Traducido de naturalnews.com por TierraPura.org
Los principales medios de comunicación no quieren que nadie sepa que los soldados de la Armada australiana caen como moscas desde que las vacunas contra el coronavirus de Wuhan (Covid-19) están a su disposición.
Numerosas historias que detallan los horribles acontecimientos adversos sufridos por los miembros del ejército australiano han sido completamente borradas de la web. Algunas de ellas han sido sustituidas por piezas de propaganda muy asépticas que afirman que solo se observan “efectos secundarios leves”.
Gregg Hunt, Ministro de Salud de Australia, que impulsó las inyecciones experimentales de terapia génica a los militares de su país, cayó él mismo “gravemente enfermo” sólo un día después de recibir la inyección contra el virus chino o virus PCCh (Partido Comunista chino).
Todo esto ha supuesto un importante revés para el lobby pro-vacunas, que cada vez tiene más dificultades para convencer a la gente de que se inyecte.
“¡Nuestro ministro de Salud sigue en el hospital desde el día siguiente a la inyección!”, escribió un contacto de confianza en Australia a la organización de Reino Unido Principia Scientific International. “Ni una palabra sobre las hospitalizaciones de la Marina. Qué manera de acabar con los militares de un país… ¡Con un solo pinchazo!”.
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En cuanto al ministro de Salud Hunt, los primeros informes, que han sido borrados desde entonces, indicaban que había desarrollado una “presunta infección” tras la inyección, lo que obligó a mantenerlo “en observación durante la noche”. Además, a Hunt “se le están administrando antibióticos y líquidos” por su reacción adversa.
El gobierno australiano “abandona” discretamente la campaña de vacunación masiva
La noticia original del Daily Mail Online -que ya no se puede encontrar en el sitio- se titulaba: “Marineros de la Marina [australiana] hospitalizados tras ser vacunados contra el Covid”. Este informe indicaba que:
“Varios marineros de la marina han sido hospitalizados tras recibir las vacunas Covid-19 en el HMAS (crucero de batalla) Sydney. Fuentes de defensa confirmaron que algunos miembros de la tripulación del HMAS Sydney fueron ingresados en el St. Vincent…”
Ni siquiera en los archivos del sitio web “Way Back Machine” se puede encontrar esta historia. Principia Scientific International señala que al intentar acceder a la historia en el Way Back Machine, el hipervínculo “nos llevó a un artículo no relacionado”.
Ahora, los medios de comunicación corporativos están tratando de blanquear la situación a bordo del HMAS Sydney. Quedan muy pocos datos sobre la campaña de vacunación a bordo del buque, y algunos medios de noticias falsas están incluso afirmando que los militares fueron llevados al hospital “por precaución” y no para tratar las reacciones críticas.
“#breaking Defensa ha confirmado que ‘algunos miembros’ del HMAS Sydney experimentaron ‘efectos secundarios leves’ tras recibir la vacuna COVID-19, pero la enfermedad ya se ha ‘resuelto’ y el barco ha partido hacia Estados Unidos esta mañana para realizar los ejercicios previstos”, tuiteó Andrew Greene de ABC News (Australian Broadcasting Corporation).
Mientras tanto, el gobierno australiano está “abandonando” discretamente los planes de vacunación masiva de los residentes del país. Al parecer, saben que hay algo que no le dicen a la gente: básicamente, que vacunar a la gente en masa provocaría, casi con toda seguridad, lesiones y muertes masivas.
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“Entonces, ¿cuándo la coincidencia deja de ser una mera coincidencia? El Ministro de Salud Hunt se encuentra en “estado crítico” después de su inyección de COVID; el gobierno australiano se aleja de la vacunación masiva y ahora la tripulación del HMAS Sydney es hospitalizada por “reacciones leves” a sus inyecciones de coronavirus”, se pregunta John O’Sullivan de Principia Scientific International.
“Así pues, el viejo dicho ‘no hay humo sin fuego’ me viene a la mente al leer la versión aséptica de los medios de comunicación heredados sobre la situación del buque de guerra… Nuestros ‘amigos’ de los medios de comunicación dominantes se han apresurado a decirnos que se supone que las muertes están sólo ‘casualmente’ asociadas a la vacunación antes de que se tengan todas las pruebas”.
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