Traducido de The Post Millenial por Tierra Pura
El Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) declaró el jueves que el racismo es una “grave amenaza para la salud pública” que requiere una actuación inmediata.
La directora del CDC, la Dra. Rochelle Walensky, publicó una declaración en el sitio web de la agencia, en la que citaba el racismo como causa de “desigualdades, disparidades sanitarias y enfermedades”. Añadió que la pandemia de coronavirus ha afectado de forma desproporcionada a las comunidades de color.
Walensky continuó: “Sin embargo, las disparidades observadas durante el año pasado no fueron el resultado de COVID-19”, escribió Walensky. “Por el contrario, la pandemia mostró desigualdades que han existido durante generaciones y reveló para toda América una epidemia conocida, pero a menudo no abordada, que afecta a la salud pública: el racismo”.
La directora añadió: “Lo que sabemos es esto: el racismo es una grave amenaza para la salud pública que afecta directamente al bienestar de millones de estadounidenses. En consecuencia, afecta a la salud de toda nuestra nación. El racismo no es sólo la discriminación contra un grupo basada en el color de su piel o en su raza o etnia, sino las barreras estructurales que afectan de forma diferente a los grupos raciales y étnicos para influir en el lugar donde vive una persona, donde trabaja, donde juegan sus hijos y donde rinde culto y se reúne en comunidad. Estos determinantes sociales de la salud tienen efectos negativos de por vida en la salud mental y física de las personas de las comunidades de color”.
La declaración anunciaba el lanzamiento del programa Racismo y Salud de los CDC, cuyo objetivo es estudiar y combatir las disparidades sanitarias causadas por el racismo. Walensky dijo que la agencia está utilizando los fondos de COVID-19 para invertir en las comunidades de minorías raciales y étnicas, para crear una “infraestructura duradera” que mejore la equidad sanitaria.
Miles de manifestantes de todo el país marcharon con BLM el verano pasado tras la muerte de George Floyd, violando las restricciones de los CDC a las grandes concentraciones, alegando que el “racismo sistémico” era una emergencia de salud pública.
En lugar de desalentar las protestas, el Dr. Anthony Fauci, director del Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas, declaró el pasado mes de junio que el racismo institucional es un factor que contribuye a que las comunidades negras hayan sufrido de forma desproporcionada durante la pandemia de coronavirus en comparación con las comunidades blancas.