Por Corina Cortés
Como era de esperarse China sigue en el ojo del huracán desde que el COVID-19 cambió el mundo para siempre. Comenzando con la visita de la OMS para la verificación de datos, el asunto de los periodistas y reporteros, ciudadanos detenidos y desaparecidos; el conflicto con Hong Kong y la censura de internet, la última medida es la prohibición de la emisión del canal de noticias BBC. ¿Argumento? BBC World News ha violado gravemente las regulaciones nacionales.
La pregunta es el por qué justo en este momento, y resulta irónico ya que en noviembre de 2020 junto con Rusia y Cuba ingresó en el Consejo de Derechos Humanos de la Organización de las Naciones Unidas y en sus últimas declaraciones ha pretendido dar lecciones de democracia y libertad a otros países dirigiendo discursos especialmente duros hacia Donald Trump.
Podría tratarse también de tensiones a nivel internacional y que a través de estas acciones se muestra cierta retaliación hacia países con los cuales se han tenido desencuentros.
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El caso es que el tema de China en cuanto a la libertad de información resulta delicado y debe estudiarse con lupa para establecer un escenario real, veraz y verificable.
La Libertad de Expresión en China. El delito de decir lo que se piensa
Amnistía Internacional en el año 2019 emitía un comunicado en cuanto a la libertad de expresión en el país en base a las redes sociales y exponía que existía una alta censura hacia los medios y las publicaciones especialmente las online. También se hablaba acerca de que el gobierno había comenzado a tomar una serie de medidas entre las cuales se encontraba un sistema de reconocimiento facial y un sistema de registro de macro datos y registros a fin de someter a la población a una estricta vigilancia.
Y esto no quedaba aquí. La presión a la cual se somete a la población es tal que cuando se solicita un crédito o ayuda lo primero que se hace es verificar si la persona no ha publicado algún tipo de comentario “nocivo” o que pudiera “desprestigiar” la imagen y los intereses de la nación; de ser así se le denegaba cualquier tipo de beneficio y en ocasiones llegaban a ser víctimas de programas maliciosos y denegación de servidores.
No solo sería Amnistía Internacional, Human Rights Watch en su Informe Mundial del 2020 denunciaban que China había creado su “Gran Muralla Electrónica” y de una forma lapidaría exponían lo siguiente… “Con el gobierno del presidente Xi Jinping, China está sufriendo la opresión más generalizada y brutal en décadas. Las pocas y breves oportunidades que existieron en los últimos años para que las personas pudieran expresarse con respecto a cuestiones de interés público, han desaparecido en forma concluyente. Se han cerrado organizaciones cívicas. El periodismo independiente ya no existe. Las conversaciones en línea se han cercenado y se las ha reemplazado por una adulación orquestada”.
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Otro grupo que también ha mostrado su descontento en cuanto al comportamiento del país ha sido la Federación Internacional de Periodistas. En una declaración recogida por Europapress, coincidan con otros grupos en que este no era el momento para tomar medidas que no permitieran el flujo de la información, así como la libertad de acceso a datos que pudieran ser de transcendencia para enfrentar esta crisis de un modo más efectivo. No se trata en estos momentos solo en cuanto a opinar de cuestiones públicas; se trata de que muchas de esas informaciones son un tema de salud pública.
No solo ha sido la BBC
Ya el año pasado, China había decidido darle a numerosas agencias noticiosas norteamericanas la categoría de “misiones extranjeras” en este caso Washington Post, New York Times, Wall Street Journal y Time. Esto significaría que el tratamiento que se le daría a las agencias noticiosas era de carácter político y por lo tanto tendrían que cumplir una serie de requisitos burocráticos como informar de sus actividades, enviar reportes por escrito, dar parte de su personal, sus finanzas y sus agendas y a principios del año pasado indicó que todo periodista cuya credencial expirara debería regresar a su país de origen y no se les renovarían las mismas. A esto hay que sumarle un tema delicado. Todo sucedió a finales de febrero mucho antes de que la pandemia se extendiera, pero cuando comenzaba a llegar a su punto crítico.
¿No sería entonces, totalmente legítimo, considerar que China siempre ha tenido algo que ocultar?
BBC y el tema de Hong Kong
Precisamente haciendo uso de su poder político y de todas las regulaciones que existen en el país esta vez le ha tocado a la BBC World News. El caso es que esto viene acompañado de un matiz político ya que se trata de una acción de retaliación hacia Reino Unido y tras la aprobación de la Ley de Seguridad Nacional de Hong Kong.
Aprobada en el año 2020, en plena pandemia, es una ley con muchísimas imprecisiones aprobada por unanimidad por parte del Partido Comunista chino y donde cualquier cosa puede ser una “amenaza”. Poner en peligro la seguridad nacional incluye delitos de secesión, subversión, terrorismo, y connivencia con fuerzas extranjeras y penas que pueden llegar a la cadena perpetua.
El problema en este caso es que los delitos quedan supeditados a la interpretación del juez y en un sistema de justicia como el chino, la violación de los derechos humanos está latente en todo momento. Conjuntamente con esto, hay que recordar que en el caso de la “subversión” desde el 2017 se vienen recopilando casos de periodistas, abogados, intelectuales y activistas que han sido acusados de tal delito solo por opinar.
Debido a esto, Reino Unido ha considerado el otorgamiento de un visado que acogería a ciudadanos hongkoneses que se considerase se encuentren en situación de vulnerabilidad y que sus derechos fundamentales puedan verse minado.
Es por eso que, como una forma de retaliación, otro medio ha sido silenciado. Bajo el discurso victimista de que el país es objeto de ataques injustos y sistemáticos contra su reputación alejando cada vez más la verdad, evitando que se pueda establecer una responsabilidad real y apoderándose cada vez de más espacios demostrando que en estos momentos quien tiene poder es aquél que tiene las armas para hacerte callar.
Fuente: panampost.com