Traducido de lifenews.com por TierraPura.org
Atacar los valores de las universidades cristianas es ahora un rito anual de la cobertura mediática de March Madness. Las reglas “arcaicas” de la Universidad Oral Roberts (ORU) están fuera del alcance de la sociedad moderna, y por eso es llamada a ser prohibida por la publicación For The Win (Por la Victoria) de USA Today.
Oral Roberts, que ya ha dado un disgusto a Ohio State y a Florida, no es definitivamente la historia para sentirse bien en la March Madness que necesitamos, escribe Hemal Jhaveri, el “editor de raza e inclusión”. (Sí, eso es un trabajo, aparentemente).
Ella admite que la universidad evangélica de Tulsa, Oklahoma, EE. UU. es una de las favoritas de los fanáticos, pero detesta sus estrictos requisitos para los estudiantes. Las “políticas profundamente intolerantes anti-LGBTQ+ de ORU no pueden ni deben ser ignoradas”, escribe Jhaveri en un despreciable artículo.
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Esta es solo la primera frase de un largo bombardeo contra la ORU y un llamamiento a la NCAA (Campeonato de la División I de Baloncesto Masculino) para que prohíba la escuela. Dirigida a los “Sweet 16” del torneo este próximo fin de semana, Oral Roberts es vapuleada por sus valores y creencias fundamentalistas. Es “una reliquia del pasado” y completamente incompatible con los valores de igualdad e inclusión de la NCAA.
Jhaveri, aspirante a árbitro moralista, sanciona a la ORU por un código de conducta estudiantil que prohíbe las blasfemias, los bailes sociales y llevar pantalones cortos a clase. Exige a los aficionados que protesten contra Oral Roberts por su homofobia mientras los Golden Eagles avanzan en el torneo:
“Dos veces en su manual de estudiantes, Oral Roberts prohíbe específicamente la homosexualidad. En su sección de conducta estudiantil, bajo el título de Comportamiento Personal, la escuela condena expresamente la homosexualidad, mencionándola al mismo tiempo como una ‘práctica oculta'”.
Seguir a Dios, la pureza y la modestia en lugar de la NCAA es un movimiento realmente malo por parte de la ORU. Jhaveri critica a la escuela por reconocer el matrimonio como la unión de un hombre y una mujer, y por mantener a sus estudiantes “atados a nociones tóxicas de fundamentalismo que fetichizan la castidad y la abstinencia”. Su “postura anti-LGBTQ+ es nada menos que discriminatoria y debería ser condenada expresamente por la NCAA”, despotrica Jhaveri.
No sólo Oral Roberts se opone a los valores mundanos de la NCAA, sino que debería ser expulsado de la competición por la asociación que rige los deportes universitarios, exige la escritora. Además, avergüenza a Oral Roberts por no personificar el eslogan de la justicia social “igualdad” blasonado en las canchas de baloncesto del torneo de la NCAA.
En su odio anticristiano, Jhaveri afirma que “la escuela es un semillero de transfobia institucional, homofobia y políticas regresivas y sexistas. No hay forma de separar a su equipo de baloncesto masculino de los peligros de su dogma religioso, no importa cuántas cabezas de serie derroten”.
Por cierto, también se acusa a la ORU de cosechar recompensas a costa de atletas no remunerados mientras avanza en el torneo.
Jhaveri concluye el latigazo acusando a Oral Roberts de que sus victorias en la cancha no pueden compensar sus “faltas morales”. El equipo de baloncesto de los Golden Eagles no puede ocultar la “peligrosa y odiosa ideología de su institución principal”.
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Durante la March Madness de hace dos años, Deadspin arrojó el mismo tipo de fanatismo anticristiano contra la Universidad Liberty, la escuela a la que llamaron “la más odiosa” del Big Dance. Liberty perdió en la primera ronda del torneo de este año y se salvó de otro brutal ataque mediático.
El USA Today está obviamente fuera de contacto con la Primera Enmienda y el derecho a la libertad religiosa.
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