Confirmó que durante las elecciones hubo una conspiración tras bastidores entre activistas de izquierda y titanes empresariales:

Se estaba desarrollando una conspiración detrás de escena, una que redujo las protestas y coordinó la resistencia de los directores ejecutivos. Ambas sorpresas fueron el resultado de una alianza informal entre activistas de izquierda y titanes empresariales. 

Revista Time

TIME reveló que durante más de un año, “una coalición de operativos —de izquierda— poco organizada se apresuró a apuntalar las instituciones estadounidenses”.

“Consiguieron que los estados cambiaran los sistemas de votación y las leyes y ayudaron a asegurar cientos de millones en fondos públicos y privados. Se defendieron de las demandas por supresión de votantes, reclutaron ejércitos de trabajadores electorales y consiguieron que millones de personas votaran por correo por primera vez”, revela el reportaje.

El artículo, que por primera vez deja en evidencia la conspiración de la izquierda contra la campaña republicana, también destacó el papel de las Big Techs y la censura que implementaron:

“Presionaron con éxito a las empresas de redes sociales para que adoptaran una línea más dura contra la desinformación y utilizaron estrategias basadas en datos para combatir las difamaciones virales”

Revista Time

TIME le llama a la censura “línea más dura contra la desinformación”, sin embargo hoy confirma que Trump no estaba equivocado al denunciar una conspiración en su contra, entre las grandes compañías tecnológicas y el Partido Demócrata.

Según la reconocida revista, el gran arquitecto de la conspiración fue Michael Podhorzer, director político de la AFL-CIO, la federación de sindicatos más grande de los Estados Unidos.

“Necesitamos desesperadamente formar un ‘red-team’ en esta elección para poder anticiparnos y planificarnos ante lo peor, que es lo que ocurrirá”, dijo Podhorzer a TIME.

Reuniones con la izquierda y dinero del Congreso

La revista reveló que Podhorzer mantuvo reuniones a través de Zoom “con su red de contactos en todo el universo progresista”: el movimiento sindical; la izquierda institucional, como Planned Parenthood y Greenpeace; grupos de resistencia como Indivisible y MoveOn; geeks y estrategas de datos progresistas, representantes de donantes y fundaciones, organizadores de base a nivel estatal, activistas por la justicia racial y otros.

Otra revelación preocupante de TIME es que los esfuerzos de la izquierda tuvieron efecto: “A medida que avanzaba el 2020, se extendió al Congreso, Silicon Valley y los poderes públicos de la nación”.

Señala la revista que “para asegurar el voto”, se necesitaba dinero por lo que “en marzo, los activistas pidieron al Congreso que enviara el dinero de ayuda de COVID a la administración electoral”.

“Dirigidos por la Conferencia de Liderazgo en Derechos Civiles y Humanos, más de 150 organizaciones firmaron una carta a cada miembro del Congreso en busca de $ 2 mil millones en fondos electorales. Tuvo algo de éxito: la Ley CARES, aprobada más tarde ese mes, contenía 400 millones de dólares en subvenciones para los administradores electorales estatales. Pero el siguiente tramo de fondos de ayuda no se sumó a ese número. No iba a ser suficiente”, recuerda TIME.

La labor de las Big Techs

Según TIME, Laura Quinn, una operativa progresista veterana que cofundó Catalist, estuvo detrás de la presión a las Big Techs para lograr la censura.

Quinn “pilotó un proyecto secreto y sin nombre, que nunca antes había discutido públicamente, que rastreó la desinformación en línea y trató de descubrir cómo combatirla (…) La solución, concluyó, era presionar a las plataformas para que hicieran cumplir sus reglas, tanto eliminando contenido o cuentas que difunden desinformación como controlando de manera más agresiva en primer lugar”.

“En noviembre de 2019, Mark Zuckerberg invitó a nueve líderes de derechos civiles a cenar en su casa, donde le advirtieron sobre el peligro de las falsedades relacionadas con las elecciones que ya se estaban extendiendo sin control”, señala TIME

Hasta los “memes” fueron planificados y las protestas de la izquierda también

La revista reveló que Voting Rights Lab e IntoAction crearon memes y gráficos específicos de cada estado, difundidos por correo electrónico, texto, Twitter, Facebook, Instagram y TikTok, instando a que se cuente cada voto. Juntos, fueron vistos más de mil millones de veces.

 “El ahora desaparecido sitio web (‘Proteja los Resultados’) tenía un mapa con una lista de 400 manifestaciones postelectorales planificadas, que se activarían por mensaje de texto el 4 de noviembre. Para detener el golpe que temían, la izquierda estaba lista para inundar las calles”, señala TIME.

“(…) es un error pensar que este ciclo electoral fue una demostración de fuerza para la democracia. Muestra cuán vulnerable es la democracia “, dijo a TIME la Coalición de la Democracia para la Defensa de los Pueblos al admitir cómo se llevó a cabo la gran conspiración electoral contra Donald Trump.

Fuente: elamerican.com

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