Fuente: Star Parker – The Western Journal
La presidenta de Planned Parenthood Federation of America, Alexis McGill Johnson, ha utilizado The New York Times como confesionario para confesar la historia racista de la fundadora de Planned Parenthood, Margaret Sanger.
“Debemos tener en cuenta la asociación de Margaret Sanger con los grupos supremacistas blancos y la eugenesia”, escribe.
La participación de Sanger con el movimiento eugenésico notoriamente racista en la década de 1920, y sus motivaciones de control de la población para limitar la procreación de “indeseables”, es algo sobre lo que la gente provida, particularmente la gente provida de raza negra, ha estado escribiendo durante años.
Pero Planned Parenthood siempre ha negado estas horribles verdades.
Ahora, aparentemente, el poder y la presión del movimiento “woke” incluso están logrando que el liderazgo del proveedor de abortos más grande de la nación de un paso adelante y se desahogue de sus pecados.
Pero aceptar y enfrentar el pecado significa saber qué es el pecado. Y en este caso, desafortunadamente, la presidenta de Planned Parenthood no entendió el punto.
El problema hoy no es lo que fue, sino lo que es. El “pecado” de Planned Parenthood es su horrible trabajo al liderar a la nación en la destrucción de la vida humana.
Según su informe anual, en el año fiscal 2019-2020, Planned Parenthood realizó 354.871 abortos. Esto es aproximadamente un tercio de todos los abortos realizados en el país.
El reconocimiento que necesitamos de Planned Parenthood es el reconocimiento de la santidad de la vida, no una confesión pública de la historia racista de su fundadora.
Con respecto al racismo, según la Kaiser Family Foundation, el 34 por ciento de los abortos realizados en los EE.UU. en 2018 fueron en mujeres negras. Dado que las mujeres negras constituyen el 13 por ciento de la población femenina, la frecuencia del aborto entre las mujeres negras está desproporcionada en casi un factor de tres.
Es razonable suponer que esto es representativo del número desproporcionado de mujeres negras a las que Planned Parenthood practica abortos.
Como parte de la gran purificación de Planned Parenthood, Johnson señala que “Planned Parenthood del área metropolitana de Nueva York cambió el nombre de su centro de salud de Manhattan en 2020”, que aparentemente llevaba el nombre de Sanger.
Jason Riley del Wall Street Journal escribió en 2018, “En la Ciudad de Nueva York, miles de bebés negros más son abortados que nacidos vivos cada año, y la tasa de aborto entre las madres negras es más de tres veces mayor que para las madres blancas”.
El problema es la terminación a gran escala de bebés negros aún por nacer, no es el nombre del centro en Manhattan donde Planned Parenthood realiza estos abortos. La ciudad de Nueva York es una de las capitales del aborto de la nación, y Planned Parenthood quiere suavizarlo cambiando el nombre de su centro de aborto.
¿Tiene Planned Parenthood como objetivo principal realizar abortos en las mujeres negras? ¿Por qué es tan alta la frecuencia de abortos entre las mujeres negras?
Un estudio de 2012 realizado por la organización Protecting Black Life (Proteger Vidas Negras) encontró que el 79 por ciento de las instalaciones de aborto de Planned Parenthood estaban a poca distancia de los vecindarios de minorías.
Las tasas de aborto tienden a ser más altas entre las mujeres solteras debido a una mayor probabilidad de embarazos no deseados. La cultura del aborto, promovida agresivamente por Planned Parenthood, ha afectado de manera desproporcionada las tasas de matrimonio negro.
En 1970, tres años antes de la decisión de Roe v. Wade, el 76 por ciento de los adultos blancos de 25 años o más estaban casados, en comparación con el 60 por ciento de los adultos negros. Para 2014, la tasa cayó al 60 por ciento para los blancos, pero cayó al 35 por ciento para los negros.
Johnson da un paso más hacia el abismo moral, señalando que Planned Parenthood es negligente por haber “excluido a las personas trans y no binarias” de sus programas.
Ella escribe que Planned Parenthood se compromete a “luchar contra los muchos tipos de deshumanización que estamos viendo en este momento”.
La deshumanización tiene una causa, de la cual Planned Parenthood se encuentra entre las más culpables de la nación: la falta de respeto por la santidad de la vida.
Confesar lo que todos sabemos — que Margaret Sanger era racista — no resuelve este problema.
La reverencia por la santidad del matrimonio y la santidad de la vida en el útero lo resuelve.
Esto es lo que buscamos de Planned Parenthood. Nada menos.
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