Por Vanesa Vallejo

El pasado 13 de marzo la expresidente de Bolivia, Jeanine Áñez, fue detenida en medio de un proceso por un presunto “golpe de Estado”.

En octubre de 2019 se realizaron en Bolivia las elecciones en las que Evo Morales pretendía ser elegido presidente por cuarta vez consecutiva, el Tribunal Supremo Electoral, después de extrañas situaciones que despertaron sospechas en el pueblo boliviano, afirmó que Morales -quien llevaba en ese momento 13 años en el poder- era el ganador en primera vuelta. Mientras tanto, las misiones de observación de la OEA y la Unión Europea denunciaban irregularidades y pedían que hubiera segunda vuelta.

Después de semanas de protestas multitudinarias y de que incluso el comandante de las Fuerzas Armadas de Bolivia sugiriera a Morales que diera un paso al lado, Evo Morales renuncia.

Ante la ausencia definitiva de presidente y vicepresidente, Jeanine Áñez, en ese momento en la cabeza de la Cámara de Senadores, asumió la presidencia interina de Bolivia en una “sucesión constitucional”.

Hoy Áñez se encuentra detenida, acusada de los delitos de sedición y terrorismo. Desde la cárcel ha denunciado ser víctima de abusos, insiste en que lo que ocurrió con Evo Morales no fue un golpe y que el líder indígena quería perpetrar un fraude.

El American ha hablado con el abogado de la expresidente y con su hija, Carolina Ribera Áñez. La hija de la exmandataria denuncia que el estado de salud de su madre es delicado y que debe ser trasladada a un hospital.

Afirma también que un sobrino de la expresidente fue torturado: “le pegaban, le pusieron una bolsa negra en la cabeza, lo asfixiaban intentando ver cómo podían llegar a mi madre”.

La hija de la expresidente asegura que quienes capturaron a su madre estaban vestidos de civil, no tenían uniforme ni placa o identificación alguna, y dijeron que la captura es una “orden directa de Luis Arce”, el actual presidente de Bolivia, exministro de Morales y uno de sus fieles discípulos.

Mientras tanto, el abogado de Áñez señala lo inexplicable de que a su cliente se le ha iniciado un proceso penal ordinario en vez de un juicio de responsabilidades como correspondería a su investidura. También se hace evidente su asombro ante las declaraciones del ministro de Justicia, quien admitió que decidieron iniciar un proceso penal ordinario a la expresidente Jeanine Áñez, porque el Movimiento al Socialismo (MAS), el movimiento de morales y del presidente Arce, no tiene dos tercios para sacar adelante un juicio de responsabilidades.

La hija y el abogado de la expresidente piden justicia y exigen que de manera urgente Áñez pueda ser atendida por profesionales médicos y no se ponga en riesgo su vida.

Fuente: elamerican.com

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