Traducido rfangle.com por TierraPura.org
El ex presidente Donald Trump, que no se caracteriza por ser un gran espectador, ha estado pasando desapercibido y disfrutando de un necesario descanso en su residencia en Mar-a-Lago, Florida, durante las últimas semanas. Sus días han consistido en jugar al golf y en reuniones informales con su gabinete.
Sin embargo, a diferencia de la mayoría de sus predecesores, Trump ha estado trabajando entre bastidores a un ritmo febril, en lugar de sumergirse en una vida de ocio tras su mandato, según Politico.
Aunque parece estar disfrutando de su tiempo libre, Trump nunca ha perdido de vista su visión de Hacer América Grande de Nuevo [MAGA].
En cambio, nuestro actual presidente, Joe Biden, anuncia en la Cumbre del G-7 que nuestra política de “América primero” ha terminado, Trump acelera sus motores para asegurarse de que su legado y su genuina creencia en la excepcionalidad de nuestra nación, persiste.
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Aunque los medios de comunicación intentan calificar falsamente el movimiento MAGA como indeseable y posiblemente peligroso, Trump no ha cedido en su empeño de luchar por la prosperidad de todos los estadounidenses y por el alma misma de esta gran nación.
Si te das una vuelta por las redes sociales, encontrarás que Trump sigue apareciendo en los trending topics de Twitter a diario, junto a varios de sus mayores partidarios: legisladores como el representante republicano de Florida Matt Gaetz, el senador republicano de Missouri Josh Hawley y el gobernador republicano de Florida Ron DeSantis.
Lo que no se encuentra es mucho entusiasmo por Biden. Y eso dice mucho.
Hace apenas unos días, cientos de partidarios de Trump se reunieron espontáneamente cerca de su casa de Florida en el Día de los Presidentes para celebrar a un hombre que posiblemente ha hecho más por el estadounidense promedio en 4 años que cualquier otro presidente en la historia moderna.
Un par de días después, se introdujo en la Cámara lo que puede ser la pieza legislativa más divisiva y vengativa en décadas, la HR 484, la “Ley de no gloria para el odio”, que busca despojar a Trump de ser conmemorado de cualquier manera, intentando efectivamente cancelar su propia existencia de nuestra historia.
¿Por qué Trump sigue dominando la sección de comentarios de las plataformas de las redes sociales mientras es el centro de la ira y la angustia de los legisladores demócratas?
La respuesta sencilla es que tienen miedo. Tienen miedo de que, a pesar de sus mejores esfuerzos para derrotar a Trump y a sus partidarios a través de una colusión bien documentada entre los medios de comunicación, Big-Tech, el DNC (Comité Nacional Demócrata) y la América Corporativa en lo que la revista Time llama una “cábala bien financiada”, MAGA persiste. Tienen miedo: y deberían tenerlo.
Según Politico, Trump se ha comprometido a apoyar a “los candidatos que defienden la idea de hacer a América Grande de Nuevo y nuestra política de América primero, siempre que considere que esos desafíos son necesarios”. Entre sus candidatos están: La representante Liz Cheney de Wyoming y el representante Fred Upton de Michigan.
El objetivo es simple: sustituir a los republicanos RINO (Republicanos solo de nombre) por los candidatos de América primero respaldados por Trump. Se espera una lista formal de candidatos respaldados esta primavera o verano.
El asesor principal de Trump, Jason Miller, dice que el plan ya está tomando forma.
“Estamos en el proceso de elaborar un programa más formal para los candidatos que quieran venir a recibir su respaldo”, dice Miller.
En particular, Trump rechazó una petición de apoyo de la ex embajadora de la ONU, Nikki Haley, después de que ésta hiciera recientemente algunos comentarios despectivos sobre el ex presidente.
Según los datos de las encuestas, cerca de tres cuartas partes del GOP (Gran Partido Viejo) quieren un partido que siga el modelo del presidente Trump, con un entusiasmo que sólo ha aumentado después de que fuera absuelto, por segunda vez, tras otro fallido juicio de destitución.
El representante republicano de Indiana, Jim Banks, tuiteó recientemente: “Un Partido Republicano que busca borrar al presidente Trump y no entiende su atractivo para los votantes de la clase trabajadora está destinado a perder las elecciones en 2022, 2024 y más allá”.
Mientras los demócratas desesperados y los medios de comunicación siguen lanzando ataques contra Trump, parece que éste sólo aumenta su popularidad entre los de su partido.
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Junto con el continuo descontento de los votantes de Biden, que se preguntan dónde están sus cheques de estímulo, mientras sus líderes en el Congreso trabajan para mantener a Trump fuera del Cementerio Nacional de Arlington, las elecciones de mitad de período de 2022 se están perfilando para ser interesantes.
Con Trump al volante, el movimiento MAGA parece energizado y preparado para un regreso histórico de proporciones épicas.