Traducido de theblaze.com por TierraPura.org
Los menores no acompañados aumentaron un 50% en febrero respecto a enero
El número de menores no acompañados que cruzaron la frontera sur de Estados Unidos en febrero alcanzó una cifra récord, pero las autoridades están preparando un número aún mayor de niños no acompañados que intentarán entrar en Estados Unidos en mayo.
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Un funcionario de Salud y Servicios Humanos informó a Axios: “Estamos viendo las cifras más altas de febrero que hemos visto en la historia del programa [de Niños Extranjeros No Acompañados]”. El programa de Niños Extranjeros No Acompañados fue iniciado en 2003 por la Oficina de Reasentamiento de Refugiados, y ha “proporcionado atención y encontrado patrocinadores adecuados para casi 409.585 menores no acompañados”.
El Wall Street Journal informó esta semana: “El número de niños inmigrantes no acompañados detenidos por cruzar ilegalmente la frontera sur de Estados Unidos está en camino de aumentar más del 50% en febrero en comparación con el mes anterior, dijeron personas familiarizadas con el asunto, lo que aumenta la perspectiva de una crisis humanitaria en el lugar”.
El informe indica que en febrero se han registrado unos 2.200 niños que cruzan ilegalmente la frontera sur de EE.UU., aumentando cada semana. El gobierno estima que unos 9.000 menores serán detenidos a finales de mes.
Las cifras de febrero son muy superiores a las de enero, cuando el Servicio de Aduanas y Protección de Fronteras de Estados Unidos (CBP) informó de la detención de 5.707 inmigrantes ilegales no acompañados menores de 18 años, supuso un aumento del 18% en comparación con diciembre.
Los funcionarios fronterizos anticipan que el número de menores no acompañados se disparará en mayo, con hasta 13.000 niños que intentarán entrar en Estados Unidos, lo que eclipsaría el pico de la crisis de 2019. Axios informó que la CBP advirtió a funcionarios de alto nivel con el Departamento de Salud y Servicios Humanos (HHS), Seguridad Nacional y el Departamento de Estado sobre las posibles crisis humanitarias durante una reunión telefónica el jueves.
Con la afluencia de niños, el gobierno de Biden necesitará instalaciones capaces de albergar a los menores. El HHS, que supervisa la red de refugios para niños, al parecer está trabajando con el Pentágono para conseguir lugares de desbordamiento como las bases militares.
Los niños podrían ser alojados en estructuras tipo tienda de campaña, que ya se utilizaron en 2014 y 2019. Los albergues ya están saturados porque la pandemia del coronavirus o virus PCCh (partido comunista chino) ha reducido la capacidad de cumplir con los protocolos de distanciamiento social.
El Miami Herald informó de que el gobierno de Biden planea reabrir el anteriormente llamado Centro de Detención de Homestead en Florida, que ha sido rebautizado como un centro de atención a la afluencia de Biscayne, que suena mucho más agradable.
Al parecer, el viernes había más de 900 niños en los puestos de la patrulla fronteriza esperando ser trasladados a un centro de acogida, “100 de ellos esperando más del límite de 72 horas permitido por la ley”, dijo una fuente al WSJ.
“Cuando los niños no pueden ser enviados rápidamente a los refugios, permanecen bajo la custodia de la Patrulla Fronteriza”, informó el Wall Street Journal. “Las celdas en las instalaciones de la Patrulla Fronteriza no están diseñadas para albergar niños y sus agentes no están capacitados para cuidar a los niños”.
“Los albergues para niños migrantes del HHS estaban al 93 por ciento de su capacidad operativa, pero sólo al 53 por ciento de la capacidad financiada por el Congreso”, informó NBC News. “Estaban recibiendo un promedio de 252 nuevos niños al día la semana pasada, mientras que sólo podían dar de alta a 97”.
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El lunes, se reveló que la administración Biden reabrió oficialmente una instalación de alojamiento en Texas para hasta 700 niños migrantes a lo largo de la frontera entre Estados Unidos y México. La administración de Trump abrió la instalación durante un mes en 2019. La decisión de reabrir la instalación enfureció a muchos demócratas, incluida la representante Alexandria Ocasio-Cortez.
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