Traducido de bigleaguepolitics.com por TierraPura.org
El New York Times se retractó de una historia que afirmaba que el oficial de policía del Capitolio, Brian Sicknick, murió como resultado de ser golpeado por un extintor de incendios durante el motín del 6 de enero en el Capitolio el domingo.
“Los funcionarios encargados de hacer cumplir la ley inicialmente dijeron que el Sr. Sicknick fue golpeado con un extintor de incendios, pero semanas después, las fuentes policiales y los investigadores estaban en desacuerdo sobre si fue golpeado. Los expertos médicos han dicho que no murió de un traumatismo contundente, según un funcionario policial”.
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The New York Times había afirmado originalmente que Sicknick había sufrido lesiones cerebrales. Desde entonces, ha surgido evidencia que revela que Sicknick se derrumbó en una instalación de la USCP luego de que terminara el motín, antes le envió un mensaje de texto a su hermano diciéndole que estaba bien. Según los informes, los investigadores del FBI están luchando para construir un caso de homicidio por la muerte de Sicknick, y aún no se han presentado cargos a más de un mes después del evento.
Aún no se ha publicado un informe formal de la autopsia con respecto a la muerte de Sicknick, una situación muy inusual, especialmente con el evento teñido de controversia. El New York Times difundió la idea de que el veterano de la Guardia Nacional Aérea de Nueva Jersey y antiguo oficial del Capitolio murió como resultado de las lesiones infligidas por un alborotador. Esto ahora parece muy poco probable.
Es difícil especular sobre cómo murió Sicknick, pero en ausencia de un homicidio, parece probable que muriera como resultado de una condición médica después del evento.
Marc Santora, Megan Specia y Mike Baker figuraban como los autores del informe que indicaba que Sicknick había sido asesinado.
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El New York Times en ese momento había afirmado que su reportero fue informado de la causa de la muerte de Sicknick por una “fuente familiarizada con la policía del Capitolio”. Parece probable que la fuente del NYT no tuviera una línea directa de comunicación con la agencia, sino que fuera un miembro demócrata del Congreso o un miembro del personal, o incluso un funcionario del distrito de Washington DC.
Este tipo de noticias falsas es tan atroz como parece. El New York Times citó a una fuente falsa que indicó que había ocurrido un homicidio cuando no tenían motivos para llegar a esa conclusión. Como resultado, la familia del oficial Sicknick fue engañada potencialmente en cuanto a la naturaleza de su muerte. Desafortunadamente, con los eventos de la estridente protesta y los disturbios del 6 de enero desvaneciéndose en el espejo retrovisor, el New York Times una vez más escapará del escrutinio de los medios de comunicación por sus mentiras.
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