El secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, insinuó en una entrevista emitida este domingo que Estados Unidos no sancionará a China por su gestión de la pandemia, aunque la relación bilateral es «cada vez más de adversarios».
En una entrevista con la cadena CNN, Blinken expresó su «preocupación» por el informe que prepara la Organización Mundial de la Salud (OMS) sobre los orígenes del virus causante del COVID-19, que fue identificado por primera vez en la ciudad china de Wuhan en diciembre de 2019 y que desató una pandemia mundial.
«Tenemos verdaderas preocupaciones sobre la metodología y el proceso empleados para producir el informe, incluido el hecho de que el Gobierno de Pekín ayudó a escribirlo, pero esperemos a ver lo que sale en ese informe», afirmó Blinken.
Preguntado por si podría haber «repercusiones» para China en función de lo que contenga el informe sobre el manejo de la pandemia, el titular de Exteriores estadounidense respondió que «tiene que haber una rendición de cuentas por el pasado», pero dejó entrever que Washington no está interesado en abrir otro frente de sanciones a Pekín por ese tema.
«Creo que en lo que debemos concentrarnos es en construir un sistema más fuerte para el futuro», subrayó Blinken, en alusión a la preparación ante posibles nuevas pandemias.
Lea también: Renunciar al Partido Comunista chino puede cambiar el futuro de las personas
Blinken, quien este mes mantuvo una reunión en Alaska con altos cargos del régimen chino, reconoció que la relación con Pekín es «cada vez más de adversarios», aunque todavía existen áreas donde hay espacio para la «cooperación», como la lucha contra la crisis climática.
«El denominador común es la necesidad de acercarnos a China desde una posición de fuerza», por lo que Estados Unidos está tratando de reforzar sus alianzas en Europa y Asia, destacó en la entrevista, grabada durante la visita de Blinken a Bruselas esta semana.
Graves abusos contra los derechos humanos
El pasado lunes, Estados Unidos y Canadá se sumaron a las sanciones impuestas por la Unión Europea (UE) contra cuatro altos funcionarios chinos y una entidad por los «graves abusos» contra los derechos humanos de los uigures en la región noroccidental de Xinjiang.
Este sábado, China respondió con nuevas sanciones a tres políticos de Estados Unidos y Canadá y una institución dependiente de la Cámara Baja canadiense, una medida que Blinken condenó por considerar que no tiene «fundamento».
«Los intentos de Pekín de intimidar y silenciar a aquellos que reclaman derechos humanos y libertades fundamentales solo contribuyen a un creciente escrutinio internacional del genocidio y los crímenes contra la humanidad que persisten en Xinjiang», dijo el jefe de la diplomacia estadounidense en un comunicado a última hora del sábado.
Fuente: Panampost