Desde principios de marzo de 2021, el partido comunista chino (PCCh) ha estado publicitando la noticia de que la pobreza ha sido “erradicada” en China a pesar de la pandemia. Afirma que lo logrado por el PCCh fue nada menos que un milagro. ¿Qué hay de cierto en esta afirmación?
En un blog publicado por la Brookings Institution, el profesor Indermit Gill dijo que para hacer tal afirmación, el gobierno chino utilizó una línea de pobreza muy por debajo de lo que se considera apropiado para China. Explicó que “[El] gobierno chino utiliza un umbral de pobreza de unos 2,25 dólares al día, a precios de 2011 y ajustados al poder adquisitivo… para los países de renta media-alta como China, [el Banco Mundial] considera que un umbral de pobreza razonable es de 5,50 dólares al día”. Por lo tanto, muchos chinos fueron elevados por encima de la pobreza simplemente fijando el umbral de pobreza artificialmente bajo.
Incluso, algunas familias que viven en zonas rurales afirmaron que los funcionarios de los pueblos les obligaron a firmar un documento en el que declaraban que ya no vivían en la pobreza. Algunas familias se vieron obligadas a cumplirlo, por temor a que se les retiraran los subsidios por bajos ingresos si se negaban.
En las entrevistas realizadas por los medios de comunicación extranjeros en los últimos días, algunos chinos dijeron a los periodistas que muchas personas han perdido sus empleos debido a la pandemia y están pasando por dificultades; algunos trabajadores sanitarios dijeron que han sido testigos de muchas personas que no pueden pagar el costo de la hospitalización y viven en la desesperación.
Esta es otra farsa que se extiende desde el nivel más alto de los funcionarios del PCCh hasta el más bajo, como tantas mentiras anteriores. Por ejemplo, otra campaña de este tipo que ha estado en marcha desde el año pasado es la llamada “campaña de reducción a cero”, en la que los funcionarios del PCCh intentan obligar a todos los practicantes de Falun Dafa que están en la lista negra del gobierno a renunciar a Falun Dafa. A menudo, los miembros del comité de asuntos políticos y legales del PCCh, las comisarías locales y las oficinas comunitarias llevan documentos preimpresos a los hogares de los practicantes de Falun Dafa y les obligan a firmarlos.
Lea también: Renunciar al Partido Comunista chino puede cambiar el futuro de las personas
Cuando no consiguen que un practicante firme el documento, los funcionarios obligan a los familiares del practicante a firmar, o visitan repetidamente el domicilio y se niegan a marcharse. Algunos han llamado o enviado mensajes de texto repetidamente a los familiares de los practicantes. Algunos funcionarios agarraron por la fuerza las manos de los practicantes para obtener una huella dactilar. Y algunos cortaron la electricidad o el agua de los hogares de los practicantes como represalia por su negativa a cumplir.
En algunos casos, las autoridades fueron a los lugares de trabajo de los hijos de los practicantes y los presionaron para que convencieran a sus padres de firmar los documentos. Los hijos de algunos practicantes fueron amenazados con que serían despedidos de sus empleos. Y algunos de los hijos de los practicantes fueron obligados a firmar las declaraciones en nombre de sus padres.
Cuando los funcionarios obligaban a los practicantes a firmar las declaraciones de renuncia, no les importaba si los practicantes lo decían en serio o quién era que firmaba realmente las declaraciones. Mientras pudieran conseguir la firma y terminar sus tareas, eso era suficiente, sin importar si era falsa o no.
Ya se trate de la “erradicación de la pobreza” o de la “campaña de reducción a cero”, el pueblo chino es la verdadera víctima de las mentiras, la violencia y la maldad del PCCh. Con la recesión económica y el aumento del desempleo provocado por la pandemia, es imposible que el objetivo de erradicar la pobreza se haya alcanzado a finales de 2020.
Pero para glorificarse con su “logro político” y su “milagro”, el PCCh opta por engañar al público una vez más.
Fuente: Minghui.org
Envía tu comentario
Últimas
