Las restricciones discriminatorias de la tutela masculina, que limita los derechos de las mujeres, afectan a la independencia para casarse, estudiar, trabajar y viajar en Catar ante el silencio occidental.
En un informe presentado este lunes, Human Rights Watch (HRW) ha denunciado que las mujeres de Catar deben obtener el permiso de sus tutores masculinos para casarse, estudiar en el extranjero con becas del Gobierno, trabajar en muchos empleos públicos y viajar al extranjero hasta ciertas edades.
Además, este sistema discriminatorio también niega a las mujeres la autoridad para actuar como tutoras principales de sus hijos, incluso cuando están divorciadas y tienen la custodia legal.
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También han registrado como algunos hoteles prohíben a las mujeres cataríes solteras menores de 30 años alquilar una habitación sin estar acompañadas por un familiar varón, mientras que se les prohíbe asistir a algunos eventos y entrar en lugares que sirvan alcohol.
Las mujeres de Catar “todavía tienen que sortear las normas de tutela masculina impuestas por el Estado que limitan su capacidad de vivir una vida plena, productiva e independiente”, ha lamentado la investigadora Rothna Begum.
Esta tutela masculina “refuerza el poder y el control que los hombres tienen sobre la vida y las decisiones de las mujeres y puede fomentar o alimentar la violencia, dejando a las mujeres pocas opciones viables para escapar del abuso de sus familias y maridos”, ha añadido.
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El Gobierno catarí ha respondido a HRW a través de una carta en la que niega que las mujeres necesiten el permiso de los hombres para llevar a cabo las acciones anteriormente mencionadas, no obstante las investigaciones de la organización, que incluyen entrevistas y el examen de documentos como las solicitudes de permiso de los tutores por parte de las escuelas y los centros de trabajo, contradicen las afirmaciones del Gobierno.
“Catar debe eliminar todas las normas discriminatorias contra las mujeres, hacer públicos estos cambios, aprobar una legislación contra la discriminación y garantizar que las mujeres tienen el espacio cívico para exigir sus derechos”, ha urgido la investigadora.
Fuente: gaceta.es