Fuente: La Gaceta de la Iberoesfera

Primero Rusia, luego China y ahora también Cuba. Las vacunas no tendrán ideología, pero para Alberto Fernández y Cristina Kirchner eso no importa. Si se trata de priorizar la compra de más dosis ante las escasez que hay en Argentina en la lucha para combatir el coronavirus, los mandatarios argentinos se inclinaron por su amistad con La Habana.

“Pobre Cuba, siempre víctima de los bloqueos y las dificultades que tiene para trabajar. Le ofrecí al presidente ver qué trabajo conjunto podemos hacer para que América Latina tenga rápido una vacuna que pueda llegar a toda América Latina”, confesó Alberto Fernández después de reconocer que inició negociaciones con su par de Cuba, Miguel Díaz-Canel, para acceder a las vacunas Soberana 2 y Abdala. Pese a las objeciones de la ciencia internacional, el presidente argentino decidió avanzar y negociar la compra de vacunas cubanas. De prosperar los acuerdos, las dosis llegarían para comienzo de la primavera.

En pocos días más, la Ciudad de Buenos Aires y las distintas provincias argentinas se quedarán sin stock para continuar con la campaña de vacunación para enfrentar el coronavirus.

En este contexto, Alberto Fernández anunció con entusiasmo: “Estuve hablando con el presidente de Cuba, con el ingeniero Díaz Canel. Cuba ha hecho un trabajo que todos los científicos dicen que es maravilloso, muy importante, desarrollando una vacuna que se llama Soberana, que tiene dos versiones, que está en fase 3″. “Le pregunté cuál era la capacidad de producción que tenía, me comentó las dificultades que tiene para trabajar y le ofrecí que trabajemos en conjunto para que toda América Latina pueda acceder a una vacuna”, afirmó categórico.

Por su parte, la jefa de Gabinete del Ministerio de Salud nacional, Sonia Tarragona, amplió detalles y también confirmó el anuncio: “Nosotros desde el inicio del proceso de vacunación estamos conversando con todos los laboratorios y todas las compañías y estados soberanos que están con disponibilidad de vacunas. Hace pocas semanas tuvimos otra vez una ronda de cinco laboratorios y compañías que nos han presentado los avances en sus vacunas y esta última semana apareció también esta posibilidad de la vacuna soberana de Cuba”.

Hasta el momento, Argentina recibió 7,2 millones de dosis, en su mayoría de la Sputnik V, del laboratorio ruso Gamaleya. Desde China llegaron vacunas (Sinopharm) y también del desarrollo de AstraZeneca. Si bien el Gobierno argentino había prometido vacunar a 22 millones de personas antes de finalizar el verano, ahora se encuentra con grandes dificultades para incrementar la provisión mientras se acaban las vacunas en existencia. En lo inmediato se prevé que el próximo embarque llegue este domingo, en un vuelo de línea de KLM. Se trata de una partida de 864.000 dosis de AstraZeneca.

La ilusión de una vacuna cubana todavía debe aguardar un poco más de tiempo. En lo que respecta a la denominada Soberana 02, que hace referencia al orgullo que siente el gobierno de la isla por su autonomía a pesar de décadas de hostilidad con Estados Unidos, ya ha superado dos fases de ensayos y está a punto de entrar en una tercera, en la que se inyectará a unas 150.000 personas en Cuba y en Irán. México también está en conversaciones para participar en la tercera fase de ensayos y dentro de este mismo proceso, existe la posibilidad de que se sume a la Argentina.

Lo que se sabe de la Soberana 02 es que se trata de una vacuna a base de proteínas que contiene parte del coronavirus. Según los prospectos conocidos, se necesitan tres dosis administradas en intervalos de dos semanas. No necesita frío extremo, como las de Moderna, Gamaleya y Pfizer, lo que puede facilitar las cuestiones logísticas en especial en países de escasos recursos. Según el líder cubano, Díaz-Canel, su país podrá producir 100 millones de dosis en lo que resta del año, lo que alcanzaría para toda la población de la isla y podría destinarse también a los turistas extranjeros.

Paradójicamente, desde Venezuela llegan malas noticias para la Argentina. Desde la Academia Nacional de Medicina se alertó sobre las vacunas contra el COVID-19 que están en desarrollo en Cuba: “no son verdaderas vacunas, sino productos experimentales de los cuales no se conoce su composición, seguridad ni eficacia”. Asimismo, la Academia advirtió sobre la falta de información fehaciente después de que el dictador Nicolás Maduro anunciara que: “Hemos firmado un convenio para producir en nuestros laboratorios, 2 millones de vacunas por mes de la vacuna Abdalá, ya por allá para el mes de agosto, septiembre, aproximadamente”, afirmó el dictador chavista.

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