Traducido de naturalnews.com por TierraPura.org
En el mundo escasean los líderes valientes y con principios, líderes que apoyen los derechos, la libertad médica y la dignidad de las personas. La gente debe hablar y presionar a sus funcionarios electos y no electos, para frustrar todos y cada uno de los esfuerzos para esclavizar a las personas con los “pasaportes de vacunación” del covid-19.
El gobierno del Reino Unido tenía la intención de introducir “pasaportes de vacunación”, escáneres digitales que obligan a los viajeros a buscar la aprobación de viaje de los profesionales de la salud, lo que incluye el envío de muestras de ADN, múltiples vacunas y otros exámenes médicos como condición previa para abordar los vuelos. Sin embargo, ese complot se ha visto frustrado en el Reino Unido, al menos por ahora.
El complot para esclavizar a la humanidad a un estado policial médico sin sentido se ha topado con un bache en el Reino Unido
El primer ministro Boris Johnson sugirió en diciembre que es posible que se requieran vacunas para que la gente viaje, ingrese a restaurantes o se reúnan en lugares de entretenimiento. Cuando las personas hacen fila para recibir las vacunas, se les entrega una tarjeta de vacunación, que documenta la primera de dos dosis administradas experimentalmente por compañías farmacéuticas que buscan beneficiarse del nuevo sistema operativo de la vacuna de ARNm. Globalistas como Boris Johnson han dejado en claro sus intenciones, que quieren incorporar esta información médica en una base de datos o aplicación digital, para que las personas puedan ser controladas y escaneadas fácilmente.
El “Pasaporte de Vacunación” digital estaba destinado a ser utilizado como una marca, un rito de iniciación que despoja a las poblaciones de sus libertades y dignidad humana. En última instancia, el individuo “no vacunado” debe ser el objetivo, tratado como menos que humano, avergonzado como un vector inherente de la enfermedad, amenazado con someterse a hisopos de ADN que ni siquiera detectan con precisión el material del virus infeccioso.
El subsecretario de Estado parlamentario de Gran Bretaña en el Departamento de Salud y Asistencia Social, Nadhim Zahawi, ha detenido actualmente el complot globalista para coaccionar el cumplimiento de las vacunas, al menos por ahora, en el Reino Unido. Habló con Andrew Marr de la BBC y dijo que el gobierno “no tiene ningún plan de introducir un pasaporte de vacunación” porque “las vacunas no son obligatorias en este país”. Zahawi dijo que las vacunas se administran solo con el consentimiento del individuo. Pasar por alto el consentimiento humano”no es la forma en que hacemos las cosas en el Reino Unido”, afirmó.
“Todavía no sabemos cuál es el impacto de las vacunas en la transmisión y sería discriminatorio”, reiteró. Zahawi es el ministro de despliegue de vacunas de Gran Bretaña, encargado de la distribución de la vacuna covid-19. Por ahora, ha optado por mantenerse en pie, aunque no se ha pronunciado en contra de las propuestas de “Pasaporte de vacunación” que se debaten en otros países europeos. Los ministros de salud del Reino Unido dan ejemplo, pero no intentan influir en los abusos contra los derechos humanos de las vacunas en otros países
“Por supuesto, tienes la prueba de que has sido vacunado, en poder de tu médico de cabecera”, dijo Zahawi, dando crédito a la tarjeta de vacunación emitida tras la vacunación. “Y si otros países te exigen que muestres esa prueba, pues obviamente eso depende de esos países”. Aunque Zahawi tiene los suficientes principios para defender los derechos de las personas en el Reino Unido, todavía no se ha enfrentado a los aliados europeos que están tramando ordenar programas experimentales de ARNm en humanos en todo el mundo.
James Cleverly, ministro de Relaciones Exteriores de Gran Bretaña, dijo que los ciudadanos británicos que viajan al extranjero podrían requerir prueba de vacunación si el país de destino lo requiere. “Trabajaremos con socios internacionales para ayudar a facilitar sus arreglos fronterizos y sus arreglos de inmigración. Tendremos que ver qué países, que implementa la comunidad internacional, una vez que las vacunas en todo el mundo se distribuyan con la misma eficacia ”.
Si bien los líderes del Reino Unido prometen que las vacunas serán voluntarias, no defienden los derechos humanos en todo el mundo. La experimentación médica, envalentonada por pasaportes de vacunas coercitivas , podría convertirse rápidamente en la violación más atroz del Código de Nuremberg desde que se estableció el tratado internacional a raíz de la Segunda Guerra Mundial. Esperemos que su decisión sirva de ejemplo.
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