Por Oriana Rivas
El alcance que Facebook planea tener sobre los usuarios aumenta con el pasar del tiempo. Primero suspendió cuentas con contenido político, luego frenó la publicación de anuncios con la misma temática, al mismo tiempo la plataforma era demandada en EE. UU. por imponer un monopolio para presuntamente aplastar a pequeños competidores.
Ahora la red social pone la lupa en los contenidos referidos a la vacunación contra el COVID-19. La nueva medida incluirá etiquetas en todas las publicaciones donde se hable de vacunación. Uno de los objetivos, según Facebook, es mostrar cuándo y dónde un usuario puede aplicarse las dosis. De modo general, los usuarios (también de Instagram) han visto cómo publicaciones referidas al COVID-19 son etiquetadas con enlaces a otras fuentes informativas.
El anuncio, hecho por Mark Zuckerberg, incluye los supuestos beneficios de la nueva decisión. Más abajo del comunicado se lee lo que está por venir: más regulaciones. La plataforma ya implementó medidas «temporales» para «limitar aún más la propagación de COVID-19 potencialmente dañino» y la información sobre vacunas durante la pandemia.
- Reducir la distribución de contenido de usuarios que han violado las «políticas sobre COVID-19 y desinformación sobre vacunas» de Facebook o que han compartido repetidamente contenido «desacreditado como falso».
- Disminuir la circulación de contenidos de vacunas que los socios de verificación de datos hayan calificado como «contexto faltante».
- Exigir a administradores de grupos que han «violado» las políticas de Facebook que aprueben temporalmente todas las publicaciones dentro de este.
Monitoreo mundial
La nueva decisión de Facebook respecto a la vacunación contra el COVID-19 remite de cierta manera a lo que ocurrió hace poco en Australia, donde la plataforma bloqueó la difusión de contenidos elaborados por medios informativos. Todo un boicot se desató en su contra, a los pocos días revirtió la decisión y aceptó remunerar a tres medios por la publicación de noticias.
En el momento del bloqueo, la red social también llegó a silenciar a varios servicios de emergencia australianos. El error tuvo que ser subsanado mientras se negaba a respetar la nueva ley australiana que obliga a las grandes tecnológicas a negociar pagos a los medios locales. Después de todo, son los medios de comunicación los que elaboran la información que luego Facebook admite como publicidad.
Toda la información sobre las vacunas estará concentrada en la red social, incluyendo pantallas de cómo fluyen los datos en distintas redes. A través de la aplicación CrowdTangle se ve todo lo referente a 104 países y los 50 estados de los EE. UU. Es decir, Facebook parece tener bajo la mira y controlar todo lo que ocurre respecto a la vacunación y el desarrollo del COVID-19 en casi todo el mundo.
WhatsApp entra en escena
El servicio de mensajería Whatsapp —también propiedad de Facebook— es otro canal partícipe dentro de los alcances que quiere ejecutar la plataforma. El comunicado señala que están en conversaciones con autoridades sanitarias y de distintos gobiernos respecto a las personas que se registren para las vacunas.
Países como Argentina, Brasil, Indonesia y Sudáfrica son mencionados en el comunicado por el uso que han dado a WhatsApp para enviar información sobre el virus. Alrededor de 3000 millones de mensajes han sido enviados a ciudadanos con informaciones referentes al COVID-19, indica la empresa en su comunicado.
Yendo al detalle, Facebook cita un ejemplo: «La semana pasada, la ciudad y provincia de Buenos Aires, Argentina, anunció que WhatsApp será el canal oficial para enviar notificaciones a los ciudadanos cuando sea su turno de recibir la vacuna».
ONGs locales e internacionales, la Unión Europea, la Unión Africana y la ONU figuran en el haber de Facebook como asociaciones a propósito del COVID-19. Paralelamente Facebook ha adelantando información sobre nuevas tecnologías para leer la mente de sus usuarios. El terreno que está abarcando esta Big Tech parece ser cada vez mayor, sin conocer a ciencia cierta cuál será la repercusión a largo plazo.
Fuente: panampost.com