Hace algo menos de un año, las estrictas medidas de confinamiento derivadas de la propagación del nuevo coronavirus popularizó el sentir generalizado de que la civilización occidental enfrentaba uno de sus momentos más críticos. Una de las lecturas positivas que algunos quisieron plantear ante lo que estaba ocurriendo tenía que ver con la natalidad. Al pasar más tiempo en casa, las familias se animarían a tener más hijos y la pandemia se saldaría con un baby boom como el que siguió a otros fenómenos históricos.
En cambio, ahora que ya han transcurrido más de nueve meses, lo cierto es que los datos de natalidad parecen apuntar exactamente en la dirección opuesta. En el caso de España los nacimientos observados en los meses de diciembre y enero registran un desplome histórico, con una caída en el número de nacimientos que asciende al 22,6% en comparación con los mismos meses de un año antes.
Ya antes de la pandemia, en España había más de dos fallecimientos por cada nacimiento. En provincias como Zamora, el saldo llega a ser de 3 a 1. Al ritmo actual, el tamaño de la población española en el año 2100 será un 50% inferior y, lo que quizá es más grave, cada vez habrá menos personas en edad de trabajar y más ciudadanos de avanzada edad, con todo lo que ello supone en términos de desarrollo social y económico, sostenibilidad de las pensiones o salud general de la población.
De modo que el baby bust que ha seguido al covid-19 no es una novedad, sino que entraña una profundización del “invierno demográfico” que ya venía enfrentando España y que, tras la pandemia y del confinamiento, parece hacerse más intenso.
Comparativa con otros países
Los datos de otros países también apuntan en la misma dirección. En Estados Unidos, los datos para diciembre apuntan a un descenso del 7% en el número de nacimientos. California, el territorio más poblado del gigante norteamericano, enfrenta un declive aún más acusado, del 10,2%. Florida también supera el promedio nacional, con un descenso del 8%. En Hawaii, la caída es tan acusada que rebasa el 30%.
Francia, un país que tradicionalmente ha presentado niveles de fertilidad más elevados, también se mueve en cifras negativas. De momento, el desplome observado a comienzos de 2021 con respecto a enero de 2020 fue del 13%. Alemania va por el mismo camino y los expertos del Max Planck Institute creen que el descenso será del 15%. Solamente Italia, con una caída del 22% en el mes de diciembre, rivaliza con las cifras para España.
Es evidente, pues, que la caída es generalizada. Sin embargo, España presenta cifras mucho peores que la mayoría de los países de referencia, con la salvedad de Italia. Frente a la caída de casi el 23% que registra nuestro país, el descenso del 7% que se anota Estados Unidos, la caída del 13% que sufre Francia o la corrección del 15% que presenta Alemania se antojan preocupantes, pero mucho menos drásticas.
Fuente: Libre Mercado