La foto de portada de este artículo ha generado un revuelo sin precedentes en el Estado de Nueva York. En la imagen se puede ver al gobernador ultra-demócrata Andrew Cuomo, acosando a una miembro del equipo de campaña de Biden en una fiesta de casamiento en septiembre de 2019.
Según cuenta la mujer, de nombre Anna Ruch, Cuomo se le acercó luego de dar unas palabras para los recién casados y le puso su mano sobre la cintura. Ruch reaccionó negativamente y le sacó la mano, a lo que el Gobernador contestó agarrándole con las dos manos la cara (como se ve en la foto) y diciéndole en voz alta “¿Puedo besarte?“.Toda la situación fue atestiguada por dos amigos de Ruch y por lo menos otros 4 comensales, uno de ellos sacó la foto. La ex colaboradora de Biden primero hizo la denuncia y, al día siguiente, apareció la foto. Incluso se dice que hay un video de la situación que fue presentado ante la Justicia.
El New York Times (el diario más demócrata del país) entrevistó a la mujer y fue el principal medio en publicar la historia.“Estaba tan confundida, conmocionada y avergonzada”, dijo Anna. “Giré la cabeza y me quedé sin palabras”, aseguró.
“No tenía elección en su dominio físico sobre mí en ese momento. Y eso es lo que me enfurece. E incluso con lo que pude hacer, quitar su mano de mi cintura, incluso hacer eso no fue lo suficientemente claro“, contó ante los entrevistadores.
Sorprende que el hecho ocurrió casi 2 años atrás y recién ahora la mujer está saliendo a contar su historia. Especialmente dado que hay fotos y videos del hecho que fueron grabados en ese entonces, de un hecho que tuvo múltiples espectadores. ¿Estaban protegiéndolo?
Este no es la primer denuncia que recibe Andrew Cuomo sobre acoso sexual. Como cubrimos desde La Derecha Diario, en plena campaña del 2020 su ex secretariaLindsey Boylan lo denunció por haberla acosado en 2018 cuando trabajaba como asesora interna en la gobernación.
Según Boylan, Cuomo la besó sin su consentimiento en la oficina de gobierno, y la acosó sexualmente por tres años (entre 2015 y 2018), muchas veces forzándola a jugar “strip poker“, y tocándole las piernas y la espalda en el ámbito laboral. Finalmente renunció y contó todo lo ocurrido en su blog.
En aquél entonces, los medios blindaron a Cuomo del escándalo para que la situación no dañara la candidatura de Joe Biden. Pero ahora el panorama ha cambiado, con las elecciones en el pasado y un Partido Demócrata consolidado en Nueva York, la olla se ha destapado y Cuomo está al borde del impeachment.
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Estas denuncias también se suman a las de Charlotte Bennett, ex asesora de políticas de salud de Nueva York, quien debió renunciar el año pasado porque, según cuenta ahora, Cuomo la había acosado sexualmente en las oficinas de gobierno. En particular, el Gobernador la hacía quedarse cuando terminaban las reuniones sobre el coronavirus y le pedía mantener relaciones sexuales, muchas veces con preguntas indecentes, por las que ella siempre tenía que inventarse una excusa para escapar de la situación.
Con tres denuncias en cuestión de un mes, el Gobernador le indicó a su Fiscal General, Letitia James, que abriera una investigación sobre su conducta. Esta decisión resultó ser la más polémica hasta ahora, ya que las personas que designó para que realicen la pesquisa son todos empleados y amigos cercanos a Cuomo.
Respondiendo ante la situación, Cuomo aseguró que “lamenta sinceramente” que su conducta haya sido “malinterpretada como un coqueteo no deseado”, y se justificó con que suele ser “juguetón” con las mujeres.
Toda la situación devino en un conflicto político. Las denuncias sexuales fueron blindadas por los medios hasta que resultó “conveniente” hacerlas públicas, y esto se debe también a las aspiraciones del alcalde de la Ciudad de Nueva York, el también ultra-demócrata Bill De Blasio.
De Blasio, que pertenece al ala más radical y más de izquierda del Partido Demócrata, viene siendo el principal enemigo político de Cuomo en Nueva York, un Estado que pasó de ser uno de los más republicanos del país a principios de siglo, a uno de los más demócratas en menos de 20 años, casi en su totalidad debido al voto proveniente de la zona urbana de Manhattan y sus alrededores.
“Eso no es una disculpa. Parece que dijera: ‘Estaba bromeando’. El acoso sexual no es divertido. Es algo serio”, dijo De Blasio respecto a la respuesta de Cuomo a todo el conflicto.
Según reporta el New York Post, De Blasio tiene sus ojos puestos en la gobernación para 2022, y sabe que es imposible acceder a ella sin primero destruir la imagen de Andrew Cuomo, quien gobierna el Estado con hegemonía desde 2011.
Fuente: derechadiario.com.ar